México D.F. Jueves 5 de junio de 2003
Petróleo, la verdadera razón de
la guerra, afirma subsecretario de Defensa estadunidense
Niegan EU y Gran Bretaña haber manipulado informes
sobre Irak
Blair pide "paciencia" para encontrar las armas No
se presionó a la CIA: Washington
REUTERS, AFP Y DPA
Londres, 4 de junio. El primer ministro británico,
Tony Blair, calificó este miércoles de "completamente falsas"
las acusaciones de que su gobierno manipuló los informes sobre el
presunto arsenal de Saddam Hussein, aunque rechazó una investigación
independiente sobre el asunto, mientras el Pentágono estadunidense
desmentía también haber manipulado información para
justificar la invasión a Irak.
En tanto, el subsecretario de Defensa estadunidense, Paul
Wolfowitz, reconoció que el petróleo fue el principal motivo
de operación militar en Irak, publican los diarios alemanes Der
Tagesspiegel y Die Welt, según citó Europa Press.
Lo del arsenal de Irak fue una excusa "burocrática"
con la que se pretendía conseguir apoyo para el ataque, había
admitido ya Wolfowitz ante la revista estadunidense Vanity Fair.
Ahora, habría admitido esto ante los delegados en Singapur a la
cumbre de seguridad de Asia, cuando le preguntaron por qué se dio
un tratamiento distinto sobre el tema de las armas de Corea del Norte.
En
este contexto es que se desarrolla la polémica en Londres y Washington
por las razones de la invasión al país árabe.
Las acusaciones, según las cuales hubo datos agregados
en el informe de los servicios secretos británicos sobre Irak para
hacerlo más interesante, "son completa y totalmente falsas", sostuvo
hoy Blair ante la Cámara de los Comunes.
Blair confirmó que una comisión conjunta
de los servicios secretos y de seguridad (ISC) del Parlamento llevaría
adelante una investigación. Pero los miembros de esta comisión
son nombrados por el primer ministro, quien además recibe los informes
y puede extraer todas las referencias que considere sensibles, antes de
entregarlos al Parlamento.
Blair, en cambio, rechazó los pedidos -de la oposición
conservadora y liberal-demócrata- en favor de una investigación
independiente a cargo de un juez, y una propuesta en tal sentido también
fue derrotada en la Cámara, dominada por el oficialismo.
Pero incluso más de 50 parlamentarios dentro de
las propias filas laboristas firmaron ayer una petición oficial
para exigir una investigación independiente.
Sobre el hecho de que las fuerzas invasoras en Irak aún
no hayan encontrado evidencias de la existencia de armas de destrucción
masiva, Blair sostuvo que el gobierno iraquí había iniciado
en diciembre pasado una "campaña para disimularlas".
Pidió paciencia una vez más para encontrarlas
y sostuvo que por el momento las fuerzas angloestadunidenses centran sus
esfuerzos en la reconstrucción del país para hacer frente
a la crisis humanitaria.
Al respecto, el opositor Charles Kennedy recordó
que Blair pide la paciencia que no quiso conceder a quien la reclamaba
antes de la guerra -el jefe de la misión de inspectores de la ONU,
Hans Blix-, para continuar su trabajo en el país árabe en
busca de pruebas sobre ese presunto arsenal.
Cobra fuerza la polémica
Las acusaciones de manipulación de datos militares
sobre Irak cobraron fuerza hoy al conocerse una información de la
BBC, que citó a una fuente de inteligencia según la cual
Blair quiso dar más fuerza a su informe sobre armas, y entonces
agregó la referencia de que Irak podría utilizar las mismas
en sólo "45 minutos".
La polémica estalló el 29 de mayo, cuando
un alto funcionario de los servicios de inteligencia declaró a la
BBC que el gobierno había ordenado introducir cambios al documento
elaborado por dichos servicios sobre Irak, para exagerar el riesgo representado
por Hussein.
Según el jefe del bloque laborista en el Legislativo,
John Reid, se trata de una intriga de algunos miembros del servicio secreto
que se oponen a Blair.
Mientras tanto, en Washington, un funcionario de alto
rango del Pentágono, Douglas Feith, desmintió en conferencia
de prensa "los rumores que están comenzando a adquirir proporción
de leyenda".
Feith negó así que el Pentágono hubiera
presionado a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) o a cualquier otra
dependencia de inteligencia, para que dijeran que tenían evidencia
de que Bagdad poseía armas de exterminio y programas para
fabricarlas. Según el diario The New York Times, el informe
que sacó tales conclusiones está siendo rexaminado por la
CIA para determinar si se calculó mal el alcance de la amenaza de
Irak.
Feith desmintió además que una unidad de
análisis de inteligencia sobre terrorismo de la Secretaría
de Defensa haya utilizado supuesta información de inteligencia con
fines políticos, con el objeto de justificar una guerra.
Explicó que la misión de esa unidad era
examinar la información de inteligencia existente para ver si existía
algún lazo entre grupos terroristas y Estados que los apoyaran.
Esa célula produjo "observaciones interesantes
sobre los vínculos entre Irak y Al Qaeda", que fueron entregadas
a la CIA en agosto, y contribuyó a "educar a mucha gente sobre el
hecho de que hay más cooperación e interconexión entre
estas organizaciones terroristas y promotores estatales de todo el espectro
ideológico".
La relación entre la red fundamentalista islámica
Al Qaeda y el gobierno laico de Irak fue uno de los argumentos de Estados
Unidos en los preparativos para la invasión.
El presidente de gobierno español, José
María Aznar, también se refirió a las acusaciones,
sosteniendo en Lisboa que "los que no han sido especialmente favorecidos
por el tratamiento de esta crisis, pueden decir ahora que se trata de una
gran mentira".
Siguiendo la línea abierta en Gran Bretaña,
la oposición española exigió hoy al conservador Aznar
que explique dónde están las armas de destrucción
masiva cuya existencia esgrimió para apoyar a Estados Unidos.
En este contexto, un equipo de siete inspectores de la
agencia de vigilancia nuclear de Naciones Unidas (AIEA) partió hacia
Irak este día, para conducir una investigación limitada sobre
informes de saqueo en un almacén iraquí de sustancias radiactivas.
Estados Unidos ha limitado las funciones de esa misión
a contar cuántos contenedores con material radiactivo faltan y a
empacar las sustancias esparcidas en el local. Los inspectores no podrán
determinar la contaminación ambiental ni analizar informes de enfermedades
relacionadas con la radiación. El equipo tampoco podrá entrar
en el complejo principal de Tuwaitha y no tendrá acceso a otros
seis centros supuestamente saqueados después de la guerra.
También este miércoles, los primeros especialistas
estadunidenses encargados de colaborar en la búsqueda del presunto
arsenal de Hussein llegaron a Irak.
En tanto, las tropas estadunidenses registraron nuevamente
un sitio de Bagdad bombardeado en abril, en busca de pistas sobre el paradero
del derrocado presidente. Algunos soldados dijeron que se encontraron algunos
huesos.
Asimismo, las tropas estadunidenses, respaldadas por varios
tanques, se desplazaron a Fallujah para incrementar el control sobre esa
ciudad, a 70 kilómetros de Bagdad, y donde el descontento de la
población contra la ocupación aumenta.
Al mismo tiempo, en la capital, decenas de iraquíes
se manifestaron frente al edificio de la administración estadunidense
en Bagdad para reclamar la liberación de 15 oficiales de policía,
que habrían formado un grupo que se hacía llamar "ejército
para la liberación de Irak".
Por otro lado, el viceministro británico de Relaciones
Exteriores, Bill Rammell, dijo que el derrocado viceprimer ministro iraquí
Tarek Aziz, detenido en Bagdad por los estadunidenses, es interrogado en
esa capital sobre "algunos temas".
Durante un debate en la Cámara de los Comunes,
agregó que los iraquíes deberían ser implicados en
el juicio de los responsables del antiguo régimen que han cometido
"atrocidades inenarrables".
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