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México D.F. Jueves 19 de junio de 2003
Niegan priístas que El peso de la dignidad sea otro pase de charola
Los priístas pedirán el voto pero también dinero a sus militantes mediante un programa para tratar de solventar su precaria circunstancia financiera, tras la multa de mil millones de pesos que se le impuso por el Pemexgate, que incluye el promocional El peso de la dignidad, con una imagen de Roberto Madrazo repartiendo saludos. "No será un pase de charola. La austeridad implicará recortes, pero no despidos", se afirmó.
El coordinador jurídico priísta, Miguel Angel Yunes, lanzó en tanto la advertencia respecto a los labastidistas por el escándalo de recursos que fueron de Pemex al sindicato petrolero y luego a las filas priístas. "Estamos concentrados en el 6 de julio y en un esfuerzo para superar una multa, derivada de un operativo de Estado. En esta visión el pasado sigue siendo pasado, pero en el futuro volvería a ser presente", señaló.
El peso de la militancia es el nombre de un programa encabezado por María Esther Scherman, en el que concurren también Fernando Pandal Graff, responsable de la Comisión de Financiamiento, el propio Yunes y Héctor Luna, de la Comisión de Presupuesto y Fiscalización, entre otros.
"Las condiciones nos imponen reducir al mínimo el tamaño de las estructuras partidistas", externó Vicente Mercado, secretario de Finanzas partidista, pero se van a respetar los derechos de los trabajadores. "En caso necesario haremos negociaciones individuales". Scherman presentó una videocinta en la que se despliegan las frases que sustentan el programa: "El peso de la unidad", "Peso a peso ganaremos", "El peso de la confianza", "El peso de la gente", con las imágenes de Madrazo, Elba Esther Gordillo y de dirigentes en la búsqueda de acercamiento con su militancia, que podrá "aportar" en una cuenta bancaria concentradora a partir del 10 de julio hasta 5 millones de pesos, los simpatizantes hasta 1.2 y las organizaciones "adherentes" hasta 50 millones. Habrá series foliadas por entidad federativa.
Cuando no se ha disipado el efecto del escándalo por el Pemexgate, los priístas volvieron a hablar de esquemas de autofinanciamiento, juegos, sorteos, colectas públicas, propaganda utilitaria, torneos de futbol y hasta una feria internacional del libro. RENATO DAVALOS
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