México D.F. Domingo 13 de julio de 2003
Sugieren en encuentro promover taller de sensibilización
para políticos
Proponen artistas independientes remedios para sanar
a la cultura
Asumen su responsabilidad en la desvinculación
entre creadores e instituciones gubernamentales
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
Crear un consejo consultivo que vea a la cultura como
una fuerza curativa, educar a los políticos en cuestiones culturales,
dejar el arte en manos del Estado y de una comisión ultraconservadora,
y desaparecer instituciones ligadas al arte y la cultura son las cuatro
propuestas que se presentaron en el primer Congreso Internacional de Purificación
Cultural Urbana de la Ciudad de México, organizado por creadores
independientes, que se realizó este sábado y al que asistieron
artistas, críticos de arte e investigadores.
Uno
de los proyectos que se presentó en el congreso, en el que se denunció
la falta de diálogo entre las autoridades y los artistas como una
responsabilidad compartida, es la creación del consejo nacional
para la curación de la cultura y las artes, promovido por artistas
como Néstor Quiñones, Antonio Ortiz -Gritón-,
Gabriel Macotela y Betania de la Vega, como informó ayer La Jornada.
El nuevo consejo parte de la idea "de que la cultura es
una fuerza curativa"; tiene como objetivo, de acuerdo con su manifiesto
de creación, ''la defensa, promoción y difusión de
todas aquellas expresiones culturales que propicien la evolución
de la sociedad en su conjunto, estableciendo procesos de reflexión
encaminados a elevar y revalorar lo que debe entenderse como calidad de
vida'', y enfatizar que su puesta en marcha ''no exime al Estado del cumplimiento
de sus deberes''.
Otra de las propuestas fue presentada por el escritor
Eduardo Olivares: la vinculación de los políticos con la
cultura mediante talleres de sensibilización. El punto central de
la idea es, además, "cómo motivar a la ciudadanía
a participar en la política como experiencia cultural y cómo
lograr que los políticos vivan la cultura como una experiencia política''.
En
tercer lugar está el planteamiento del curador independiente Marco
Barrera Bassols, quien se manifestó por la desaparición de
las instituciones culturales. En contraposición, el estadunidense
Ryan Hill, representante de la Comisión Rudolph Giulliani -el ex
alcalde de Nueva York artífice de la política de cero tolerancia
y ahora asesor de seguridad del gobierno capitalino-, presentó una
propuesta radical bautizada ''programa de limpieza cultural'', que, en
resumen, deja todas las cuestiones artísticas en manos del Estado
y promueve una suerte de censura para todas aquellas actividades que no
vayan de acuerdo con los parámetros de una comisión de moralidad
y decencia pública.
Este congreso, en el que se concluyó que uno de
los problemas principales de la cultura en la ciudad es la falta de comunicación
entre creadores e instituciones, se dividió en tres mesas: Construcciones
y mitos de la política cultural urbana, Políticas
de difusión: articulando la desinformación cultural en la
ciudad y Cuatro propuestas para la mejora cultural urbana.
En la primera mesa se analizaron las circunstancias históricas
que contribuyeron a la relación actual entre el gobierno y los artistas,
cómo se miran a sí mismos en el quehacer cultural de la ciudad
de México y sus respectivas responsabilidades en el estancamiento
del diálogo.
La investigadora austriaca Martina Ridler destacó
que en México el problema de la administración de la cultura
en los ámbitos ciudadano y federal ''radica en la reiteración
del modelo paternalista, el nacionalismo confuso y la ambigua relación
entre lo popular y las bellas artes, todas estas agendas resultado de las
antiguas ruinas de lo que han sido los proyectos culturales en México".
En esta ponencia participaron también el fotógrafo
y crítico Néstor Bravo y el administrador cultural Carlos
Silva, quien cuestionó la capacidad de los artistas para suplir
las acciones del gobierno en materia cultural, y defendió al Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Bellas
Artes.
En
la segunda mesa se debatió el papel de los medios de comunicación
en la difusión de la cultura. Por una parte la investigadora Raquel
Ontiveros sostuvo que el fracaso de la difusión radica en la falta
de profesionalización de quienes se dedican al periodismo cultural.
El crítico y escritor Alberto Rivas Mercado, por el contrario, responsabilizó
a los artistas.
En este encuentro se presentaron además dos propuestas
de rescate. La primera para la preservación de las esculturas que
se encuentran en el Paseo de la Amistad, y la segunda del derecho que tienen
los ciudadanos a elegir lo que quieren ver en las calles, puesto en marcha
por el grupo Caduco, integrado por estudiantes de La Esmeralda. Ambas contra
la contaminación visual.
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