México D.F. Viernes 4 de julio de 2003
En EU, grito de independencia contra Bush
Cabildos de 130 ciudades ponen coto a la ley patriótica; ira en la Casa Blanca
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 3 de julio. Por todo Estados Unidos habrá fuegos artificiales, hot dogs, fiestas y ceremonias para celebrar este viernes el Día de la Independencia. Pero también se dará otra manera de marcar el aniversario nacional mediante la defensa de las libertades civiles y políticas básicas sobre las cuales supuestamente se fundó este país, y que ahora son vulneradas por el gobierno del presidente George W. Bush en nombre de la seguridad nacional.
En un informe difundido hoy, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés, principal organización nacional de defensa de la Carta de Derechos) subrayó los esfuerzos por proteger las libertades civiles y propuso plasmarlos en una reforma de las leyes federales.
Los cabildos de más de 130 ciudades, reportó la agrupación, han emitido resoluciones en las que instruyen a trabajadores municipales a negarse a cooperar con pesquisas del gobierno federal que violen derechos fundamentales protegidos por la Constitución. Tres gobiernos estatales han aprobado estas ordenanzas. En total, unos 16 millones de ciudadanos están protegidos ahora por estas acciones, señaló la ACLU.
Las resoluciones de los gobiernos locales se oponen, en particular, a la ley federal conocida como ley patriótica, aprobada poco después de los atentados del 11 de septiembre. Esta norma, según críticos, otorga al gobierno el derecho de espiar a instituciones políticas y religiosas en el país aun cuando carezca de pruebas de que exista alguna actividad criminal; además permite detenciones indefinidas sin cargos formales o juicios, "audiencias secretas", y otorga amplios poderes para catear y confiscar materiales sin autorización judicial previa.
El presidente Bush, en sus declaraciones por los festejos del Día de la Independencia, afirmó hoy que ''la fortaleza y la prosperidad de Estados Unidos son testimonios del poder perdurable de nuestros ideales fundadores, entre ellos, que todos los hombres son creados como iguales y que la libertad es el regalo de Dios a la humanidad, el derecho nato de cada individuo''. Añadió: "el 4 de julio estamos agradecidos por las bendiciones que representa la libertad y por las oportunidades que ofrece".
Pero aparentemente un número creciente de estadunidenses percibe al propio Bush como una amenaza a las tan elogiadas libertades. Las resoluciones municipales, aprobadas incluso por algunas ciudades conservadoras como Oklahoma y Dallas, aunque con diversos textos, instruyen a sus empleados a negarse a cooperar con cualquier investigación federal que viole la Constitución.
Algunas incorporan cláusulas que ordenan a la policía local no elaborar perfiles de sospechosos con base en la raza, ni participar en investigaciones federales que violen libertades civiles.
''Si cedemos nuestras libertades en nombre de la seguridad nacional habremos perdido la guerra contra el terrorismo", dijo Laura W. Murphy, directora de la oficina legislativa en Washington de la ACLU. "Al llegar el 4 de julio esperamos que este informe demuestre una vez más a la Casa Blanca, al Departamento de Justicia y al Congreso que debemos tener tanto seguridad como libertad."
Los amplios poderes otorgados al Ejecutivo después del 11 de septiembre empezaron a alarmar a otros sectores sociales. Cientos de bibliotecas públicas se han negado a cooperar con las solicitudes del gobierno federal de entregar datos sobre los hábitos de lectura de ciertos usuarios, y ahora algunas colocan anuncios para alertar al público sobre esos poderes y su posible impacto sobre la privacidad; otras optaron por destruir todos sus registros de libros prestados a individuos o del uso de computadoras, para que la FBI no pueda obtener esa información.
El Comité de Defensa de la Carta de De-rechos, otra organización de defensa de libertades civiles, reportó que 127 legisladores federales se han sumado a un proyecto de ley que busca limitar extensamente el derecho de la FBI a obtener archivos sobre usuarios de bibliotecas y librerías.
"La creciente actividad de promoción de estas resoluciones está provocando la ira del Departamento de Justicia", indicó este jueves la ACLU.
El Departamento de Justicia ha lanzado una contraofensiva para buscar minar o anular las leyes locales con el argumento de que constitucionalmente los gobiernos locales no pueden ignorar la legislación federal.
En su testimonio ante el Congreso, el mes pasado, el procurador general, John Ashcroft, declaró que la oposición al Acta Patriótica estaba basada en "mala información" y por la "falta de entendimiento", y solicitó al Congreso aprobar una nueva ley, conocida como Patriótica II, que ampliaría aún más los poderes del gobierno federal.
Estas acciones, dice Murphy, demuestran que Bush se está empezando a preocupar.
"Empleando una variedad de estrategias de relaciones públicas, que incluye difundir información engañosa sobre la dimensión e impacto de las políticas de vigilancia y seguridad pública posterior al 11 de septiembre del Departamento de Justicia, el procurador general, sus voceros y algunos legisladores han buscado desacreditar activamente la fuerza, amplitud y necesidad del movimiento detrás de estas medidas (de protección de libertades civiles)", señaló Murphy.
Por todo esto, la ACLU, el Comité de De-fensa de la Carta de Derechos y otras organizaciones lanzaron un llamado para que las celebraciones del 4 de julio se conviertan en un día de defensa de los derechos constitucionales del pueblo estadunidense.
Entre las sugerencias hechas en su sitio de Internet destaca que los grupos locales participen en los desfiles patrióticos con carros alegóricos con imágenes como una Estatua de la Libertad con una mordaza hecha con una copia del Acta Patriótica.
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