.. |
México D.F. Sábado 28 de junio de 2003
Más gasto, pero con recursos de reforma fiscal, considera S&P
Mayor endeudamiento afectaría estabilidad
ANTONIO CASTELLANOS
La calificadora Standard and Poor's (S&P) recomendó al gobierno de México no recurrir a un mayor endeudamiento para invertir en infraestructura, educación y salud, porque el déficit se dispararía. Esto, advirtió, pondría en riesgo la estabilidad de la economía y se regresaría al proceso de altibajos de la década de los 80. Ahora, el déficit consolidado con los pasivos del rescate bancario y carretero y los Pidiregas asciende a más de 262 mil 147 millones de pesos. Es de 3.8 por ciento del producto interno bruto (PIB).
Víctor Manuel Herrera, David Beers, Jane Eddy y Horacio Aldrete, representantes de la calificadora, hablaron en un seminario en el cual se analizó la calificación de la deuda de los países de América Latina. Los analistas estuvieron de acuerdo en que se debe gastar más, pero aclararon que los recursos deben provenir de una verdadera reforma fiscal. No hay que hacer caso a las voces que se escucharon recientemente para incrementar el déficit público. En el nivel actual de 0.5 por ciento del PIB, México mantiene una calificación estable para los siguientes tres años, precisaron.
Se refirieron a la deuda del sector privado y estimaron que para este año será de 3 mil millones de dólares; para 2004, de 3 mil 600 y para 2005, de 2 mil 200 millones de dólares. Hablaron de los problemas que tienen algunas empresas para cubrir sus pasivos, pero aclararon que el gobierno no tiene la intención de apoyarlas para su rescate. Muchas de ellas ya entraron en negociación con sus acreedores, como Transportación Marítima Mexicana, entre otras. La banca de desarrollo tampoco significa un problema para el gobierno federal, indicaron.
Herrera, director general de la oficina en México de S&P, manifestó que es más importante fomentar la inversión en un entorno de economía estable, que comprometer la estabilidad, porque nadie puede negar que déficit significa más deuda, menos financiamiento para el sector privado, menos inversión de los particulares y menos capacidad para los consumidores, porque el crédito lo acapara el gobierno federal.
|