México D.F. Viernes 4 de julio de 2003
El pliego petitorio no ha recibido respuestas
concretas de las autoridades
Médicos del Hospital Juárez, orillados
a suspender labores parcialmente
Los galenos denunciaron que por falta de medicamentos,
equipo y recursos humanos el centro de salud trabaja a 30 por ciento de
su capacidad La protesta, sin antecedente desde la década de los
60
ANGELES CRUZ
Más de 30 años han pasado desde la anterior
ocasión que en el país los médicos se organizaron
para protestar. Ayer, los del Hospital Juárez de México decidieron,
luego de una difícil discusión, instalarse en asamblea permanente
y suspender actividades de manera parcial.
Durante casi tres horas, los especialistas escucharon
a un grupo de abogados laborales que les explicaron las razones legales
por las cuales es imposible que inicien una huelga o paro de labores. Después
vino la discusión intensa, las dudas sobre cuál sería
la mejor manera de exigir a las autoridades que se termine el desabasto
de medicamentos e insumos básicos. Pero de entrada, la mayoría
de los médicos descartó la posibilidad de negar el servicio
a los enfermos. "Estamos impedidos moralmente a hacer algo así",
subrayaron.
El Hospital Juárez de México es de tercer
nivel de atención. Ahí se brindan servicios médico
de prácticamente todas las especialidades. Es un organismo desconcentrado
de la Secretaría de Salud (Ssa) al que llega a pedir ayuda la población
más pobre del país, para la cual este nosocomio es una de
las pocas alternativa que tiene para curar sus males.
Sin embargo, por la carencia de equipos como la tomografía
axial computarizada (TAC) y la resonancia magnética, los galenos
cuentan con pocas herramientas para realizar diagnósticos certeros.
La falta de mantenimiento preventivo y correctivo de los aparatos del hospital,
y el insuficiente número de especialistas en diversas áreas
son algunas de las causas de que el nosocomio trabaje a 30 por ciento de
su capacidad, afirmaron.
Cadena de carencias
En
el hospital los médicos sufren a diario lo mismo. "Cuando no falta
una medicina es otra. En los quirófanos está el equipo, pero
de qué sirve si no hay materiales de sutura o falta el anestesiólogo",
comentaron los inconformes.
Dijeron que con ese cúmulo de carencias están
expuestos a que cualquier día alguno de sus pacientes muera y los
familiares los demanden penalmente por negligencia médica. Ya no
están dispuestos a seguir así, mientras que en todos los
foros en los que se presenta el titular de la Ssa, Julio Frenk Mora, "presume
su Cruzada Nacional por la Calidad de los Servicios de Salud, aquí
no puede haber calidad si no tenemos las herramientas para trabajar".
La de ayer fue una sesión extraordinaria de la
Sociedad de Cirugía del Hospital Juárez de México,
a la que pertenecen los 250 médicos adscritos a dicha institución.
Los más de 100 que asistieron al aula magna aprobaron la creación
de un comité representativo de los galenos, integrado por 16 personas,
así conformaron la Coalición Temporal de Médicos del
Hospital Juárez de México, y se instalaron en asamblea permanente.
Francisco García Ramírez, presidente de
la Sociedad de Cirugía y responsable de la mesa de debates, llamó
continuamente la atención de sus colegas sobre la importancia de
las decisiones que estaban tomando. "El carro está en marcha y no
hay vuelta atrás", advertía. El movimiento implica una abierta
confrontación con las autoridades como no se veía desde la
década de los 60.
De hecho, ayer mismo rechazaron la respuesta que Luis
Solórzano Flores, director general para la Descentralización
Hospitalaria dio a su pliego petitorio. Sin asumir ningún compromiso,
el funcionario ofreció "analizar" las demandas y en algunos casos
contestó que ya se están explorando alternativas. Ninguna
respuesta concreta.
En el caso de las tomografías y los estudios de
resonancia, Solórzano planteó que dichas pruebas se realizarán
en el Hospital General de México y los diferentes institutos nacionales
de salud. Para los médicos, eso únicamente representa "más
papeles que debemos llenar" y retrasos en los diagnósticos, porque
las citas se programan para varios meses después de que se solicitan,
señalaron.
En términos generales, las demandas de los médicos
de base son similares a las de los residentes, quienes hoy cumplen 17 días
en paro de labores. Los becarios únicamente cubren los turnos de
guardia y las áreas en las que no hay doctor de planta.
Lejos de dar respuestas satisfactorias al pliego petitorio,
los directivos del hospital y la Ssa amenazaron a los estudiantes de especialidad
con reubicarlos en otra unidad de salud si persisten en su protesta. Anoche,
los residentes continuaban reunidos en el auditorio principal para analizar
sus próximas acciones, así como la posibilidad de adherirse
al movimiento de los médicos de base.
El Hospital Juárez de México existe desde
1847. Fue creado para atender a los soldados que lucharon en la invasión
de Estados Unidos. En 1863 recibió a los lesionados durante la intervención
francesa.
Desde entonces el nosocomio adquirió prestigio
en el campo de la cirugía. De hecho se le considera la cuna de esta
actividad clínica en el país. Con el paso de los años
se desarrollaron diferentes ramas de la medicina hasta convertirse en el
hospital de tercer nivel que es en la actualidad.
Originalmente llevó el nombre de San Pablo, pero
al día siguiente del deceso de Benito Juárez, el 19 de julio
de 1872, se le rebautizó con el nombre del Benemérito de
las Américas. Esta unidad médica llegó a ser de las
mejor equipadas dentro del sector público.
La consulta tiene un costo de 35 pesos y los pacientes
pueden solicitar el servicio de atención de partos, cardiología,
neurología, oncología, pediatría, medicina interna,
entre otros.
Originalmente el inmueble se ubicaba en el Centro Histórico,
pero luego del derrumbe de la torre de hospitalización con los sismos
de 1985 fue reconstruido en avenida Instituto Politécnico Nacional
e inaugurado el 19 de septiembre de 1989. Cuenta con 69 consultorios, 400
camas censables y 10 quirófanos para resolver problemas relacionados
con ocho especialidades distintas.
La complejidad de los padecimientos que ahí se
atienden y el compromiso de los médicos con sus pacientes impidió
a los inconformes tomar la decisión de iniciar un paro total de
actividades. Para todos los especialistas era claro desde el principio
de la sesión que algo pasaría, pero ni siquiera prosperó
la posibilidad de dejar de trabajar por algunas horas en cada turno.
Aseguraron que por las carencias de insumos, equipo y
recursos humanos, el hospital trabaja a 30 por ciento de su capacidad.
En realidad "estamos en paro cuando no tenemos las herramientas para trabajar
y eso no es nuestra responsabilidad, sino de las autoridades que faltan
a su compromiso con los usuarios". El riesgo de que los pacientes fallezcan
a causa de las deficiencias es latente, "aun cuando no se suspendan los
servicios".
La asamblea permanente que inició ayer mismo consistirá
en que los médicos realizarán sus actividades normales hasta
el mediodía. A partir de esa hora, en que consideran ya se han otorgado
la mayoría de las consultas y visita a los pacientes hospitalizados,
se concentrarán en el aula magna hasta el término de su jornada
laboral.
Así lo acordaron, aunque en el ambiente quedó
abierta la posibilidad de parar los servicios si las autoridades no responden
satisfactoriamente sus demandas.
|