México D.F. Domingo 20 de julio de 2003
El recurso debería proteger a ciudadanos de arbitrariedades de la autoridad, explica
En México los delincuentes abusan del amparo: académico de la UNAM
En el caso de Peñaloza, si salió libre fue porque la PGR no tenía suficientes pruebas, dice
En México los juicios de amparo se utilizan de manera excesiva para proteger a los delincuentes, aseguró Ruperto Patiño Manfer, jefe de la División de Posgrado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Como ejemplo de lo anterior puso el caso de David Peñaloza, ex presidente del consejo de administración de la constructora Triturados Basálticos SA (Tribasa), quien fue extraditado de España a México por su presunta implicación en los delitos de fraude genérico y fiscal, pero no fue encarcelado a su llegada a territorio nacional debido a sendos amparos que le otorgó la justicia mexicana. Días después de la extradición, agregó, un juez de distrito le otorgó el auto de libertad, "a pesar de que está acusado por la Procuraduría General de la República (PGR) de fraude genérico contra Nacional Financiera por 30 millones de dólares".
Indicó que las leyes mexicanas establecen que cuando una persona incurre en un acto ilegal que está descrito en la ley penal como una conducta típica, después de la investigación correspondiente el indiciado "debe pagarle a la sociedad normalmente con la pena privativa de la libertad". Sin embargo, "tenemos esta institución tan importante que es el amparo", del cual se aprovechan las personas que pueden contratar un abogado para interponer dicho recurso, a pesar de que el amparo "nunca fue diseñado para proteger a delincuentes, nunca fue creada esta garantía en ese sentido".
El amparo, precisó, es una institución que nos permite a los ciudadanos prevenir que la autoridad, cualquiera que sea, actúe con arbitrariedad y afecte nuestros derechos y garantías.
Sobre el caso del ex presidente de Tribasa, señaló que "el problema está en que la PGR no ha demostrado tener todos los elementos de prueba necesarios para acreditar que realmente David Peñaloza ha incurrido en algún ilícito", y a pesar de que a muchos mexicanos "nos puede parecer que una persona es un delincuente por alguna razón", a la luz de un juez que tiene el expediente las cosas se ven de otra manera, y "su sentencia no puede guiarse por la vox populi, sino por el derecho".
Si un juez de distrito dictó el auto de libertad a favor de Peñaloza, quiere decir que no tenía elementos, ni siquiera los indicios, ya no digamos pruebas contundentes, que le permitieran someter a Peñaloza a un proceso, indicó Patiño Manfer.
Asimismo, dijo que confía en la verticalidad y buena fe de los jueces. "Supongo que si han liberado a esta persona es porque el expediente permite que se dé la libertad; puede ser que no haya pruebas o que la averiguación esté mal integrada", puntualizó. AMO
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