México D.F. Viernes 11 de julio de 2003
El ex presidente no sólo "mueve" a Madrazo
y Gordillo, sino también a dirigentes de AN
López Obrador alerta sobre riesgos de la injerencia
política de Salinas
"Con toda seguridad tratará de jugar un papel
decisivo en las elecciones de 2006", afirma
Recuerda que "el salinismo llevó a la ruina al
país"; nadie quiere volver al pasado, dice
ELENA GALLEGOS
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés
Manuel López Obrador, alertó sobre las importantes operaciones
políticas que Carlos Salinas de Gortari desarrolla en México.
Dijo que para ello no sólo "mueve" a los dirigentes del PRI, Roberto
Madrazo y Elba Esther Gordillo, sino que cuenta también con el apoyo
de "un influyente grupo" del CEN del Partido Acción Nacional (PAN).
Sostuvo además que ello encierra graves riesgos, "si consideramos
que el salinismo llevó a la ruina al país".
En una charla con La Jornada, López Obrador
habló de la creciente intromisión del ex presidente en la
política nacional y, al respecto, consideró que "con seguridad
tratará de jugar un papel decisivo en las elecciones presidenciales
de 2006".
Confió,
entonces, en que la gente que lo padeció lo rechace, "nadie quiere
volver al pasado, ningún ciudadano desea que regresen al país
la corrupción, el oprobio y el manejo de intereses que enriquecieron
escandalosamente a unos cuantos y empobrecieron a la mayoría".
Recordó los últimos tramos de la administración
salinista y cómo México se hundió en una de sus peores
crisis económicas -con el llamado "error de diciembre"-, para repetir
que los mexicanos tienen memoria y no permitirán que Salinas y su
grupo vuelvan por sus fueros.
El pasado miércoles 2 de julio La Jornada
publicó en su nota principal que Carlos Salinas de Gortari estaba
en México y que efectuaba operaciones políticas. Las puertas
-señalaba la información-las había abierto el ex canciller
Jorge G. Castañeda. Los dos personajes se encontraron en Bruselas
el 13 de mayo del 2002, víspera de la llegada del presidente Fox
a Bélgica.
"La clase política -comentó el jefe de Gobierno-
sabe que Salinas está de regreso, sabe que está moviendo
sus fichas y sabe además quiénes juegan con él. Lamentablemente
esta información no la tiene la gente, el pueblo, pero cuando los
enteremos reaccionarán".
-¿Usted cree que Salinas realmente influye?
-Tiene vínculos de muy distinta naturaleza con
amplios sectores de su partido. Nada más hay que ver de dónde
vienen Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo. Ellos responden al salinismo.
Sus más cercanos son los que jalan las riendas en el PRI. Lo sabemos.
-¿Sólo en el PRI?
-No, no sólo en su partido. Salinas tiene relaciones
estrechas con gente de otras fuerzas políticas. Hay que mirar un
poco lo que ocurrió durante su mandato. Hay militantes de otros
partidos que tienen ligas con él.
-¿En qué otro partido?
-Pues le mencionaría al Partido Acción Nacional.
Algunos panistas influyentes eran como sus achichincles y le arreglaban
muchas cosas. Manifestaban abiertamente su simpatía por él
y votaron a favor de su proyecto en el Congreso.
En este punto, López Obrador prefirió no
dar nombres, "ahí está la hemeroteca, habría que leer
los periódicos de esos años y ahí los encontrarán
a todos".
-Para usted, ¿el objetivo de Salinas es el 2006?
-Quizá sea lo que él quiere. Ah, pero una
cosa es lo que él quiera y otra lo que los mexicanos perciban y
lo que en realidad lo dejen hacer. Yo no veo a Salinas ni al PRI de regreso
en el 2006, sería tanto como volver a la corrupción, a cuidar
los intereses de unos cuantos, a desdeñar y a empobrecer a las mayorías.
"Son muy diferentes las circunstancias en las que se da
una elección intermedia a aquellas en las que se desarrolla una
elección presidencial. Yo creo que la gente no aceptará a
quienes llevaron el país a la crisis, al empobrecimiento, mientras
unos pocos se enriquecían", concluyó la conversación.
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