México D.F. Martes 22 de julio de 2003
El homenaje al compositor por sus 60 años
rubricó el festival Puebla Instrumenta
Festejaron a Mario Lavista por ''tanta vida hecha música''
Seis décadas ''no son sino una suma continua
de obras y relecturas'', dijo José Luis Castillo
Un balance preliminar del encuentro arroja resultados
positivos, evalúa Ignacio Toscano
ARTURO GARCIA HERNANDEZ ENVIADO
Puebla, Pue. Con un homenaje a Mario Lavista por
sus 60 años de vida, terminó este domingo el festival musical
Puebla Instrumenta Verano 2003, que se efectuó en esta capital del
7 al 20 de julio. Diríase: cerró con broche de oro.
En el terreno de la música de concierto, Lavista
es considerado el autor vivo más relevante de México. Por
ello, entre sus colegas y los asistentes al acto en el Auditorio de la
Reforma, el reconocimiento resultó de una pertinencia incuestionable.
Imágenes del tiempo
El
talento de Lavista, sumado a su proverbial bonhomía, dio lugar a
una emotiva y unánime aclamación, luego de las palabras del
director español José Luis Castillo, quien le dijo:
''Cualquier reconocimiento, celebración, homenaje,
que se te brinde, siempre resultará insuficiente. No quiero olvidar
al promotor, al pedagogo, al entusiasta y puntual investigador, al Mario
lector, al pensador sutil, al escucha crítico, al amante del verdadero
arte; tampoco al amigo entrañable que muchos de nosotros nos honramos
en tener, o al cómplice incansable de tantos proyectos, de tantas
músicas dormidas o exuberantemente despiertas.
''Mario, en tus 60 años nos congratulamos de poder
festejar tanta vida hecha música y deseamos la mejor de las inspiraciones
para que puedas seguir soñando tiempos y diciendo colores."
Poco antes de su alocución, José Luis Castillo
había dirigido a la Orquesta Sinfónica Puebla Instrumenta
Verano durante el concierto de clausura. El programa estuvo integrado por
seis obras: Tocata, del uruguayo Héctor Tosar; Tupac Amaru,
del venezolano Alfredo del Mónaco; Frevo para oboe y orquesta,
del brasileño Marco Aurelio Yano; el estreno de Secuencias: concierto
para violín y orquesta, obra comisionada ex profeso por Instrumenta
al peruano Celso Garrido-Lecca; también se interpretó Esquinas,
de Silvestre Revueltas, y no podía faltar una obra del homenajeado:
Clepsidra, estrenada en 1991.
Clepsidra es el nombre que se daba a antiguos relojes
de agua. A propósito de esta obra -según registra Juan Arturo
Brennan en el programa de mano-, Lavista ha dicho: ''Me gusta pensar que
tanto el río como la música son imágenes del tiempo.
El río nos cuenta la historia de las aguas, mientras que la música
nos relata la historia de los sonidos. Ambos son, de alguna manera, clepsidras,
esto es, relojes de agua para observar y medir el tiempo. La obra está
habitada por recuerdos de mi propia música".
Al respecto, Castillo hizo notar que el tiempo de los
músicos y el tiempo de los compositores es distinto del convencional
que rige a todo los demás; no se mide en años, sino en obras:
''60 años no son sino una suma continua de obras y relecturas".
No es una línea horizontal que va ''del pasado al presente", sino
un ascenso virtual en el perfeccionamiento del artista y de su obra: ''La
defensa del tiempo del artista es la defensa de la cultura y del arte".
Nueva fórmula de trabajo
Este festival musical en Puebla, que concluyó con
el homenaje a Mario Lavista, marcó la presentación pública
de la asociación civil Instrumenta. Ignacio Toscano, su director
y fundador, la define como ''un programa permanente de desarrollo musical"
cuyos propósitos centrales son ''la educación, la creación,
la producción y la preservación musical".
Aquí Toscano ha capitalizado sus 27 años
de experiencia como promotor cultural en el sector público, donde
se mantuvo hasta el año pasado, cuando fue relevado de la dirección
del Instituto Nacional de Bellas Artes por diferencias con la presidenta
del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Sari Bermúdez.
Al final del concierto y la ceremonia de clausura de Puebla
Instrumenta Verano 2003, Toscano hace un balance preliminar entre logros
y propósitos: ''Es más que favorable. Lo digo objetivamente.
El público llenó los espacios: 35 mil asistentes en 13 días.
Se inscribieron 275 alumnos de 21 países y aceptamos a 146. Acudieron
todos los maestros que invitamos. Dieron sus clases y enriquecieron sus
conocimientos. Nosotros nos encargamos de producir, grabar y filmar estos
conciertos durante 13 días. No sólo como una memoria, sino
como parte de nuestra responsabilidad de promoción de la música.
Todo mundo cumplió con lo que tenía que cumplir".
El director de Instrumenta resaltó que en la realización
del festival fue decisiva la colaboración del gobierno poblano por
medio de la Secretaría de Cultura, así como de la Universidad
de las Américas y Fundación Cultural Banamex. Al final de
la ceremonia, el gobernador poblano, Melquiades Morales, dijo tener un
compromiso con la cultura y garantizó que Instrumenta Verano se
realizará anualmente.
Al respecto, Toscano confirmóque ya se piensa y
trabaja en futuras versiones del festival. Y como quedó de manifiesto
en el programa del concierto de clausura, la idea es darle ''un sello contemporáneo
y latinoamericano. Lo vimos en el repertorio, en la elección de
maestros''.
-¿Podría ser el principio de un gran movimiento
musical en México?
-Más que de un gran movimiento, se trata de una
nueva fórmula de trabajo, que suma esfuerzos, conocimientos y recursos
de instancias públicas y privadas, y lo digo habiendo estado en
el sector público 27 años. Esa es la fórmula que nos
va a dar seguridad y a consolidar. Si sumamos estas instancias, públicas
y privadas, gobierno federal y gobiernos de los estados, empresas, tendremos
la estructura económica y organizativa que nos permita pensar en
el futuro.
Para reforzar su afirmación, Toscano asegura que
al fundar Instrumenta decidió que iba a dedicar su vida profesional
a la música: ''Eso estoy haciendo todos los días".
|