José Antonio Rojas Nieto

El caballo de Troya

"Abrimos una brecha en la muralla y damos acceso a la ciudad. Todo el mundo pone manos a la obra: ajustan unas ruedas a los pies del caballo y le echan sólidas sogas al cuello. Franquea los muros la fatal máquina repleta de armas... Una vez abierto el caballo los devuelve a la luz y salen llenos de gozo del ahuecado roble, deslizándose a tierra por una soga... Invaden la ciudad sepultada en el sueño y en el vino, pasan a cuchillo a los centinelas y, abriendo las puertas, reciben a todos sus compañeros y reúnen a las cohortes conjuradas". Nada mejor que este hermoso pasaje de Virgilio para ilustrar el sentido de los famosos contratos de servicios múltiples (CSM) cuya convocatoria internacional ha lanzado Petróleos Mexicanos (Pemex) esta semana.

Se trata de encomendar a firmas expertas y exitosas del ramo de cualquier parte del mundo (Pemex dixit) la ejecución y administración de obras de desarrollo, infraestructura y mantenimiento en la importante reserva nacional de gas natural seco en la cuenca de Burgos, ubicada en una amplia franja territorial de los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. A cambio se dará una contraprestación mensual en efectivo, que provendrá de la nueva producción. Se pagarán las obras de mantenimiento de pozos, de infraestructura y de instalaciones ya existentes; también los trabajos de desarrollo y de infraestructura nueva; finalmente las obras de desarrollo y obras de infraestructura recibidas por Pemex. (ƑNo las recibirá todas?) Además, ningún trabajador, empleado o funcionario será empleado de Pemex. Los técnicos, profesionistas y administradores de las obras en la cuenca de Burgos serán los del contratista.

En los hechos, en pleno territorio nacional se crean "zonas de exclusión" en las que el mando, el control, la coordinación y la realización de actividades (todo ello reservado por la Constitución a la empresa petrolera nacional) serán responsabilidad exclusiva del contratista. Con los CSM regresan a nuestra área estratégica, a nuestra área exclusiva, la cohorte de compañías extranjeras que no sólo han deseado colaborar o servir a Pemex en actividades de prospección, exploración, desarrollo y explotación de los recursos naturales de hidrocarburos, como lo han hecho desde hace muchos años, sino -todavía más- recibir bloques de reservas, zonas exclusivas para que ellas, sus personeros, sus trabajadores, sus empleados, sus técnicos y sus profesionistas realicen las acciones que la Constitución tiene reservadas a Pemex.

No es lo mismo servir bajo un contrato de obra determinada en un proyecto diseñado, coordinado, dirigido y ejecutado por operarios, técnicos y profesionistas de Pemex, que recibir, en una franca concesión, una zona exclusiva para explotación y desarrollo, a pesar de que, efectivamente, como se ha tratado de aclarar hasta el cansancio, este contratista deberá entregar toda la producción a Pemex y hará las cosas como Pemex le ordene. ƑSí? šNada más ajeno al espíritu y a la letra de la Constitución que esta maquila de actividad petrolera! šYa se encargará la Suprema Corte de Justicia de aclarar este punto, detenido de un filo legal muy pero muy delgado! Me refiero al artículo 6 de la Ley Reglamentaria del artículo 27 de la Constitución, que permite a Pemex celebrar con personas físicas o morales los contratos de obras y de prestación de servicios que la mejor realización de sus actividades requiere.

Es el único punto legal -sí, el único- en el que Pemex se apoya para promover su nuevo esquema. Pero está mal interpretado, pues la Constitución, todavía por encima de toda ley y todo reglamento, ordena que "tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos (...) no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán las que en su caso se hayan otorgado y la nación llevará a cabo la explotación de esos productos en los términos que señale la ley reglamentaria respectiva".

Y hasta el día de hoy nadie ha sido capaz de explicar cómo es que estos contratos de servicios múltiples no violan este principio. Y lo peor de todo es que, para sacar a toda costa estos contratos, Pemex se ha dedicado a decir verdades a medias que, finalmente, acaban por ser mentiras. ƑQuiere comprobarlo? Por favor tómese un poquito de tiempo y lea un documento gráfico de presentación de estos contratos (www.csm. pemex. com/español/csmpemex.pdf) en el que se asegura que, sin modificar la Constitución, es jurídicamente viable que firmas expertas y exitosas del ramo de cualquier parte del mundo construyan y financien obras, y provean servicios de mantenimiento para elevar la producción de verdades a medias y ocultar hechos.

No podemos negar la difícil y compleja situación financiera del Estado mexicano y sus empresas. Sigue estando atrás el gravísimo problema de la sangría Pemex, atribuible a la falta de una auténtica reforma hacendaria. Pero seguir este camino falso es engañar. ƑNo se podría pensar con similar creatividad pero con menos dolo para resolver el problema de fondo? ƑEs que las presiones son tales que, sea como sea, hay que sacar adelante estos contratos? Ya se encargará la Suprema Corte de Justicia de la Nación de aclararlo. šApuesto que los declara inconstitucionales y que ordena echar para atrás este caballo!

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