México D.F. Lunes 9 de junio de 2003
Al ser declarados civiles enfrentarían
en el fuero federal cargos por desaparición forzada
Adelantan procedimiento para dar de baja del Ejército
a Quirós y Acosta
Podrían ser enviados a una prisión no
militar, como La Palma, en Almoloya de Juárez
JESUS ARANDA
La sentencia del Supremo Tribunal Militar (STM) que ordena
dar de baja del Ejército a los generales Francisco Quirós
Hermosillo y Arturo Acosta Chaparro al término de su sentencia de
15 años de prisión por vínculos con el narcotráfico
y cohecho (en el caso del primero) fue modificada en los hechos por un
acuerdo del secretario de la Defensa Nacional con el que se inició
el procedimiento para que ambos dejen de pertenecer al instituto armado.
Esta decisión podría tener impacto no sólo
en que ambos generales "se conviertan en civiles", sino también
en el proceso penal que se les sigue por el homicidio calificado de 23
campesinos en el marco de la guerra sucia.
De acuerdo con fuentes de la defensa de los militares,
de aprobarse el procedimiento de baja habría tres escenarios: el
primero, que al ser declarados "civiles" sean juzgados por el fuero federal
en el proceso relacionado con la guerra sucia; segundo, que el alto
mando los pueda enviar a una prisión civil (presumiblemente La Palma,
en Almoloya de Juárez), y el tercero, que por inconsistencia en
el proceso pudieran ser liberados vía amparo de la sentencia en
su contra de 15 años 3 meses de prisión.
El
28 de abril pasado, el STM modificó la sentencia condenatoria de
ambos generales por su participación en el delito de narcotráfico
y cohecho (en el caso de Quirós). De entrada, los magistrados militares
revocaron la libertad preparatoria que les había concedido el Consejo
de Guerra, es decir, la sentencia de primera instancia aunque era de 16
años de prisión, les permitiría salir libres al cumplir
una cuarta parte de la pena, y como fueron detenidos en agosto de 2000
tendrían el derecho a la libertad a finales del año próximo.
La razón fue que la libertad preparatoria la concedió
el Consejo de Guerra con base en la legislación militar, pero el
fuero federal considera el narcotráfico como delito grave y sin
derecho a libertad anticipada, por lo que tendrán que cumplir la
sentencia de 15 años, salvo que sea impugnada ante tribunales federales
vía amparo.
Además, la sentencia establecía la destitución
del empleo de general (de división, Quirós, y brigadier,
Acosta), la pérdida de derechos adquiridos, como portar condecoraciones
y uniforme militar, y la baja del instituto armado, pero con una salvedad,
la baja como militares sería a partir "de que quede extinguida la
pena de prisión", como establece la sentencia condenatoria.
Sin embargo, días después de la sentencia
del STM, el Estado Mayor de la Defensa Nacional emitió el acuerdo
30392 dirigido a Quirós Hermosillo (Acosta recibió otro documento
similar en la celda que comparten, aunque en realidad es un pequeño
departamento en la prisión del Campo Militar número Uno),
en el que se le informa que por acuerdo del secretario de la Defensa Nacional,
general Ricardo Clemente Vega García, se le informa de su baja del
Ejército Mexicano.
Según fuentes de la defensa de Quirós, con
este documento se pretende pasar por encima de la Constitución,
ya que mediante un acto administrativo el alto mando deja de lado una sentencia
que ya fue confirmada por el órgano superior de justicia del Ejército.
En el citado documento se indica que con fecha 19 de mayo
se giraron instrucciones a la Dirección de Personal de la Secretaría
de la Defensa Nacional, mediante el oficio 125/44075, en el que además
se ordena "que proceda a la cancelación de la patente" que otorga
el grado de general de división a Quirós Hermosillo.
Sin embargo, ni en la sentencia emitida por el Consejo
de Guerra ni en la del STM se hace referencia alguna a la pérdida
de patente, por lo que las instrucciones del secretario de la Defensa Nacional
podrían ser impugnadas legalmente aduciendo que el funcionario se
extralimitó en sus funciones.
De acuerdo con el derecho penal en México, precisaron
los abogados, las penas y sanciones en procesos penales "no se interpretan;
se leen y se aplican a la letra", lo cual no se está cumpliendo
en el caso de los generales.
La "confusión" legal que genera esta decisión
del alto mando, comentaron, puede tener repercusiones que quizá
no se tomaron en cuenta, pero que están generando "al menos confusión
en términos jurídicos".
De entrada, el que pasen a ser "civiles" los apartaría
del fuero de guerra, y entonces la Fiscalía Especial para Movimientos
Sociales y Políticos del Pasado podría actuar en su contra
por desaparición forzada de las víctimas de la guerra
sucia, es decir, la procuraduría militar -que los consignó
penalmente por homicidio calificado- tendría que declinar su competencia
y dejar en manos del fuero federal la investigación y eventual castigo
de los dos generales.
No obstante, a la defensa de los generales le preocupa
que el alto mando inicie una acción similar a la que aconteció
cuando el general José Francisco Gallardo fue enviado de la prisión
militar al penal de Neza Bordo, aduciendo que como la justicia militar
lo había destituido de su puesto de general brigadier, ya era "civil"
y por lo tanto tenía que purgar su sentencia en un penal de esas
características.
El otro escenario, que sería el más optimista
para los generales, sería el que debido a las contradicciones que
han tenido lugar en el proceso seguido en su contra en el fuero militar,
se logre vía amparo su absolución de los delitos de narcotráfico
y sólo quedaran pendientes del proceso relacionado con los años
setenta y ochenta, en donde confían obtener un juicio favorable
en razón de que no habría pruebas contundentes en su contra.
"En el peor de los casos", que haya elementos suficientes,
Quirós y Acosta no serían los únicos penalmente responsables,
sino que el proceso incluiría a todos los militares que actuaron
en contra de los grupos guerrilleros y que años después llegaron
a ocupar los más alto cargos en el Ejército, incluso el de
secretario de la Defensa Nacional (en la persona del general Enrique Cervantes
Aguirre).
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