El programa descompensa otras partidas presupuestales: análisis de gobiernos locales
Agravó el seguro popular la crisis en los servicios médicos estatales
Los hospitales regionales carecen de infraestructura, personal y medicamentos para atender a beneficiarios, indica el documento Con la descentralización escasearon aún más los recursos, afirma
ANGELES CRUZ
Desde que concluyó la descentralización de los servicios de salud, el sexenio pasado, los gobiernos estatales enfrentan serias dificultades para brindar atención médica a la población, las cuales se agravaron con la puesta en marcha del seguro popular. Para la operación de ese programa las entidades debieron solicitar préstamos o afectar otras partidas presupuestales, y ni así garantizan el servicio a los usuarios que lo requieran.
Un análisis de los secretarios de finanzas locales arroja que el problema central de los servicios de salud estatales es la insuficiencia de recursos, que la Federación se comprometió a transferir al momento de la descentralización. A lo anterior se suman los constantes recortes aplicados al Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (Fassa).
Plantean que con la reforma financiera del sector salud que propone el secretario Julio Frenk Mora, se reducirá aún más el Fassa y a la larga llevará a su eliminación total, así como al incremento en el déficit de las finanzas estatales.
El proyecto, dicen, es viable siempre y cuando se solucionen con antelación los problemas de la descentralización.
Sin embargo, señala, hasta ahora la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, responsable de la elaboración y justificación del Presupuesto de Egresos de la Federación, ha rechazado las peticiones de los mandatarios estatales y de plano se deslinda de cualquier responsabilidad al respecto.
Recursos desiguales
El texto destaca la actual falta de equidad y transparencia en la asignación y distribución de los recursos federales, al grado de que se ha afectado la operación de algunos programas básicos. También menciona que la disponibilidad presupuestal se basa erróneamente en el gasto histórico, lo cual no refleja las necesidades de salud de la población ni garantiza la redistribución de los recursos entre entidades federativas.
En relación con el abasto de medicamentos, el análisis -presentado la semana pasada en el Senado de la República- se refiere a los inconvenientes del sistema de compras consolidadas y que al final conduce a una mayor erogación económica.
El documento, que también es base de análisis de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), destaca que los nuevos programas federales se aplican con dinero insuficiente y ni siquiera previsto en sus presupuestos anuales. Ese es el caso del seguro popular de salud.
Otra de las carencias significativas de los servicios de salud estatales se refiere a la falta de infraestructura, además de que tampoco disponen de asignaciones específicas para el saneamiento, mantenimiento, conservación y construcción de nuevos hospitales.
Por lo anterior, los secretarios de finanzas del país opinan que la iniciativa de la Secretaría de Salud para aplicar una reforma financiera al sector se basa en la reducción del monto del Fassa y su posterior eliminación.
Los funcionarios coinciden con el gobierno federal en la necesidad de invertir en salud y garantizar a todos los mexicanos el acceso a la misma, ''pero no podemos hacerlo cuando conocemos que existen diversos problemas que durante años no se han resuelto, agravando no sólo este sector, sino a las finanzas estatales en su conjunto".
Los secretarios de finanzas locales, constituidos en el Grupo de Trabajo sobre el Proceso de Descentralización del Gasto en Salud, incluyen en su análisis al seguro popular de salud y la problemática que las entidades han enfrentado para ponerlo en marcha.
Por el incumplimiento en la transferencia de recursos económicos por la Federación, los estados han tenido que solicitar préstamos. Los funcionarios dicen que el nuevo esquema de aseguramiento no cumple con el objetivo de fortalecer a la salud, porque limita financieramente otras necesidades, al absorber recursos de programas como el Fassa, Ampliación de Cobertura e incluso Oportunidades.
Varios estados manifestaron que los centros de salud y hospitales generales carecen de infraestructura suficiente; requieren de personal calificado en las distintas enfermedades, así como disponibilidad de tiempo, y existen problemas para garantizar la compra de medicamentos.
Además, señala el diagnóstico, no se dio a los afiliados una información oportuna sobre los derechos que adquirían al inscribirse al seguro popular en la prevención de enfermedades. El resultado es que sólo ha crecido la demanda en las áreas de urgencias y con ello el gasto en la compra de medicamentos, además de que no se cuenta con el suficiente personal para atender a los pacientes.
En relación con la afiliación de las familias más pobres del país, el texto admite que éstas no se pueden adherir al seguro popular y si lo hacen es por periodos cortos, sólo cuando se enferman, con lo que se encarece el costo