CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
En busca de comunicadores del Estado
UNO DE LOS usos y costumbres con más raigambre en el Distrito Federal es la forma de lograr acuerdos entre dispares, hacer negocios, proponer ideas, promover gente o destruirla en torno a la mesa del desayuno, la comida o la cena.
HAY QUIEN SE atreve a decir que la política, de verdad, se hace en la sobremesa y que todo lo demás es simple grilla. Cierto o no, esta costumbre, más en la capital que en cualquier otro sitio de la República, pesa en el quehacer político nacional y lo que en la mesa se arregla, casi siempre resulta un pacto que no admite traiciones.
TODO ESTE PROLEGOMENO sirve, entonces, para establecer la importancia del relato que viene a continuación y que cada cual lo interprete como mejor le venga en gana.
Sabido es que uno de los problemas que como fardo acarrea este gobierno es el de la comunicación, y poco a poco les queda claro, tanto a panistas como a foxistas, que no será mediante leyes de corte autoritario como se dé el tan ansiado "control de los medios".
POR ESO AHORA se han lanzado a la caza de individuos con experiencia e ideas nuevas para "comunicar lo que nos interesa" y lograr el "desvanecimiento" del impacto de los errores.
TAL VEZ SEA por ello, así se comentó hace algunos días en un restaurante, que Santiago Creel recibió al delegado en Cuajimalpa, Francisco de Souza, a quien le tiene cierto afecto, aunque su nacimiento en la política con sueldo se haya dado en el PRD.
EL ASUNTO ES que De Souza, que a punto está de quedarse sin chamba, podría ser llamado a las filas de la Secretaría de Gobernación, donde hace rato que falta una política de comunicación acorde con las responsabilidades de la dependencia.
EL DELEGADO -QUE en la Cámara de Diputados realizó una buena labor en la comisión de prensa o como se llame, para cambiar y establecer nuevas relaciones entre los representantes de los medios y los diputados, lo que parece ser un mérito que no tienen los panistas, principalmente los fundamentalistas- estaría siendo analizado por el propio Creel para tomar la decisión de llamarlo a la dirección de comunicación social de la dependencia.
ES MUY PROBABLE que si ese es el caso, Francisco de Souza, heredero de la tradición periodística de los inolvidables hermanos Mayo, acepte el ofrecimiento sin mucho pensarlo.
DE CUALQUIER FORMA la reflexión ajena lleva a la pregunta: Ƒcómo tendrá que hacerle el todavía jefe delegacional en Cuajimalpa para difundir las ideas de un gobierno que va en contra de la lucha que su familia siempre enarboló?
HAY QUE RECORDAR que De Souza es, porque así se califica él mismo, un convencido, un militante del cardenismo y que si existe algún enemigo de siempre de las ideas y las prácticas políticas del general fue ni más ni menos el panismo. Y eso, dicen quienes lo conocen, lo trae más que preocupado.
PERO HAY OTROS para quienes la ética y la moral políticas no existen. Por ahí en las mesas de café ronda la especie de que Enrique Aranda, un periodista ligado al Opus Dei, quiere ocupar el puesto que en agosto supuestamente dejará vacante Rodolfo Elizondo, mejor conocido como El Negro, en la Presidencia de la República.
QUIENES LO SABEN de cierto aseguran que no es más que una autopromoción o los deseos de los obispos de más alta jerarquía que pretenden imponer condiciones en Los Pinos porque no quieren entender que en ese lugar quienes truenan las nueces son los Legionarios de Cristo. Tantán.