México D.F. Sábado 28 de junio de 2003
Ambos candidatos a gobernar Sonora se dicen ganadores; contienda cerrada, según sondeos
Corral Avila y Bours violan "pacto de civilidad" y reinician ataques mutuos
Pese a sus cifras alegres, el abanderado perredista no tendrá el 25% de votos que obtuvo en 1997
CRISTOBAL GARCIA BERNAL CORRESPONSAL
Hermosillo, Son., 27 de junio. No obstante haber firmado el jueves un pacto de civilidad, los aspirantes a gobernador de los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI), Ramón Corral Avila y José Eduardo Robinson Bours Castelo, respectivamente, se enfrascaron en una nueva campaña de ataques y declaraciones.
El PRI ha difundido en los medios electrónicos locales que el abanderado panista estuvo en la cárcel en 1981 por evasión fiscal, por no cubrir el pago de importación de unos aparatos de aire acondicionado, y que además fue informante de la Policía Judicial del estado en el sexenio de Manlio Fabio Beltrones (1991-97).
En respuesta, Ramón Corral ha señalado al priísta como uno de los responsables de la crisis de los productores mexicanos que resultaron afectados con la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, así como de haber obtenido grandes ganancias con la venta de la empresa French Del Monte Produce.
El panista señaló que ante la falta de argumentos para ganar, su rival ha optado por lo que siempre lo ha caracterizado: las "mentiras y la difamación", con la intención de "sembrar el miedo" entre el electorado para que no vote.
Bours Castelo manifestó a su vez que la campaña negra que desde el inicio de la contienda electoral llevó a cabo el PAN, lo llevó a recuperar y dejar atrás al abanderado panista.
La firma del "pacto de civilidad" comprometía a los candidatos a dejar de lado los ataques personales y alentar la participación ciudadana para que acuda a emitir su voto el 6 de julio, sin embargo, Bours y Corral continúan con lo que ellos mismos han denominado campañas negras.
La presidenta del Consejo Estatal Electoral (CEE), Olga Armida Grijalva Otero, pidió calma a los candidatos para que en definitiva se abstengan de continuar con esta campaña que lo único que provoca es enrarecer el clima electoral. Confió que los candidatos "bajen el tono" y entren en un "compás de calma y reflexión", con el propósito de celebrar una jornada electoral con saldo positivo.
Si no hay reglas claras, advirtió, el 6 de julio podría convertirse en un "gran desorden" que lamentarían todos los sonorenses, especialmente los candidatos y los partidos políticos, porque estaría en riesgo la credibilidad de los resultados.
En esta recta final los dos principales candidatos a gobernar a los más de 2 millones de sonorenses "se dicen ganadores". Sin embargo, las preferencias electorales entre ambos se encuentra muy cerrada, según las encuestas realizadas por diferentes medios de comunicación.
Los aspirantes a la gubernatura iniciaron ya sus cierres regionales de campaña; este viernes el abanderado del PRI lo hará en Hermosillo, en tanto Corral Avila hará lo propio el sábado en Ciudad Obregón, tierra natal del candidato priísta, donde los pronósticos dan el triunfo al PAN.
El candidato del PRD al gobierno estatal, Jesús Zambrano Grijalva, no logró penetrar con su propuesta de gobierno entre el electorado sonorense, entre otros motivos porque la dirigencia nacional de su partido no canalizó los recursos comprometidos a su campaña, que ascendían a más de 8 millones de pesos.
El partido del sol azteca difícilmente alcanzará el 25 por ciento de la votación que obtuvo en 1997, con la que logró gobernar a 42 por ciento de la población sonorense ubicada en los principales municipios de la entidad, entre ellos Ciudad Obregón, la segunda urbe más importante del estado.
A pesar de sus cifras alegres, el PRD sólo podría obtener el triunfo en Navojoa, Huatabampo y Empalme, y eventualmente en San Luis Río Colorado, Guaymas y Magdalena de Kino, tierra de Luis Donaldo Colosio.
En esta última etapa, el CEE anunció que los candidatos a los diferentes puestos de elección popular deberán suspender sus campañas proselitistas el 2 de julio, cuatro días antes de la elección, donde están en juego, además de la gubernatura, los 72 ayuntamientos y las 21 diputaciones locales y siete federales.
|