México D.F. Sábado 5 de julio de 2003
Apremia a la comunidad internacional a enviar
tropas
El presidente de Liberia, dispuesto a renunciar para
pacificar al país
REUTERS, DPA Y AFP
Monrovia, 4 de julio. El presidente de Liberia,
Charles Taylor, afirmó hoy que está dispuesto a renunciar
de inmediato si con ello ayuda a solucionar el conflicto armado de su país,
pero apremió a enviar una fuerza internacional de paz para impedir
una situación de caos tras su partida.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, declaró
que el presidente George W. Bush se sintió complacido por la oferta
de Taylor, pero, dijo, ahora debe "reforzar sus alentadoras palabras con
hechos, de manera que pueda alcanzarse la estabilidad en la región".
Bush había exigido la dimisión sin demora
del mandatario liberiano como condición para lograr la paz, por
lo que ahora Fleischer indicó que "si los informes son precisos
se trataría de una señal alentadora". Anunció además
que Bush pidió al Pentágono el envío de expertos a
Africa occidental para discutir con la Organización de Naciones
Unidas (ONU) y otros países de la región la manera de lograr
la estabilidad en Liberia, agobiada por 14 años de guerra.
De
forma paralela, la Comisión de Defensa y Seguridad de la Comunidad
Económica de Estados de Africa Occidental (Ecowas), que se reunió
en Ghana, aprobó el envío de una fuerza de 3 mil efectivos
para mantener la paz en Liberia, pero aclaró que se requiere un
contingente internacional de unos 5 mil militares.
Los ministros de Defensa de esos países pidieron
que la fuerza adicional de 2 mil soldados sea completada por la ONU con
la colaboración de Estados Unidos, Sudáfrica y Marruecos.
Sin embargo, Fleischer admitió que "todavía
no hay una decisión tomada por el presidente sobre el envío
de tropas". Medios de prensa estadunidenses anticiparon que Bush ordenó
al comando europeo en Alemania de las fuerzas estadunidenses alistarse
para un despliegue en Liberia de entre 500 y mil efectivos.
"Me veo renunciando y entregando el gobierno a un régimen
de transición. No tengo problemas para ello. Pero antes de dimitir
es importante que las tropas de paz estén presentes", manifestó
Taylor ante miembros del Consejo de Iglesias Liberiano en la residencia
presidencial de Monrovia.
El mandatario, quien se veía relajado, dijo comprender
que los estadunidenses reclamen su partida antes del envío de una
fuerza internacional. "No soy antiamericano. Saludo la presencia de tropas
estadunidenses en Liberia", agregó, mientras la policía dispersaba
a cientos de jóvenes que reclamaban la dimisión de Taylor.
No se reportaron víctimas en esos incidentes.
Por su parte, un funcionario nigeriano confirmó
que Taylor aceptó la oferta de asilo que le ofreció su país,
ya que sobre él pesan acusaciones en Sierra Leona por crímenes
de guerra y por haber fomentado conflictos en Africa occidental.
Esta semana se dijo en el Consejo de Seguridad de la ONU
que Nigeria no tenía ninguna obligación legal de entregarlo,
porque no existe un tratado de extradición con una corte especial
en Sierra Leona, lo que facilitaría su asilo en el país vecino.
Taylor, quien ganó las elecciones en 1997 tras
una sangrienta guerra que dejó unos 200 mil muertos, ha estado enfrentando
a dos grupos armados y el mes pasado estallaron combates entre rebeldes
y tropas oficiales que dejaron unos 700 muertos en la capital.
Los grupos insurgentes, que controlan casi dos tercios
del país, también recibieron con cautela la futura dimisión
de Taylor, mientras se reiniciaban las conversaciones de paz en Accra,
Ghana, donde se intenta retomar la tregua acordada el 17 de junio.
La Organización Mundial de la Salud apremió
a dar ayuda urgente a unos 100 mil refugiados en los alrededores de Monrovia.
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