México D.F. Sábado 28 de junio de 2003
Volvió mi hambre de ser alguien en la
vida, dijo el boxeador
Vampiro Gómez regresa después
de tres años
JORGE SEPULVEDA MARIN
Alejado desde hace un año de las drogas, que lo
obligaron a dejar los cuadriláteros durante tres años, el
próximo viernes, en Tijuana, Eduardo Vampiro Gómez
enfrentará a 10 capítulos al ex campeón nacional de
peso ligero Alvaro Aguilar, quien fue desconocido por no dar el peso de
la división.
Será el tercer pleito en su segunda etapa como
púgil profesional, en la división de lo superligeros, una
vez que dio cuenta en 10 rounds por nocaut efectivo de José Luis
Mendiola y por decisión del Zorrito Altamirano, con lo que
suma 28 pleitos, de los cuales ha triunfado por la vía rápida
en 21 y ha padecido seis derrotas.
"La verdad es que estoy muy motivado, porque es una buena
oportunidad. Es más, te puedo decir que de esta pelea depende otra
vez mi carrera, porque si la gano iría a Estados Unidos y luego
de unos cinco pleitos chance y me den oportunidad de disputar un título
del mundo", explicó.
Eduardo lamentó que sin boxeo en esta ciudad -desde
diciembre anterior Promebox no ha montado funciones de pugilismo-, se ha
frenado su fogueo, "porque como dicen por ahí, cuando pude no quise
y ahora que quiero, pues no puedo, porque no hay".
Sonriente, quien hace cinco años era una promesa
de campeón nacional y mundial de acuerdo con su mánager Hilario
Jiménez, dijo que "por fortuna ya me levantó el castigo y
otra vez me está ayudando a salir adelante, porque ya volvió
mi hambre de ser alguien en la vida".
El púgil, quien en su inicio se dedicaba a hacer
peleas callejeras en Ciudad Nezahualcóyotl, apuntó que le
ha costado "rete harto trabajo volver a como estaba antes, pero ahora ya
me metí en la cabeza ser campeón del mundo, aunque si me
dan chance de un campeonato nacional, pues me lo echo de paso".
En noviembre pasado la Comisión de Box Profesional
del Distrito Federal le otorgó de nueva cuenta la licencia que le
había retirado por adicción a las drogas.
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