El Jefe regresó con el mensaje de que no quiere a Medina Plascencia agitándole las aguas

Escarceos entre Fox y Fernández de Cevallos para restablecer sus relaciones políticas

JUAN MANUEL VENEGAS

Con acercamientos directos que iniciaron apenas este lunes, el presidente Vicente Fox Quesada y el senador Diego Fernández de Cevallos buscan "restablecer el diálogo y la relación política" que implicaría, inclusive, "la vuelta" del senador a la "operación política" asuntos del Ejecutivo federal, ante el panorama que "evidentemente se le descompuso al mandatario y al propio Partido Acción Nacional".

Gente muy cercana a Fernández de Cevallos precisó ayer a este diario que la relación con el presidente Fox "se tensó" en las pasadas semanas no sólo por "los ataques" que se lanzaron en contra del abogado por medio de una televisora, sino porque "quedaron muy al descubierto, evidentes y claras, las intenciones de quitarlo de la coordinación parlamentaria" del PAN en el Senado de la República, e identificó a Carlos Medina Plascencia como el responsable de llevar a cabo el "cabildeo interno" para crear un ambiente desfavorable al llamado jefe Diego.

"Medina Plascencia traía luz verde", advirtieron, pero "los escenarios cambiaron". Y una muestra de ese "cambio" es la decisión de Fernández de Cevallos de regresar a las reuniones semanales que la cúpula partidista sostiene con el presidente Fox y sus principales colaboradores en Los Pinos.

En la Presidencia de la República aceptaron que, efectivamente, Fernández de Cevallos "ha cambiado su actitud", luego de que acusara al Ejecutivo de, por lo menos, dejar pasar el "fuego" en su contra. En los días pasados, dijeron también, ha "mandado señales muy claras" de pretender un acercamiento.

Como publicó en su edición de ayer La Jornada, el panorama panista se complicó a 17 días de los comicios federales para renovar la Cámara de Diputados. Sus propias encuestas apuntan hacia una disminución en el número de curules y la probable pérdida de importantes bastiones partidistas; internamente, además, aparecen diversas disputas por el control y posiciones en el partido, y la directiva que encabeza Luis Felipe Bravo Mena se ve cada más distante del círculo en el que se toman las decisiones: Los Pinos.

En el espectro que rodea a Fernández de Cevallos se confirmaron esos escenarios "de crisis interna", pero enfatizaron que Diego "no está en situación de mantener la confrontación con el Ejecutivo", pero "tampoco dejará pasar más los intentos por desplazarlo de la coordinación de los senadores".

Por eso regresó, el lunes pasado, a las reuniones del Presidente con el partido: "con ánimo de conciliar, pero también con el mensaje de que no quiere más a Medina Plascencia agitándole las aguas" entre la directiva y el grupo de senadores.

Y aunque en la reunión del pasado lunes en Los Pinos se abordaron varios temas -todos relacionados con el proceso electoral- en "el fondo" está el acercamiento directo para "restablecer el diálogo y la relación política" entre el presidente Fox y Fernández de Cevallos.

Lo que sí quedó claro es que la disputa entre los grupos que dominan en el panismo se extenderá más allá de los comicios del 6 de julio, independientemente del resultado.

Primero, porque también en el grupo de Fernández de Cevallos es notoria la inconformidad con la directiva de Bravo Mena, al que además les siguen achacando "su pasividad" en el caso de la exclusión del ex procurador Antonio Lozano Gracia de la lista de plurinominales.

Poco le apuestan a un dirigente que, como Bravo Mena, "soltó" ya las riendas del partido. Y porque Medina Plascencia no sólo "se echó el boleto" de pretender desplazar a Fernández de Cevallos de la coordinación parlamentaria, sino que desde la jefatura nacional de la campaña del PAN empezó a "tejer" para sus propios intereses a corto y largo plazos, que van desde la posibilidad de sustituir a Bravo Mena, hasta la de presentar -con ventaja en la estructura del partido- su precandidatura a la Presidencia de la República.