México D.F. Lunes 30 de junio de 2003
Pocos beneficios y menor autonomía, los
cuestionamientos
Firman China y Hong Kong acuerdo de libre comercio;
enfrentan críticas
Hong Kong, 29 de junio. China y Hong Kong firmaron
el domingo un histórico acuerdo de libre comercio.
Concebido para impulsar la economía de Hong Kong,
considerado el centro financiero asiático, el acuerdo enfrenta algunas
críticas de quienes piensan que el pacto ofrece muy pocos beneficios
y podría significar una mayor erosión de la autonomía
política y económica del territorio.
También
se estima que el pacto ofrezca a las firmas de Hong Kong, especialmente
a las industrias de servicios como los bancos y las firmas de contabilidad,
mayor acceso al creciente mercado chino.
Se espera que el Acuerdo para una Sociedad Económica
más Estrecha, que muchos perciben como precursor de más ayuda
de Pekín, elimine los aranceles aduaneros de China y ahorre a los
exportadores miles de millones de dólares hongkoneses.
Pero mientras se anuncia con bombos y platillos ese pacto,
a sólo dos días de que se celebre la devolución de
Hong Kong a China hace seis años, miles de personas se alistan para
denunciar -el 1º de julio- una controversial ley contra la subversión
que el gobierno desea aprobar con el apoyo de Pekín.
La ley de seguridad nacional, que penaliza con cadena
perpetua a quienes cometan actos de subversión, sedición,
traición o secesión de China, no sólo ha alarmado
a los grupos de derechos humanos, periodistas y disidentes en Hong Kong.
Muchos en la comunidad financiera están preocupados también,
porque temen que cortará el libre flujo de información, que
es vital para los negocios.
Los críticos dicen que muchos aspectos de la ley
son vagos, lo que permitiría a las autoridades considerar casi cualquier
cosa como secreto de Estado.
"Mis colegas que especulan sobre la política monetaria
de China estarían en peligro si se aprobara la ley. Ahora hablan
como si tuvieran información privilegiada, pero en el futuro tendrían
que callarse", dijo un economista de un banco extranjero.
"El gobierno estaría obligado a preguntar de dónde
obtuvimos esta o aquella información. Sería muy problemático.
Francamente, yo sería mucho más cauteloso al elegir mis palabras
en mis reportes analíticos en el futuro", aseguró.
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