Los "nuevos hombres de negocios" tienen licitaciones, incluso, para hacer pasaportes

Cavallo guarda oscuras historias de la conversión de colegas en empresarios

El ex marino habría intentado advertir a compañeros de la ESMA sobre lo que puede declarar

STELLA CALLONI/I CORRESPONSAL

Buenos Aires, 16 de julio. Si el ex marino y represor de la siniestra Escuela de Mecánica de la Armada argentina (Esma), Ricardo Miguel Cavallo, decidiera contar la verdad en España, donde está preso por orden del juez Baltasar Garzón, no sólo saldrían a la luz detalles sobre los crímenes de la dictadura militar (1976-1983), sino también la historia de la reconversión en "empresarios" de sus colegas de esos tiempos de muerte, que incluso podrían estar confeccionando los pasaportes a millones de chinos.

La red de militares, policías y civiles que actuaron conjuntamente durante la dictadura y que confluyeron en los laberintos de la corrupción asombraría a cualquier juez en el mundo. Por esta razón es posible que la solicitud de "autorización" para responder al interrogatorio judicial, que Cavallo solicitó al gobierno argentino y que éste respondió negando toda ayuda oficial, no haya sido sino un intento de "chantaje" del ex marino para advertir a algunos de sus viejos compañeros de ruta sobre lo mucho que tiene que decir. También podrían surgir historias de maniobras ilegales que empresarios y funcionarios en el periodo que gobernó Carlos Menem (1989-99). Uno de los temas que trabajó esa red fue el tráfico ilegal de armas a Croacia y Ecuador (1991-1995), que contó con la autorización del entonces presidente. En esa causa hay una lista de testigos asesinados y suicidados.

Precisamente el gobierno de Néstor Kirchner analiza ahora que el Estado vuelva a tomar en sus manos la confección de los documentos de los argentinos, ya que tanto los pasaportes como el Documento Nacional de Identidad (DNI) están a cargo de manos no sólo privadas, sino también bajo sospecha. El 6 de abril de 1997 el diario Clarín constató que la cancillería argentina había reforzado los controles de su embajada en Pekín al detectar falsificaciones de pasaportes y visas argentinos, lo que permitía a las llamadas mafias chinas triangular ilegalmente a grupos de inmigrantes ilegales a Estados Unidos, ya que entonces los argentinos no necesitaban visado para ese país.

Pero lo que nadie se preguntó entonces es en manos de quién estaba la confección de los pasaportes chinos. De acuerdo con una información especial llegada a esta corresponsalía, el grupo que tomó a su cargo el 20 de diciembre de 1995 la confección de pasaportes para cerca de mil millones de chinos, tenía un pasado oscuro. Investigaciones posteriores fueron mostrando cómo se cocinó este entramado, detrás del cual aparecen hombres ligados a Ricardo Miguel Cavallo, como Jorge Radice y Jorge Tigre Acosta (otro de los temibles hombres de la ESMA), ambos parte clave en la venta de los bienes robados a los detenidos-desaparecidos.

También estaba en la red, entre otros, Miguel Angel Egea, muy cercano a Alberto Kohan, ex jefe de gabinete de Menem que ha sido acusado de varios delitos, aunque todas las causas en su contra quedaron encajonadas por la justicia adepta al gobierno y la impunidad.

Según los informes llegados a esta corresponsalía, las nuevas empresas surgidas de todo ese entramado, como la que utilizó Cavallo para ganar su licitación en México, donde fue descubierto, han logrado asentarse en algunos lugares del mundo. Y ahí estaría, por ejemplo, la Beijing Jinchen Ciccone Security Printing Co. Ltd, mega empresa que une al gobierno chino (65 por ciento) con las argentinas Ciccone Calcográfica S.A y Martiel S.A. (35 por ciento) para confeccionar pasaportes. Una unión que surgió por vía de las relaciones carnales de Argentina con Estados Unidos durante el menemismo, cuando llegó aquí la estadunidense Cogent System y una compañía chino-argentina, CTI internacional, de dudosos orígenes, que se vincularon a Ciccone.

En ese conglomerado está también la empresa Talsud por la que Cavallo llegó hasta México. ƑEn qué manos están entonces los documentos chinos?

La empresa Ciccone Calcográfica fue famosa por imprimir documentos falsos en Argentina, y tuvo entre sus directores a Miguel Angel Egea. En septiembre de 1995 la empresa Encotesa denunció las irregularidades que existieron en la licitación para imprimir y distribuir pasaportes y cédulas de identidad, que ganó Ciccone. Después se demostraría que estas licitaciones fueron una verdadera estafa para el jaqueado Estado argentino, casi desintegrado a manos de Menem.

Ciccone obtuvo, con la licitación, el permiso para confeccionar los documentos de los argentinos, incluyendo pasaportes, por seis años con opción a seis más, en un negocio cercano a los 800 millones de dólares. Eran los tiempos del enorme poder del empresario favorito del menemismo, Alfredo Yabrán, cuyo entorno de seguridad estaba conformado por personajes ligados a militares de la dictadura, entre ellos de la marina.