México D.F. Lunes 23 de junio de 2003
Desaparición paulatina de comunidades y lenguas, advierten indicadores socioeconómicos
Indígenas migrantes carecen de apoyo oficial, revela un análisis del INI, Conapo y PNUD
ALMA E. MUÑOZ
Por primera vez el gobierno federal reconoce que no hay apoyo para los grupos indígenas que migraron de sus lugares de origen y se asentaron a lo largo de la República, además de alertar sobre la desaparición paulatina de diversas comunidades por el abandono de su lengua, debido a la inmigración hacia centros urbanos.
Según recientes indicadores socioeconómicos -elaborados por el Instituto Nacional Indigenista (INI), el Consejo Nacional de Población (Conapo) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)-, oficialmente sólo se reconocen 871 municipios completamente indígenas (con 9 millones 345 mil 113 pobladores), aunque en realidad 2 mil 413 tienen presencia etnolingüística.
Se agudizó la pauperización
De tal suerte, las estadísticas únicamente reportan la situación en la que subsiste 36 por ciento de los ayuntamientos con esas características y se dejan de lado los mil 542 que cuentan con comunidades indígenas dispersas, cifra que por cierto se incluye en los indicadores.
Con base en el nuevo estudio se modificarán políticas públicas para registrar cambios significativos en al menos 25 años. Es decir, se trata -como se aprecia en el texto elaborado por los investigadores Enrique Serrano Carreto, Arnulfo Embriz y Patricia Fernández Ham- de aceptar, por principio de cuentas, que se agudizó la pauperización de los grupos indígenas del país y que carecer de datos concretos respecto a su situación llevó al fracaso a proyectos gubernamentales para mejorar su desarrollo humano.
El análisis sostiene que en México hay 12.7 millones de indígenas, cifra que se alcanzó con base en el criterio lingüístico. Es decir, dejando a la gente la libertad de aceptar o no que habla alguna de las 42 variantes de las que se tiene referencia. Sin embargo, los autores lamentan que al paso del tiempo este método sufra una modificación, porque en las comunidades indígenas de Oaxaca, Hidalgo, Michoacán, Chiapas y Guerrero se detecta que las nuevas generaciones ya no hablan su idioma original.
Pero también reconocen que la migración impacta en esta problemática. Tomando como parámetro a 10 millones 189 mil 514 personas, resaltan que 11.2 por ciento abandonaron ya su lugar de origen y poblaron algunas entidades como Baja California -en donde a la par comenzaba a detectarse la extinción de algunas poblaciones como los cucapá, kumiai, cochimí o paipaí, porque el número de habitantes oscila entre 114 y 216- porque sus campos agrícolas atrajeron la mano de obra barata.
Por ser población flotante, la ayuda gubernamental que reciben es mínima, porque su condición de jornaleros agrícolas los orilla a emplearse en distintos lugares, dependiendo de zonas de cultivos y tiempos de cosecha.
Dispersión de etnias
Hasta el momento, se acepta que de 1990 a 2000 la dispersión indígena ocupó mil 542 municipios, aunque sólo 871 son considerados como preponderantemente indígenas, porque su población lo es en 70 por ciento y más.
De ellos, 295 se consideran con un grado de marginación muy alto; 363, alto; 87, medio; 45 bajo, y 81 con muy bajo, aunque todos tienen como común denominador el contar con fuertes porcentajes de viviendas sin agua entubada, electricidad, drenaje, que cocinan con leña y que sus habitantes -en un 56.8 por ciento- se ocupan en el sector primario, mientras tres de cada diez no reciben ingresos por su trabajo y 22.2 por ciento percibe de uno a dos salarios mínimos.
Aunque el objetivo de los antropólogos y algunos funcionarios es preservar esta cultura histórica, se reconoce que aún quedan indicadores por estudiar, especialmente en los centros receptores de indígenas en donde los estudiosos aprecian la conformación de nuevos conglomerados que se apartan de otros grupos poblacionales por su misma condición.
|