México D.F. Viernes 4 de julio de 2003
Espino Arévalo tiene en su contra 16 averiguaciones previas
El ascenso de Fernando Espino Arévalo en el Sindicato del Metro se inició en 1974, con el apadrinamiento de los líderes del gremio petrolero, Joaquín Hernández Galicia, La Quina y Salvador Barragán Camacho, la asesoría de Sergio Romero, a quien se ubica como entrenador de los halcones que en 1971 reprimieron a estudiantes, y el apoyo de un grupo incondicional de golpeadores.
La toma violenta de las instalaciones sindicales para destituir al comité ejecutivo de Carlos Steck Díaz -hecho calificado como el primer charrazo- permitió que en las elecciones realizadas en mayo de 1978 Espino se erigiera como secretario general por un periodo de tres años.
Luego, en 1981 perdió ante la corriente democrática, pero volvió a la secretaría general en 1983, aunque sólo por unos meses, porque fue suspendido en sus derechos sindicales por graves violaciones a los estatutos, como generar divisionismo y no entregar comprobantes de gastos.
Sin embargo, recuperó sus derechos en corto tiempo, en el congreso general del sindicato, presidido por él mismo, y en 1987 fungió nuevamente como líder sindical.
Entre las 16 averiguaciones previas en su contra, figuran las siguientes: por robo, presentada por la desaparecida Conasupo; por abuso de confianza y lesiones, en carácter de autoría intelectual, presentada por Francisco Hernández Juárez y Remedios Maldonado Sotelo, y como autor intelectual de su propio secuestro, cometido por su actual asesor, Horacio Pereznegrón.
Ello no ha detenido su carrera sindical. En 1984 se convierte en "el hombre fuerte" del Sindicato del Sistema de Transporte Colectivo-Metro, y se consolida con la llegada de Gerardo Ferrando Bravo a la dirección general del Metro, quien le permite incrustar en el organismo a sus amigos e incondicionales, así como apoyar a la dirigencia del sindicato petrolero con la entrega de 180 millones de pesos y un reloj Rolex.
En 1993 apoya las campañas de los priístas Ernesto Zedillo y María de los Angeles Moreno, para presidente y senadora, respectivamente, y aporta un camión valuado en un millón de pesos.
Las reformas al estatuto interno del Sindicato de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo -que implicó agregarle a su nombre la palabra Metropolitano- permiten a Espino acceder nuevamente a la secretaría general para el periodo 1999-2001. Luego su gestión se amplía, por acuerdo del consejo de delegados, hasta marzo de 2003.
Sin embargo, en el congreso anual celebrado en esa fecha vuelve a cambiarse el nombre del sindicato, a nacional, y se modifican los estatutos para ampliar cuatro años más el periodo de la dirigencia, lo cual permite a Espino Arévalo mantenerse en el cargo hasta 2007.
Actualmente Fernando Espino es legislador local por el PRI y es candidato a diputado federal plurinominal por el Partido Verde Ecologista de México. LAURA GOMEZ FLORES
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