México D.F. Lunes 30 de junio de 2003
Urge desarrollar marco jurídico que regule la actividad y evite injerencia externa, dice
Legisladores "confunden" la medicina genómica con clonación, afirma experto
CAROLINA GOMEZ MENA
Si México no cuenta en los próximos meses con un marco jurídico que dé sustento al desarrollo de la medicina genómica, "al rato vamos a tener que comprar esta tecnología al precio de quien nos la quiera vender, y en dólares", aseguró el doctor Gerardo Jiménez Sánchez, director del Consorcio Promotor del Instituto de Medicina Genómica, al hacer un llamado a quienes sean electos diputados federales el próximo 6 de julio, para que comprendan que por ser esto un asunto de "soberanía nacional" debe, de manera "urgente", desarrollarse una legislación que regule la actividad.
Al calificar de "lamentable que ni siquiera se haya discutido en comisiones el dictamen para modificar la Ley General de Salud y que se incluyera al genoma humano como materia de la salubridad general, y que se adecue la Ley de Institutos Nacionales de Salud para crear el undécimo instituto, el de medicina genómica", Jiménez Sánchez puntualizó que esta rama de la ciencia tiene "implicaciones estratégicas para el desarrollo del país y para su ubicación en el contexto global", situación que tal vez no fue del todo entendida por la legislatura que está por concluir.
En entrevista remarcó que el Consorcio Promotor del Instituto de Medicina Genómica insta a los futuros legisladores a "no confundir, a ver a cada cosa por su nombre y su alcance", y por lo tanto a "deslindar la medicina genómica de la clonación, porque nada tiene que ver la una con la otra. Medicina genómica -aclaró- es prevención y tratamiento de enfermedades comunes, y la clonación es reproducción de individuos genéticamente idénticos".
Según el experto, "la razón principal por la cual no prosperó la iniciativa fue porque en la Cámara de Diputados lo quisieron ver todo en un paquete".
Alertó que el hecho de que no haya regulación que establezca los límites y las metas, así como definir si puede haber injerencia extranjera en el estudio del genoma nacional, no sólo retrasa al país en la disciplina, sino que también permite que otros (extranjeros) puedan empezar a desentrañar las peculiaridades del material genético de los mexicanos.
"Tenemos conocimiento de que ya hay empresas extranjeras que hacen estudios genómicos en la población mexicana, pero como no hay ninguna regulación que lo impida, pueden seguir haciéndolo". No obstante, mientras el Congreso se decide a desarrollar un marco jurídico, el consorcio ha estado trabajando para que una vez que se dé el "banderazo de salida, no empecemos de cero".
Es por ello que se hizo una alianza con la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, mediante la cual se establecieron los primeros tres cursos. Los estudiantes que ya se graduaron fueron 12 y presentaron proyectos para enfrentar el cáncer, leucemias, asma, infartos al miocardio, hipertensión arterial y el establecimiento de modelos matemáticos para el análisis del genoma.
También el mes pasado se publicó en la revista Science un artículo sobre la propuesta mexicana para el desarrollo de la medicina genómica en el país, y "ya hemos alcanzado reconocimiento internacional", dijo.
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