Cuéllar, nervioso ante la presión; las jugadoras, con temple y seguridad

El Tri femenil, tras el último boleto para el Mundial; Japón, difícil rival

El cuadro asiático terminó su preparación a puertas cerradas Acceso gratuito al estadio Azteca a partir de las 10 horas Después de 32 años, las mujeres estarán otra vez en la cancha del Coloso

ABRIL DEL RIO

Un pequeño percance, la ausencia de los balones oficiales, similares a los que había utilizado en sus entrenamientos la selección femenil de futbol, es el detalle que no podía faltar previo a un compromiso como el que se enfrentará este mediodía en el estadio Azteca ante Japón: los primeros 90 minutos por el último pase de calificación a la Copa Mundial de Estados Unidos.

A la presión natural que las jóvenes mexicanas enfrentan ante un rival que en el papel es de indiscutible mayor nivel, se sumó ayer la noticia de que los 30 balones Adidas que se esperaban desde Zurich no habían llegado, "tal vez están perdidos en alguna aduana", especulaba el técnico Leonardo Cuéllar, por lo que en la junta técnica que realizaron por la tarde entrenadores, federativos de ambos equipos y personal de la propia FIFA, se estudiaron varias opciones y se optó por utilizar esféricos Nike, propiedad de la selección anfitriona, por ser los más indicados para la ocasión.

Las jugadoras no sienten presión

De frente a tanta expectación que se ha generado en torno al regreso de un encuentro entre selecciones femeniles en el Azteca después de 32 años, la presión no parece haber afectado a las jugadoras locales.

No obstante, Cuéllar, que ha conducido a este cuadro -casi en su totalidad amateur- desde sus inicios en un proceso de cuatro años, ayer continuó como el padre aprehensivo, al revelar cierta preocupación ante la posibilidad de que un exceso de confianza pueda provocar en su cuadro un "desajuste táctico; además de que no vayan a controlar el carácter lo suficiente como para superar la presión que representa un escenario como ése (el Azteca), pero confío en que sabrán hacerlo", apuntó el técnico, visiblemente más nervioso que las futbolistas, quienes bromeaban entre sí, frente a cámaras y con la gente a su alrededor.

De hecho, Cuéllar, que el día anterior había dado como seguro el nombre de Pamela Tajonar como la arquera del cuadro titular, ayer reveló que regresó la duda entre alinearla a ella o a Jennifer Molina.

El cierre de preparación en el Centro de Alto Rendimiento de la Federación Mexicana de Futbol fue muy breve, menos de una hora de práctica recreativa, en tanto que las rivales asiáticas optaron por cerrar las puertas en el reglamentario reconocimiento de la cancha y aumentaron así el misterio en que han envuelto el planteamiento que preparan para este mediodía.

A diferencia de Japón, que tiene desarrollada una liga profesional y no ha faltado a ningún Mundial femenil, México se dirige, con su primera generación de seleccionadas y después de tres décadas de la edición extraoficial de México 71, al encuentro de ida en busca de un boleto hacia la edición que se jugará del 20 de septiembre al 12 de octubre en Estados Unidos. El pase se definirá en el juego de vuelta en Japón, el siguiente sábado, 12 de julio.

Hoy, por lo pronto, la invitación al estadio Azteca es abierta y gratuita, a partir de las 10 horas.