Según un estudio del Instituto de Estudios Laborales la situación ya llegó al límite

Crisis productiva en maquila por salarios precarios y explotación de mano de obra

El problema en esa industria se debe a algo más que la caída de demanda en EU: especialistas

FABIOLA MARTINEZ

La explotación de la mano de obra y el salario precario en la industria maquiladora de exportación (IME) han llevado a este sector a una crisis productiva sin precedente, "la cual ya alcanzó su límite", advierte un grupo de especialistas del Instituto de Estudios Laborales.

En el análisis La industria maquiladora de exportación en México, mitos y realidades, los autores León Bendesky, Enrique de la Garza, Javier Melgoza y Carlos Salas precisan que la crisis no inició en el año 2000 con la pérdida de empleos -producto de la recesión en Estados Unidos- sino desde los años 90.

Ese declive se evidencia con un alto nivel de rotación en el personal de la maquila, en especial los jóvenes, varones, casados y aquellos de mayor nivel educativo, "quienes prefieren la trayectoria laboral nómada" que esas nuevas cadenas sumamente precarias.

Ante ello, las compañías de la industria maquiladora de exportación establecidas en México, la mayoría de capital trasnacional, no satisfacen los niveles de producción requeridos.

Se puede afirmar -agrega- que desde antes de la crisis iniciada en el año 2000 el crecimiento en la productividad de la maquila ya se enfrentaba a obstáculos que no tenían que ver con la reducción de la demanda de sus productos en el mercado estadunidense ni con la huida de maquilas a Centroamérica o a China.

A partir de 1990 se inició una tendencia a disminuir la tasa de ganancia en la maquila, de 4.2 en 1990 a 2.5 en 2000; esta crisis, originada antes de la caída en los niveles de producción, exportación y empleo "es probable que implicase una crisis de productividad", es decir, con origen en factores internos a los procesos productivos.

"La fuente de la crisis manufacturera actual está en las limitaciones de los modelos productivos instaurados desde los años 80 basados en la intensificación del trabajo y los bajos salarios", advierten los investigadores .

Durante la década de los 90 la maquila de exportación se convirtió en el núcleo central del modelo económico, debido a su crecimiento casi explosivo en términos de empleo y producción.

Desde noviembre de 2000, la maquila dejó de crecer -con el despido de 236 mil trabajadores- y hasta ahora sigue estancada. Basta precisar que en 1975 estaban registrados en México 454 establecimientos de este tipo con 67 mil empleados.

En 1994 hubo un descenso de las plantas asentadas en territorio nacional pero sin un efecto similar en la ocupación. En 2001 y 2002 se reportó una nueva baja, pero ahora acompañada de un menor nivel de empleo, hecho que ocurrió por primera vez desde 1965, año en que se inició la actividad maquiladora en el país. Según reportes del INEGI, en 2002 había 3 mil 248 establecimientos que ocupaban a un millón 81 mil 678 trabajadores.

Las plantas maquiladoras continúan importando la mayor parte de sus insumos en un rango de 87.43 por ciento. Respecto al nivel de sindicalización, apenas 42.3 por ciento de los poco más de un millón de trabajadores de este sector están inscritos en una organización gremial.

El estudio referido pretende dar una explicación de la actual recesión de la economía mexicana y de su principal motor: el modelo exportador, el cual ha servido de sustento a los modelos productivos impuestos en el país desde mediados de los años 80. Por modelo productivo se entiende la relación entre el nivel tecnológico, la forma de organizar el trabajo, el tipo de relaciones laborales y el perfil de la mano de obra.

Los especialistas señalan que los modelos de producción maquiladores imponen límites al crecimiento, porque el círculo Toyotista (sustentado en sueldo según el nivel de productividad) no se logra cerrar y ello deriva en elevada rotación con poca identidad del obrero, más aún cuando los bonos -agregados al salario base- son escasos.

Al respecto, destacan que en octubre de 2002 el salario en la maquila era de 1.2 dólares la hora, 3 mil pesos mensuales, sin contar prestaciones.