La ocupación del país árabe
podría durar dos años, afirma el presidente Bush
En poder de EU, el ex viceprimer ministro iraquí
Tarek Aziz
Se entregó el funcionario del derrocado régimen,
asegura ABC; fue detenido, dice el Pentágono
Presiones internacionales para que se instaure lo antes
posible un gobierno democrático en Irak
AFP, DPA Y REUTERS
Bagdad, 24 de abril. El ex viceprimer ministro
iraquí Tarek Aziz se en-cuentra en poder de Estados Unidos, confirmaron
autoridades militares del país invasor, y horas después el
presidente George W. Bush dijo que la ocupación de Irak podría
durar dos años, al tiempo que especuló que Saddam Hussein
pudo haber muerto durante bombardeos aéreos.
En Bagdad el administrador civil estadunidense, general
retirado Jay Garner, expresó su esperanza de que la semana próxima
empiecen a funcionar los ministerios, en momentos en que ya hay presiones
internacionales para que se instaure cuanto an-tes en Irak un gobierno
democrático.
Por lo pronto, Bush dijo esta no-che que la ocupación
de Irak po-dría durar dos años, sin especificar por qué,
reconoció que no se han encontrado armas de destrucción masiva
y dijo que sus fuerzas las descubrirán, a pesar de que el régimen
de Saddam Hussein negó que tuviera ese tipo de arsenal.
Según la cadena estadunidense ABC, Tarek Aziz,
cuyas apariciones públicas en Bagdad cesaron a fines de marzo, se
entregó voluntariamente a las fuerzas angloestadunidenses en Bagdad,
sin que lo anterior haya sido confirmado por fuentes independientes.
El comando central estadunidense, con sede en Qatar, informó
que Aziz está "ahora bajo el control de la coalición", sin
especificar si se rindió o si fue arrestado. De acuerdo con Afp,
el Pentágono aseguró, sin dar precisiones, que fue detenido
por las tropas estadunidenses.
Hombre bueno del régimen
Las
fuerzas estadunidenses han detenido a otros 12 dirigentes de un régimen
que fue abatido en tres semanas de campaña militar, en especial
a un miembro del clan Ti-kriti de Hussein, el ex jefe de la DCA Muzahem
Saab Hassan (nú-mero 10), y dos medios hermanos del ex gobernante.
Tarek Aziz, de 67 años, era el único funcionario
caldeo cristiano en el gobierno de Hussein, y es el personaje del ex régimen
más conocido en el extranjero, ya que fue ministro de Relaciones
Exteriores durante la guerra del golfo Pérsico, en 1991.
Sin embargo, sólo figuraba en el lugar 43 en la
lista de 55 jerarcas iraquíes más buscados por los estadunidenses.
En la baraja de los 55 más buscados Aziz tenía la figura
del ocho de espadas.
Interrogado por periodistas sobre su sentir en cuanto
al apresamiento de Aziz, considerado "el rostro amable" del gobierno iraquí,
Bush se limitó a levantar el dedo pulgar en señal de victoria.
La detención de Aziz fue recibida como "un desarrollo
satisfactorio", indicó este jueves un vocero del primer ministro
británico, Tony Blair. El funcionario no realizó ningún
otro comentario.
Dirigentes de la oposición a Hussein creen que
la fidelidad al de-rrocado líder se debía, al menos en parte,
al temor a represalias contra sus familiares.
El presidente iraquí mantenía en prisión
a uno de los hijos del se-gundo hombre fuerte del régimen de Bagdad,
Ziyad Aziz, a quien encarceló, por motivos que nadie parece recordar,
para demostrar que en su gobierno no había funcionarios intocables.
Un responsable del Pentágono dijo que Aziz no era
"el santo de santos" del régimen, pero "es posible que sepa dónde
están Saddam Hussein y los otros dirigentes", y que "él era
desde hace años el rostro y la voz del régimen".
Bush, en tanto, aseguró que la permanencia de las
tropas de su país y Gran Bretaña en Irak podría ser
de dos años, y conjeturó que Hussein podría haber
muerto du-rante uno de los ataques aéreos al comienzo de la guerra,
pese a que se han transmitido imágenes del gobernante iraquí
con vida, posteriores a dichos ataques.
"Hay algo de evidencia que su-giere que podría
estar muerto. Es-tamos tratando, por supuesto, de verificar esto antes
de dar cualquier declaración", afirmó.
Bush, por otro lado, celebró las manifestaciones
de los chiítas iraquíes contra la ocupación de las
tropas estadunidenses.
Esta semana los chiítas mostraron su fuerza y capacidad
organizativa cuando realizaron una peregrinación a la ciudad de
Kerbala, a la que asistieron más de un millón de fieles que
exigieron la salida de las tropas invasoras.
Bush afirmó que Irak ahora es un lugar mejor, puesto
que la gente está reviviendo sus rituales religiosos, prohibidos
durante muchos años por el derrocado régimen.
"No hay nada malo en el nacionalismo en Irak. La gente
dice que Estados Unidos debe salir del país y queremos irnos tan
pronto como acabemos nuestra misión", señaló el mandatario
republicano.
"Hoy en Irak hay discusión, de-bate, protestas;
son las señales de la libertad. Genuinamente creo que mucha de esta
gente quiere ser parte de un país democrático", dijo.
El presidente estadunidense también retomó
el lenguaje beligerante que ha empleado desde los "atentados terroristas"
del 11 de septiembre de 2001 contra las ciudades de Nueva York y Washington:
"Vamos a afrontar los peligros que amenazan a Estados Unidos y los venceremos,
se gesten donde se gesten".
En un discurso en una fábrica de Ohio aseguró,
en alusión a la victoria de sus tropas en Irak: "Hemos dejado muy
claro que cazaremos a los terroristas que nos odian y que nos quieren hacer
daño. Habíamos dejado muy claro que que nos ocuparíamos
del creciente peligro que suponían Saddam Hussein y su brutal régimen.
El mundo sabe que cumplimos nuestra palabra".
Aunque su gobierno nunca ha dado pruebas de que Irak estuviera
involucrado de alguna forma en los atentados de septiembre, Bush aseguró
que "los terroristas se están dando cuenta de que no están
seguros en ningún lugar del mundo ante la justicia de Estados Unidos".
Desaparecidos, Hussein y armas
Sobre
las supuestas armas de destrucción masiva iraquíes, que no
fueron empleadas en los más de 20 días que duró la
guerra, aseguró: "Va a tomar tiempo encontrarlas, pero sabemos que
las había, y si las han destruido, trasladado u ocultado vamos a
descubrir la verdad. Una cosa es cierta: Saddam Hussein no amenazará
más a nuestro país con armas de exterminio".
Bush llamó a construir un Irak democrático:
"Es la meta de Estados Unidos y de los socios de nuestra coalición",
aseguró, y prometió no "imponer un gobierno en Irak".
Por su parte, el secretario de Es-tado, Colin Powell,
prometió que su país apoyaría un poder respetuoso
del Islam y representante de todas las comunidades religiosas.
Mientras, el general retirado Jay Garner, encargado de
Estados Unidos de coordinar el gobierno de transición en Irak, expresó
su esperanza de que los ministerios ira-quíes puedan funcionar nuevamente
la semana próxima.
"Tendremos un coordinador en cada uno de los ministerios",
precisó el militar, quien subrayó que serán dirigidos
por iraquíes.
En el ámbito económico, un asistente de
Garner, el general Carl Strock, anunció que las fuerzas angloestadunidenses
se disponían a reanudar parcialmente la producción de gas
y petróleo en el norte y el sur de Irak, para satisfacer las necesidades
de los iraquíes.
"El petróleo fluye en el sur. Estamos sacando unos
175 mil barriles diarios y los enviamos a la refinería de Basora
y a las centrales eléctricas situadas en esta región", ex-plicó
Strock, y añadió que en uno o dos días se producirán
en el norte unos 60 mil barriles diarios.
Por último, la Oficina de Boicot a Israel, organismo
dependiente de la Liga Arabe, repudió en Damasco "la ocupación
angloestadunidense" de Irak así como las "amenazas de Bush" contra
Siria.