.. |
México D.F. Domingo 20 de julio de 2003
GANAR PERDIENDO
Elba
Esther Gordillo será la coordinadora de los diputados del Partido
Revolucionario Institucional (PRI) pero su laboriosa victoria es, en realidad,
agorera de grandes dificultades y constituye un típico triunfo a
lo Pirro. En efecto, su mayoría con respecto a su opositor, el sonorense
Manlio Fabio Beltrones, estuvo lejos de ser aplastante, a pesar de las
grandes presiones que el aparato priísta ejerció sobre los
diputados para favorecer la candidatura de la maestra. Ahora Elba Esther
Gordillo deja la secretaría general del partido para asumir el laborioso
control de una bancada dividida casi por la mitad y en la que la movilizada
oposición a su figura podría engrosarse en el momento de
discutir las grandes cuestiones nacionales con el apoyo de muchos representantes
que votaron por la maestra simplemente por disciplina.
El PRI tiene así una coordinadora a medias, debilitada
además por la oposición de buena parte de los maestros -su
gremio- que la acusan inclusive de asesinatos múltiples, y también
por su concertación con el Partido Acción Nacional y con
el mismo gobierno, nada menos que por intermedio de la triangulación
con los incómodos Carlos Salinas de Gortari y Jorge G. Castañeda
(integrante como ella del ex Grupo San Angel).
Elba Esther Gordillo ascendió en el PRI de la mano
de un sector decisivo del PAN y del gobierno, e inclusive de la esposa
del presidente; éste mismo parece haber arrojado la toalla y dejar
en manos de esa alianza espúrea la política cotidiana, y,
por último, para amalgamar todo, las grandes empresas estadunidenses
exigen las reformas legales que ese sector pripanista prohija utilizando
para su presión como verdaderos rehenes a los inmigrantes mexicanos
en Estados Unidos. Pero ahora, con el nuevo cargo de Elba Esther Gordillo,
la alianza de hecho entre el ala pripanista y el pansalinismo difícilmente
podrá lograr su objetivo, que es, en las promesas de Salinas de
Gortari y en las esperanzas gubernamentales, domesticar al Congreso para
hacer pasar la modificación retrógada de la Ley Federal del
Trabajo y abrir también camino a la privatización de la energía
eléctrica.
Lo más probable, dada la debilidad de la nueva
coordinadora, es que a la misma le resulte difícil lograr el voto
disciplinado de toda la fracción priísta a proyectos gubernamentales
antinacionales y antipopulares, sobre todo en esta campaña prelectoral
de tres años desatada por el presidente Fox. Esta situación,
y la imposibilidad de controlar también a la bancada priísta
en el Senado, posiblemente, lleve a la vencedora a lo Pirro, es decir,
a la que perdió al ganar, a reducir sus pretensiones y refuerce
en el PRI tanto al presidente del partido, Roberto Madrazo, como a una
alianza entre Beltrones y éste, en su intento por negociar con el
PAN y con el presidente Fox desde una mejor posición de fuerza y
sin el lastre de las relaciones con Salinas y Castañeda.
Los compromisos y las deudas contraídos en esta
elección serán sin duda un peso muerto para la capacidad
de negociación, dentro y fuera del PRI, de la tan controvertida
dirigente sindical de los maestros.
|