La separación de esa área y la de teatro trascenderá en diversos ámbitos, señala

Ahora la danza ocupa en la UNAM el sitio que debió tener siempre: Solares

Antonio Crestani permanece al frente de Teatro y Enrique Estrada asumió la otra dirección

Pendiente, resolver la relación de la universidad con el Seminario del Taller Coreográfico

CARLOS PAUL

Desde el pasado jueves la Dirección de Teatro y Danza de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se restructuró y por acuerdo del rector Juan Ramón de la Fuente se crearon las direcciones de Teatro y de Danza.

Como dimos a conocer en estas páginas (La Jornada, 6/06/03) tal acuerdo implica la separación, también, de los recursos humanos, financieros y materiales de la extinta dependencia.

Con dicha medida, ''la danza ocupa el lugar que debió tener siempre", destaca en entrevista Ignacio Solares, coordinador de Difusión Cultural de la UNAM. Ahora, explicó, no va a ser lo mismo cuando surja un proyecto. Antes lo proponía una jefatura de departamento, ahora lo hará una dirección.

La creación de ambas direcciones ''venía de una propuesta hecha en un congreso en 1990. Siempre se intentó y el camino fue difícil, pero hasta ahora se dieron las condiciones".

Es un acuerdo, expresa Solares, ''que creo va a trascender no sólo en el ámbito universitario, sino en el citadino y espero que a escala nacional".

Reconocimiento a la danza

Respecto del presupuesto para ambas instancias, explica Antonio Crestani, ahora sólo titular de Teatro, ''entre 38 y 40 por ciento del presupuesto (30 millones de pesos) de la ex Dirección de Teatro y Danza será destinado a la de Danza, que encabeza Enrique Estrada. Un porcentaje parecido de personal también pasará a este órgano".

El acuerdo, que se produce a seis meses de que el rector Juan Ramón de la Fuente concluya su gestión, ''es un reconocimiento a la danza", expresa Crestani.

''Ahora -explica Estrada- se podrán atender las necesidades específicas de esa comunidad mediante un consejo asesor, como lo tiene el área de teatro. Están por cuestionarse, experimentar e inventar muchas cosas."

''Creo'', añade Crestani, ''que la Dirección de Teatro y Danza había llegado a su máxima capacidad para conjuntar ambas áreas. ƑCómo pensamos que pueden rendir mejores resultados? Dividiéndolas. Esperamos que en la próxima administración de la UNAM haya también un impacto mayor en el presupuesto, pues será no una, sino dos personas las que busquen recursos.

''Queremos, si no nos toca estar -añade Crestani-, que de aquí a cuando termine en noviembre próximo la gestión del rector De la Fuente haya un proceso de división responsable y transparente, sin sobresaltos, que permita entregar buenas cuentas.''

Aunque todavía hay algunos pendientes, como la relación entre la UNAM y el Seminario del Taller Coreográfico, que es una asociación civil que por muchos años ha trabajado en las instalaciones de la sala Miguel Covarrubias y de la que han salido coreógrafos como Raúl Parrao y Marco Antonio Silva.

''En estos momentos -señala Crestani- se revisan los convenios y el aspecto legal de cuál va a ser exactamente su relación con la UNAM, ya que es una asociación civil.

''En situación semejante estarían las compañías Danza Contemporánea, Danza Universitaria o el Ballet Folklórico de la UNAM, que por más de 35 años han trabajado y se han dicho universitarios, pero sin reconocimiento oficial, pues la única con ese carácter es el Taller Coreográfico."