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México D.F. Lunes 9 de junio de 2003
León Bendesky
La isla del tesoro
omos unos ingratos los mexicanos que no nos damos cuenta del tesoro que tenemos en el país. Cuando menos eso creen los secretarios de Hacienda y de Gobernación que se quejan de quienes no comparten su visión idílica de la situación que prevalece. Los incrédulos no parecen ser una minoría. El desencanto crece a medida que se aleja el escenario previsto por el entonces candidato Vicente Fox, cuando andaba animoso en campaña por la Presidencia. Ahora él mismo contradice a su secretario de finanzas en cuanto a la expectativa de crecimiento de la economía para este año: 3 por ciento sostiene aquél, 2.3 por ciento corrige el Presidente, con lo que en la primera mitad de su gobierno el promedio apenas llegaría a un magro uno por ciento.
Cuál tesoro es el que advierten los secretarios, Ƒel de la estabilidad macroeconómica? Digamos que la menor inflación es una ventaja, que sin crecimiento del producto, sin crear bastantes más empleos y sin un aumento efectivo y duradero de la productividad no provoca un cambio en la condición de estancamiento crónico que registra la economía mexicana durante dos décadas. ƑCuál es el tesoro de un país en que el producto por habitante ha aumentado en promedio en ese mismo periodo sólo 0.4 por ciento, mientras se concentra cada vez más el ingreso entre las pocas familias más ricas? Las mismas 300 que le gustaba señalar a Agustín Legorreta como un número muy cómodo de manejar. ƑEs un tesoro del que se pierden los migrantes encerrados en ardientes tráileres en Arizona o en Texas?
ƑA cuál tesoro se refieren los funcionarios cuando la situación fiscal del país es apremiante y el gobierno prácticamente ha cancelado su papel en la inversión en infraestructura, aunque habla de acrecentar la competitividad en la economía global? ƑCuál es el tesoro de una economía en la que los bancos viven de la renta que les pagan todos los mexicanos año tras año, cumplidamente, por los pagarés del Fobaproa y los títulos del IPAB? Ese sí es un verdadero tesoro, generado cuando se socializaron las pérdidas ocasionadas por la crisis de 1995 y se privatizan las ganancias que se llevan los bancos que ahora son propiedad de consorcios extranjeros. ƑEs acaso un tesoro el legado de Zedillo, una crisis bancaria cuya gestión creó un oneroso saldo económico y social que no acabará de liquidarse durante muchos años más? ƑSabrán esto en Harvard cuando conceden sus títulos honoríficos?
El secretario de Hacienda sabe bien todo esto y más, y ahora se exalta con la imagen del tesoro que ha creado su gestión de la economía y que no reconocemos. ƑSeguirá creyendo en el tesoro que resguarda cuando se venzan en 2005 los pagarés por un monto de 176 mil millones de pesos del Fobaproa más los emitidos por el IPAB? Todos simulan en torno a esta historia y al conflicto que se ha abierto sobre este tema. El diputado del PAN y presidente de la Comisión de Hacienda, Luis Pazos, declaró que el Congreso está muy interesado en que se resuelva el asunto de Fobaproa, por lo que exhortan a las partes -Hacienda, IPAB y banqueros- a llegar a un acuerdo. Pazos finge: el asunto no es de acuerdos -sobre todo cuando esas partes están todas entrelazadas en una red de intereses en la que el secretario de Hacienda ocupa un lugar central-, sino de aplicación de la ley.
Los observadores internacionales saben de las posibles consecuencias que tendría hacer una nueva auditoría a los bancos como marca la ley, y por la que tuvieran que devolver parte de los recursos que recibieron de Fobaproa a cambio de deudas no elegibles. UBS Warbug (4 junio 2003) considera que se sustituirá el total de los pagarés de Fobaproa por otros del IPAB que son incluso de mejor calidad, pues esos sí son deuda pública, pero no descarta una resolución judicial o un acuerdo negociado que haga que los bancos acepten un descuento en los pagarés. El Financial Times advierte sobre la incertidumbre que existe, pues Hacienda ha abierto una controversia constitucional para terminar con el asunto de las auditorías y cita a un analista de Moody's, quien señala que si ante la evidencia de no pago del valor total de los pagarés de Fobaproa tuviera que reducir su valor nominal en 20 por ciento, eso dejaría en una situación comprometida a los bancos. Bancomer admite también esa posibilidad en su reciente prospecto para la colocación de acciones (página de Internet de la BMV). Moody's misma (mayo 2003) aprecia el asunto a partir del efecto sobre el crédito bancario que podría derivarse de la mayor liquidez ocasionada por el pago de los pagarés en 2005 y el destino que de ella hagan los bancos. No se puede asegurar que esos fondos financien la inversión interna y que no se vayan raudos al exterior.
Nadie sabe ahora qué va a pasar, pero entre líneas se aprecia la confianza de los bancos y los inversionistas de que no pasará nada grave, que esto se resolverá "a la mexicana", como casi siempre. El gobierno no puede hacer ese pago de los vencimientos que ocurrirán en año y medio por falta de recursos, y no tendría que hacerlo sin antes realizar la revisión que exige la Auditoría Superior de la Federación; finalmente no debe olvidarse que el Fobaproa no era siquiera un fideicomiso público, sino de carácter privado. Así se manejó la crisis bancaria, con criterios laxos, acuerdos no transparentes y una carga fiscal enorme. ƑPor qué tanta reticencia de Hacienda a cumplir con la ley del IPAB y hacer las revisiones exigidas? No tenemos una respuesta convincente. Para la búsqueda de tesoros nos quedamos, por supuesto, con Stevenson.
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