Estrena mañana su espectáculo Foximiliano y Martota en el teatro-bar El Hábito

Mediante el cabaret, Jesusa propone el juicio de la historia

En cuestión de humor político lo más importante es lo que el pueblo expresa, dice la directora escénica El gobierno de hoy, ''gran farsa de guiñol, de derecha mocha y analfabeta''

CARLOS PAUL

El juicio de la historia: un juego de espejos que intenta reflejar un futuro. Un delirante viaje por el tiempo que va de lo ridículo a lo patético, así define Jesusa Rodríguez su más reciente trabajo cabaretero Foximiliano y Martota, que mañana se estrena en el teatro-bar El Hábito.

El espectáculo se basa en tres personajes: Maximiliano, Carlota y Benito Juárez. ''Es una disertación sobre las razones de la historia -expresa Rodríguez-, de hecho uno de los personajes que aparecen en escena es la historia, que los juzgará, en referencia a la carta que Juárez envía a Maximiliano, la cual termina diciendo 'la historia nos juzgará'.

''Tratamos de conjugar una serie de significados contemporáneos a partir de que en estos momentos podría considerarse la muerte de la historia, en el sentido de que Bush y sus halcones fueron a matar su origen en Irak.''

La historia como personaje

''Hablamos del fin de la historia -explica la creadora escénica-, pero no en términos conservadores o filosóficos de hace 100 años, sino de los de hoy día. Por eso también es un personaje, el cual se relacionará con cada uno de los otros personajes.

''El espectáculo se titula así porque es vox populi, no es algo que hayamos inventado, así es como las personas en la calle llaman a Vicente Fox y Martita. Y en cuestión de humor político lo más importante es lo que el pueblo dice de sus gobernantes.

''Llamarlos así tiene diversas implicaciones, desde las pretensiones desproporcionadas de la ahora pareja presidencial, hasta las ambiciones, también desmesuradas, de Maximiliano y Carlota. Si éstos eran ridículos, aquéllos son ahora patéticos.

''Aparece también el gato persa de Carlota -agrega Jesusa-, que no sé si la gente lo sepa, pero la historia dice que desde ese entonces la emperatriz le llamaba Jorge G. Castañeda."

Con esos personajes se conjuga un espectáculo ''que va desde la disertación filosófica de la historia contemporánea hasta la gran farsa de guiñol que es el gobierno actual de derecha mocha y analfabeta que tenemos.

''La historia como personaje agarra parejo, pero lo importante es que intentamos reflejar el sentir de la gente; qué le preocupa al ciudadano común, desde la señora que vende garnachas en la esquina hasta el político o al empresario más encumbrado.

''Nuestro trabajo ha sido escuchar y de ahí reflexionar mediante el cabaret. En esta ocasión es un espectáculo en proceso, que se va a complementar con el público y su percepción, es decir, la propuesta va a ir decantándose hasta convertirse en otra, transformación que en lo personal me parece muy interesante. El estreno, aunque ya se presenta una obra acabada, es también un primer acercamiento a esa idea.''

Humanidad pasmada

''Lo que he venido sintiendo desde la invasión de Estados Unidos contra Irak a la fecha -comenta Rodríguez- es un pasmo general. Siento que como humanidad nos quedamos pasmados mirando un holocausto que no se completó. Nos imaginábamos la tercera guerra mundial, que iba a dejar la tierra devastada, pero creo que el estallido atómico fue moral y, éticamente, la Tierra quedó destrozada.

''Vimos cómo mataron no sólo a las personas, sino al más preciado tesoro cultural de la humanidad. Vimos cómo arrasaron con él, valiéndoles madre la gente y su cultura, en contra de todo lo que se hizo para detener esa guerra. Bush y sus halcones se salieron con la suya y ahora observamos cómo la Unión Europea se inclina ante Estados Unidos y sus lineamientos antiterroristas, pero eso sí, sin tocar a Ariel Sharon.

''Ahora tenemos a una humanidad pasmada, mirando cómo todos sus esfuerzos de unidad y de grandes protestas contra la guerra fueron inútiles. Creíamos que ese movimiento se iba a articular mundialmente y no fue así, aunque pienso que sigue siendo la única salida. Sin embargo, lo que sí se articuló y además está funcionando son las propuestas fascistas de Bush.

''El paralelo entre Hitler y el presidente de Estados Unidos es cada vez más asombroso, aunque muy superado por Bush, pues Hitler sólo planteó una guerra preventiva y Bush sí la realizó."

En ese contexto, en Foximiliano y Martota ''vamos a ver una fantasía; qué pensarían Juárez, Maximiliano y Carlota si mediante un espejo mágico, un arco histórico, pudieran mirar lo que va a ser el futuro del país. Primero, quiénes están hoy en el Castillo de Chapultepec, después qué pensaría Juárez de la aplicación de sus ideas liberales, con unos obispos metidos ahora en la política, con el clericalismo a todo lo que da y con Marta Sahagún como legionaria de Cristo, dándoles paso como si toda la historia de la Reforma hubiera sido inútil.

''Conjugamos, además, una de las inquietudes que ahora tienen los mexicanos, que se relaciona con quién será el próximo presidente de México. Muchos se preguntan, ¿y el 2006? ¿Se lanzará Martita, Madrazo, el Peje, Slim, Castañeda? ¿Regresará el PRI o no? ¿Quién será? Y ya que Juárez, Maximiliano y Carlota pueden ver el futuro, bien podrían ver tres años adelante."

La idea es exponer ''qué pensarían esos personajes históricos si pudieran asomarse a la realidad contemporánea. Eso es lo que intentamos con el espectáculo.

''Reflejar cómo es posible que a 140 años repitamos errores que habían sido superados, destacando sobre todo de qué nos sirve la historia si no le hacemos ningún caso. En un doble sentido, el espectáculo se convierte en: el juicio de la historia.''

Con música de Liliana Felipe, escenografía y títeres de Osvaldo Hernández, vestuario de Ana Calva, las actuaciones de Jesusa Rodríguez (Benito Juárez), Ana Francis Mor (Foximiliano), Nora Huerta (Martota), Marisol Gase (El gato Castañeda) y Cecilia Sotres (Dama), quienes conforman el grupo Las Reinas Chulas, Foximiliano y Martota se estrena mañana a las 21:30 horas en el teatro-bar El Hábito, ubicado en Madrid 13 esquina Centenario, Coyoacán. Funciones viernes y sábados, a las 21:30 horas.