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México D.F. Lunes 23 de junio de 2003
REPORTAJE /ELECCIONES
EN GUANAJUATO
Decrecen intenciones del voto, según muestreos;
ex militantes, principales enemigos del partido
El PAN, en riesgo de perder 19 municipios, entre ellos
la tierra de Fox
El despecho de los panistas contra su propio partido amenaza
con echar abajo la promesa de ganar todo lo que estará en juego
el 6 de julio: 46 municipios, 22 distritos locales y 15 federales
MARTIN DIEGO CORRESPONSAL
Guanajuato, Gto., 22 de junio. Para que la cuña
apriete tiene que ser del mismo palo. Así reza el refrán
que, de cara a los comicios de julio próximo, puede cumplirse en
esta entidad, en la que los principales adversarios del Partido Acción
Nacional (PAN) son nada más y nada menos que políticos expulsados
de sus propias filas.
Apenas en las elecciones de julio de 2000, el PAN arrasó,
al obtener 28 de las 46 alcaldías guanajuatenses -habitadas por
80 por ciento de la población- y se llevó carro completo
en la Legislatura local. Tres años después, el panismo enfrenta
dificultades para retener León, Irapuato, Celaya, Silao y San Francisco
del Rincón, lugar donde por cierto el presidente Vicente Fox tiene
su residencia particular. Asimismo están también en riesgo
los municipios de Cuerámaro, Moroleón, Ocampo, Pénjamo,
Purísima del Rincón, Romita, San Diego de la Unión,
Silao, Tarimoro, Uriangato, Valle de Santiago, Victoria, Yuriria, Salamanca
y Dolores Hidalgo.
Los actuales apuros del PAN en Guanajuato empezaron en
la muy cuestionada convención que se celebró en enero de
2000, cuando la cúpula panista estatal escogió a Juan Carlos
Romero Hicks como candidato a la gubernatura. La decisión dejó
en el camino a Alfredo Ling Altamirano, hoy líder de la fracción
parlamentaria de ese partido en el Congreso local, y a Eliseo Martínez
Pérez, pese a que en aquella convención éste contaba
con el apoyo de la mayoría de los delegados estatales. A la vieja
usanza, la cúpula panista representada por los consejeros e integrantes
del Comité Directivo Estatal, hicieron uso de su voto de calidad
e inclinaron la balanza en favor del hoy gobernador, Romero Hicks.
Un año más tarde, Martínez Pérez
fue expulsado de las filas panistas por calificar de ilegal e inmoral la
designación de Romero Hicks como candidato a la gubernatura. Junto
con Martínez Pérez fueron expulsados otros panistas, entre
los que destacan Lucrecia Medina Plascencia -hermana de Carlos Medina Plascencia-,
el ex diputado federal Ricardo Ontiveros y Nicolás Falcón,
uno de los panistas más añejos, por citar algunos entre los
más de 300 del mismo calibre.
En enero de este año, el presidente del Comité
Directivo Estatal del PAN, Gerardo de los Cobos Silva, prometió
a su líder nacional, Luis Felipe Bravo Mena, "ganar todo lo ganable"
en las elecciones de julio. A medida que el proceso avanza, parece difícil
que Gerardo de los Cobos cumpla con su promesa. Los panistas no lograron
sanar las heridas que dejó la convención y hoy Eliseo Martínez
Pérez es el candidato de la alianza PRI-PVEM-Partido Fuerza Ciudadana
(PFC) a la presidencia municipal de León.
Por
si fuera poco, en el partido distintos grupos se enfrenten para ganar mejores
posiciones con la vista puesta en el proceso de sucesión de gobernador
para 2006. Entre esos grupos están los olivistas que apoyan
al actual secretario de Gobierno, Juan Manuel Oliva Ramírez; otro
grupo lo conforman los medinistas, que buscan al mejor candidato
al gobierno local previendo que Carlos Medina Plascencia resulte candidato
del PAN a la presidencia. Aparte están los ortodoxos y los
yunques, que para 2006 apuestan por la reinstauración de
un orden moral dentro del partido y por la marginación de los Amigos
de Fox.
A la pugna se suma otro grupo, al que ya se reconoce como
eliseísta, integrado por panistas que querían a Martínez
Pérez como candidato al gobierno de Guanajuato. Aunque con otras
siglas, parecen tener otra vez el firme propósito de llevarlo a
la gubernatura. Algunos de sus simpatizantes despachan hoy desde puestos
clave del gobierno estatal y municipal, y apoyan a candidatos de otros
partidos, lo que a juicio de la dirigencia estatal es una "revancha de
los disidentes".
Tal es el caso del alcalde de Celaya, José Manuel
Mendoza Márquez, a quien el síndico del ayuntamiento, Rodolfo
Herrera García, acusó de poner a disposición del candidato
del PRD "vehículos oficiales del ayuntamiento para pegar propaganda
del candidato Marcelo Gaxiola Félix". El alcalde guarda silencio
y se limita a responder "todo bien, todo bien, no pasa nada".
A la disputa por este municipio panista entró Manuel
Bribiesca Godoy, del Partido Liberal Mexicano, quien se presenta como "ex
marido de Marta María Sahagún Jiménez". Aunque no
tiene posibilidades de ganar, sí representará un factor que
reste votos al panismo.
El PAN por su parte tiene como candidato a José
Rivera Carranza, quien se ha limitado a realizar una campaña mediática.
Rivera asistió recientemente a un programa en la televisión
local llamado El purgatorio, en el que le colocaron una peluca de
payaso, jugó luchitas en lodo, fue sentado en un retrete y en su
despedida besó a un travesti quien le dijo que en caso de ganar
"ella" sería la primera dama de Celaya. El candidato sólo
sonrió.
El candidato del PRI es el empresario de las comunicaciones
Miguel Angel Chico Herrera, quien recibió el espaldarazo
del presidente del Banco Mexicano de Comercio Exterior, José Luis
Romero Hicks. En un acto público, el hermano del gobernador del
estado se comprometió a ser el asesor externo de la administración
municipal.
Las sondeos colocan a PRI y PRD con un mayor número
de simpatizantes que en 2000.
En Irapuato el edil panista Ricardo Ortiz Gutiérrez
evidencia su cercanía con el candidato del PRI, Gilberto Magaña,
conocido como promotor de la ocupación irregular de lotes. Magaña
tiene en su contra decenas de denuncias públicas por invasión
de predios. Ortiz Gutiérrez ha hecho acto de presencia en actividades
el movimiento Solidaridad (encabezado por el priísta) y, a su vez,
simpatizantes de Magaña acuden a los actos de gobierno de Ortiz
Gutiérrez, mismo que apoyó e hizo proselitismo en favor de
Martínez Pérez cuando éste aún era panista
y precandidato al gobierno del estado.
En Silao, que es otra demarcación panista y forma
parte del corredor industrial de Guanajuato, el Comité Ejecutivo
Nacional blanquiazul designó al panista Guillermo Aguirre
Velásquez. Esto ocasionó que el diputado federal panista,
Clemente Padilla Silva, quien aprobó el examen aplicado como requisito
para ser nominado candidato, aceptara postularse bajo las siglas del PRD.
En San Francisco del Rincón, donde Vicente Fox
tiene su lugar de residencia, el candidato panista Juan Carlos Sáinz
Lozano acusa a su compañero de partido, el alcalde Eduardo Arroyo
Roldán, de promover la candidatura del priísta José
Velásquez Villalpando. A decir de Sáinz Lozano, el alcalde
está molesto con el PAN porque "no se detuvo la investigación
de los recursos públicos en el rancho San Cristóbal y el
asunto se hizo más grande". Por esa razón "anda en apoyo
del candidato de la competencia", acusó.
Así, el despecho de los panistas contra su propio
partido amenaza con echar abajo la promesa de ganar todo lo que estará
en juego el 6 de julio: 46 municipios, 22 distritos locales y 15 federales.
Pero no sólo es eso, sino que también influirá el
comportamiento de algunos alcaldes de extracción panista, cuyos
excesos van desde el uso de la violencia contra movimientos sociales (San
Luis de la Paz, Irapuato, Salamanca, Romita, Celaya) hasta los sueldos
que varios ediles se han autorizado. Uno de ellos es el de Valle de Santiago,
municipio con alta tasa de pobreza y, en el que el edil Rogaciano González
se asignó un salario de 117 mil pesos al mes, mayor al del gobernador
del estado.
Diferentes muestreos consideran que el voto panista en
la entidad tiende a decrecer y refieren que los 19 municipios gobernados
por el PAN tendrán dificultades.
Así, entre estas y otras divergencias, el PAN parece
el peor adversario del PAN en las elecciones del próximo seis de
julio.
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