México D.F. Lunes 30 de junio de 2003
Conoce las expectativas que despierta su regreso,
pero pide paciencia
Primero tengo que conocer el equipo, afirmó
Beenhakker al llegar a México
Causó revuelo y debió refugiarse en un
restaurante hasta que se calmaron los ánimos
JORGE SEPULVEDA MARIN
El técnico del América, Leo Beenhakker,
causó revuelo ayer a su regreso a esta ciudad. Aficionados, periodistas
y personal de seguridad se combinaron para acosarlo hasta obligarlo a refugiarse
durante poco más de media hora en un restaurante de la terminal
aérea.
Y
es que apenas cruzó el umbral de la salida internacional cuando
los flashes iluminaron al holandés, quien está de vuelta
una vez que terminó su trabajo con el Ajax y sin más pendientes
se entregará al trabajo con el plantel de Coapa.
Sin embargo, personal de seguridad trató de protegerlo
e impidió que los reporteros gráficos y camarógrafos
cumplieran con su su trabajo.
Luego de ir y venir y asustado por lo que pudiera pasar,
apenas esbozo algunas palabras. Dijo que lo primero será "conocer
a los jugadores y en las siguientes dos semanas todo el trabajo será
hacer futbol, para formar un equipo".
Los aficionados lo provocaban con gritos de apoyo a Hugo
Sánchez -con quien en el pasado tuvo algunas diferencias- y a las
Chivas del Guadalajara, pero ni los veía ni los escuchaba o al menos
eso aparentaba.
Alcanzó a señalar que a diario se había
estado comunicando con la directiva americanista para conocer a los refuerzos,
y que ahora platicará con el cuerpo técnico encabezado por
José Manuel de la Torre, quien ha dirigido al plantel desde hace
un par de semanas.
Ante la imposibilidad de frenar la euforia de los presentes
y evitar los empujones, Beenhakker fue conducido a su refugio entre comensales.
No obstante, calmados los ánimos y con menos gente
a su acecho, el timonel se dirigió con paso apresurado -protegido
por escoltas del lugar y de su club- al estacionamiento, donde abundó
un poco más sobre las funciones a las que se abocará en los
siguientes días.
Reiteró que está plenamente consciente de
la expectativa que ha generado su regreso al club entre la afición,
pero pidió paciencia, ya que "eso puede lograrse con muchísimo
trabajo, pero también se necesita mucha paciencia.
"Aquella fue una etapa diferente -en alusión a
la primera vez que dirigió al plantel-, aunque en ese sentido no
ha cambiado mi filosofía sobre el futbol. Para preparar este equipo
necesitaremos algo de tiempo", agregó.
Momentos antes su asistente Win Rijsberger habló
de su experiencia con el equipo de la Universidad Católica de Santiago
de Chile, por lo que no le resulta desconocido el futbol de Sudamérica
y estimó que esa situación seguramente le ayudará
para hacer una buena mancuerna con Beenhakker, a quien aseguró conocer
desde hace varios años.
Ambos personajes abordaron un auto de lujo con rumbo al
hotel donde Beenhakker pasará esta noche y ya mañana trabajará
en Coapa.
Mientras, en la llegada de vuelos internacionales, la
gente seguía tapándose la nariz, tosiendo y estornudando,
porque a alguien se le disparó "accidentalmente" su recipiente con
gas lacrimógeno.
|