Ya son 23 los guanajuatenses muertos este año

El migrante se aventura por "tradición": Romero Hicks

"Mi esposo se arriesgó por la miseria", declara una viuda

MARTIN DIEGO, CLAUDIO BAÑUELOS Y VICTOR RUIZ CORRESPONSALES

La Secretaría de Gobierno de Guanajuato confirmó que eran originarios de Celaya dos de los tres migrantes hallados muertos el martes dentro de un tren en Houston, Texas. En tanto, el gobernador de la entidad, Juan Carlos Romero Hicks, sostuvo que "la gente que se aventura en la búsqueda de una oportunidad del lado de Estados Unidos lo hace por costumbre o por tradición, o porque va en busca de sus familiares radicados en aquel país".

En un boletín, el gobierno guanajuatense señaló que a partir de credenciales que había en los cadáveres encontrados en Houston, se determinó que uno de ellos era Eduardo Rodríguez Yáñez, de 41 años, oriundo de Allende, y el otro Pedro Chávez Martínez, de 17 años, nacido en Tenería de Santuario.

Informó también que Juan Carlos Alcaraz fue asesinado de un disparo y se le halló el miércoles en el desierto de Arizona. Con estos casos ya son 23 los guanajuatenses que perecen este año al intentar cruzar sin documentos a Estados Unidos.

Por otra parte, el gobernador afirmó que "por el bien" de México y Estados Unidos, "urge" que ambas naciones acuerden "una política de migración más integral". En entrevista, informó que cada año cruzan la frontera norte 110 mil guanajuatenses, 34 mil de ellos "de manera indocumentada", pero insistió en que el efecto migratorio "se da con mayor frecuencia por motivos de costumbre y cultura".

Sin embargo, para María Azucena, viuda de Jesús Vázquez Barrera, a quien el domingo pasado dio muerte el custodio de un rancho en el condado de Webb, Texas -quien argumentó haberlo confundido con un jabalí-, la migración tiene otra explicación: "aquí ya no aguantamos tanta miseria, por esa razón se fue Chuy".

En entrevista que concedió en la comunidad La Sauceda, a la sombra del cerro del Cubilete y sobre la carretera libre Silao-Guanajuato, María Azucena negó que la gente de ese estado emigre por "costumbre". "No es cierto. ƑUsted cree que por gusto la gente se va a la muerte?"

Jesús Vázquez, padre de dos niños, salió de La Sauceda el jueves pasado, junto con tres amigos a quienes hasta ayer resguardaban autoridades estadunidenses. "Entre nosotros juntamos el dinero que pidió el coyote, mil 500 dólares", recordó el padre de la víctima, Pablo Vázquez. "Yo nomás quiero que me hagan el favor de traérmelo. Ya no pedimos más que enterrarlo donde nació", afirmó.

Entrevistado por separado, el alcalde perredista de la capital de Guanajuato, Rafael Villagómez Mappes, ofreció a los deudos de Jesús apoyarlos en el traslado del cuerpo y los gastos funerarios con "entre 7 y 8 mil pesos, no tenemos más".

Detienen a 239 centroamericanos

En otro contexto, el Instituto Nacional de Migración (INM) y la policía sectorial de Chiapas capturaron a 239 indocumentados centroamericanos en operativos en los municipios de Huixtla, Tapachula, Tuxtla Gutiérrez y La Concordia.

En las inmediaciones de la estación de ferrocarriles de Tapachula, policías y elementos del INM detuvieron a 59 migrantes oriundos de Guatemala, Honduras y El Salvador. Además, en Huixtla, 50 agentes federales y estatales capturaron a 100 personas -en su mayoría guatemaltecos- que viajaban en un tren carguero procedente de Ciudad Hidalgo, población fronteriza con Guatemala.

Además, personal del INM detuvo en un hotel de Tuxtla Gutiérrez a 24 hondureños y dos guatemaltecos, que no lograron comprobar su estancia legal en territorio mexicano. En el municipio de La Concordia fueron aprehendidos 54 extranjeros indocumentados procedentes de Guatemala, Honduras y El Salvador, cuando viajaban en autobuses y taxis. El martes, la policía preventiva estatal de Oaxaca detuvo en el municipio de Matías Romero a 31 centroamericanos más.

En otro contexto, la Policía Federal Preventiva arrestó a los presuntos polleros Gilmar Ascencio Santiago y Hugo Alberto Alcantar -nacidos en Guatemala y Aguascalientes, respectivamente- en el aeropuerto Jesús Terán Peredo, de la capital aguascalentense, antes de que abordaran un avión a Tijuana, Baja California, informó la delegación de la Procuraduría General de la República en la entidad.