México D.F. Domingo 20 de julio de 2003
Existe un embargo precautorio de las 300 máquinas
que permanecen en la fábrica
Hasta 70 horas a la semana laboraban obreros en maquiladora
de Tlalmanalco
Los trabajadores esperan se les pague aguinaldo,
salarios caídos y liquidación
RENE RAMON CORRESPONSAL
Tlalmanalco, Mex., 19 de julio. A sus 56 años,
Lucrecia Velázquez tenía la ilusión de retirarse dignamente.
No pensaba dedicar para siempre 70 horas semanales a la maquila de ropa
por tan sólo 370 pesos, al igual que sus 700 compañeros.
Hoy, con los papeles para tramitar su retiro en las manos, el ansiado momento
de jubilarse se ha convertido en una angustiosa espera, pues la fábrica
Quality Cewin Exportation Co. SA de CV cerró las puertas desde el
pasado 8 de abril y dejó a Lucrecia y a sus compañeros de
trabajo (la mayoría mujeres) en la calle.
Ninguna de estas personas tiene cabida en los programas
sociales que tan pomposamente anuncia el presidente Vicente Fox en los
medios electrónicos de comunicación. Y tan es así
que de no resolverse su situación laboral en las próximas
semanas, muchas de las mujeres tendrán que regresar a sus casas
con pocas posibilidades de volverse a emplear, pues la tasa de desempleo
en Tlalmanalco supera el 20 por ciento, según datos de las autoridades
municipales.
Esas mismas cifras oficiales señalan que la región
de los volcanes, donde se ubica la empresa, se caracteriza por ser una
de las regiones mexiquenses donde más carencia de empleo hay, debido
a que los empresarios no quieren instalarse por temor a que el volcán
Popocatépetl haga erupción.
Desde
el pasado 8 de abril, las trabajadoras y trabajadores improvisaron un campamento
en los accesos de la empresa. Allí se puede encontrar a doña
Pancha, a Mary Toña y a Inés Silva Chonvo, entre otras personas,
quienes resguardan día y noche la entrada a la fábrica para
evitar que los dueños se lleven las últimas maquinas de costura
industrial que quedan dentro de la nave, y que según ellas les garantizan
su indemnización, porque están valuadas en poco más
de 40 millones de pesos.
Sin embargo, comentan que la resistencia ha sido desgastante,
porque en más de tres ocasiones han tenido que enfrentarse a proveedores
de gas, luz eléctrica y teléfono, entre otros prestadores
de servicio, quienes han querido cobrar las deudas que tiene la fábrica.
Apenas en mayo pasado, la Junta de Conciliación
y Arbitraje embargó precautoriamente las casi 300 maquinas de costura
que quedan en la empresa, ubicada en el kilómetro 43.5 de la carretera
federal México-Cuautla.
Al respecto, José Luis Bárcena Trejo, procurador
de la Defensa del Trabajo, de la Secretaría del Trabajo y la Previsión
Social del estado de México, confirmó el embargo precautorio,
y comentó que el pasado 20 de junio se efectuó el avalúo
de los bienes de la empresa dedicada a la fabricación de pantalones,
los cuales se exportaban a Estados Unidos.
Refirió que en lo que va del año, en territorio
mexiquense se han entregado a los trabajadores 32 millones de pesos producto
de 83 juicios de un total de más de 800 demandas, de las cuales
77 han sido favorables a los obreros, y confió que en el caso de
la empresa Quality Cewin Exportation el fallo sea favorable para los 700
empleados.
Barricadas y zanjas
Sin embargo, las personas afectadas no confían
ni siquiera en la autoridad, por ello colocaron una barricada de piedras
y palos y cavaron una zanja en la puerta de acceso de la fábrica,
propiedad de Graciela Román Santos y Andrés Santos.
Sostienen que a toda costa impedirán que sea sacada
la maquinaria, porque es la garantía de que serán liquidados
conforme lo marca la Ley Federal del Trabajo, y advierten que no permitirán
que continúen violentado sus garantías.
70 horas semanales sin tiempo extra
De acuerdo con el testimonio de mujeres y hombres que
laboraron en Quality Cewin Exportation, los empresarios representados por
el apoderado legal, Roberto S. Quiroga, los obligaban a trabajar 14 horas
diarias, sin derecho a tiempo extra, era obligatorio generar una producción
de mil 45 pantalones por cada uno de los ocho módulos que operaban,
y en los cuales se encontraban distribuidas 150 máquinas industriales
para distintos tipos de corte y confección.
Lo peor, dicen, es que para tener derecho a vacaciones
en el mes de diciembre, primeramente tenían que juntar sus horas
pagándolas trabajando los fines de semana.
La situación obrero-patronal, que más bien
pareciera una relación de explotación, empezó a agudizarse
a principios de este año, cuando de un "jalón fueron despedidas
más de 200 personas", y posteriormente se les contrató con
la condición de que no tendrían Seguro Social.
Al respecto, Inés Silva Chonvo, con más
de siete años de antigüedad en la empresa, señaló
que logró cotizar en el Infonavit y fue aceptado su crédito
para obtener una vivienda de interés social, pero actualmente ya
no es válido, porque no existe una relación obrero-patronal,
y porque ya no cotiza al Seguro Social desde principios de año.
Los inconformes comentaron que los empresarios han justificado
el cierre de la factoría con el argumento de que la situación
económica en Estados Unidos ha empeorado. Sin embargo, los trabajadores
aseguraron que "la fábrica fue reabierta en el estado de Guerrero,
para seguir evadiendo impuestos".
Informaron que durante los pasados 15 años la empresa
localizada en la región de los volcanes cambió su razón
social en tres ocasiones: Coriza, Inconsa y con la denominación
que concluyó sus actividades. Durante estos tres lustros, muchos
trabajadores como María Sandoval, conocida en la fábrica
como Mary Chiquita, "no vimos la luz del día", pues entraba
cuando aún no amanecía y salía cuando ya había
caído la noche.
Los trabajadoras provenientes de los municipios de Ozumba,
Chalco, Valle de Chalco, Amecameca y Tlalmanalco esperan que con la última
producción que ascendió a cuatro tráilers cargados
de ropa y la venta de las 300 máquinas industriales, los empresarios
les paguen aguinaldos, salarios caídos y liquidación.
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