México D.F. Viernes 11 de julio de 2003
Enrique Díaz Díaz fue ordenado con ritos tradicionales ante 7 mil indígenas
Asume nuevo obispo auxiliar de San Cristóbal
El prelado negó que pretenda destruir la labor pastoral de Samuel Ruiz
ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL
San Cristobal de Las Casas, Chis., 10 de julio. En medio de ritos tradicionales y ante unos 7 mil indígenas, el sacerdote michoacano Enrique Díaz Díaz fue ordenado hoy obispo auxiliar de la diócesis de San Cristóbal de las Casas.
A la ceremonia, que duró casi cinco horas, asistieron más de 20 obispos y arzobispos mexicanos y el nuncio apostólico Giuseppe Bertello, quien en su homilía dijo que el nuevo prelado "está llamado a promover los derechos fundamentales de los débiles, a mantenerse cerca de ellos, a discernir la justicia de sus reclamaciones y a ayudar a hacerlas realidad".
Añadió que la diócesis "está comprometida con una profunda, gradual y exigente labor de inculturación de la fe para que el Evangelio sea proclamado de un modo fundamental, que vale para todos los pueblos y culturas, comunicándolo además de un modo atento a los valores tradicionales y a la familia".
El nuevo obispo dijo a su vez que no trae ninguna consigna para destruir el trabajo pastoral realizado durante 40 años por el ahora obispo emérito Samuel Ruiz García, quien asistió en calidad de invitado. Añadió que uno de sus propósitos es contribuir a la paz y la reconciliación de las comunidades chiapanecas. Una de sus tareas principales será aprender cuanto antes el tzeltal, lengua mayoritaria en la diócesis.
La ceremonia de ordenación de Díaz Díaz se inició a las 9 horas en el templo de La Merced, donde se le dio la bienvenida a él y a decenas de michoacanos que llegaron a esta ciudad para "entregarlo". Allí se realizó una ceremonia tzeltal llevada a cabo por "los ancianos", y la danza de la pluma, de origen chol.
En seguida, todos salieron en peregrinación hacia la plaza catedral, ubicada frente al templo que le da nombre, en pleno centro de la ciudad, donde se oficio la misa correspondiente, que presidió en nuncio apostólico.
Por separado, miles de indígenas entraron en peregrinación por otro punto de la ciudad hasta la plaza catedral donde se instalaron carpas para servir la comida por la tarde.
Con cánticos religiosos, flores, ramos, música tradicional, banderas, imágenes de la virgen de Guadaluupe, flores e incienso, los católicos, la gran mayoría indígenas de los Altos, la selva y el norte de Chiapas, dieron la bienvenida al obispo auxiliar.
Fue el obispo Felipe Arizmendi Esquivel quien ordenó a Díaz Díaz, poniendo las manos sobre la cabeza del michoacano. Como parte del rito, el nuevo prelado se postró boca abajo sobre un petate, como manda la tradición maya cuando alguien recibe un cargo importante.
En la ceremonia de ofrendas, los tzotziles de los Altos de Chiapas le entregaron la lista con los nombres de los 45 indígenas asesinados en Acteal el 22 de diciembre de 1997 por paramilitares priistas, y hasta un borrego.
Bertello afirmó que el obispo auxiliar, cuya designación es "un regalo de Dios", "caminará al lado de monseñor Felipe Arizmendi y asimilará el estilo de vida y las tradiciones de esta comunidad cristiana para revelar mejor y dar expresión viva a la imagen de Jesús". Pidió a la comunidad católica de esta diócesis, que "nunca" deje solo a Díaz Díaz.
El nuevo obispo auxiliar, quien fue recibido con música de marimba, dijo que la consigna que trae es continuar la obra que hicieron en su momento Fray Bartolomé de las Casas en Chiapas y el Tata Vasco de Quiroga en Michoacán.
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