Micros, las rutas del peligro y la zozobra

Crece el número de víctimas de ataques sexuales en el transporte público

La historia se repitió y resultó una copia fiel de lo sucedido el sábado pasado por la noche: el domingo, poco después de las 22 horas, tres individuos abordaron un microbús de la Ruta 1 y de inmediato encañonaron al conductor.

De entre los pasajeros de la unidad 0010865 privados de su libertad por espacio de dos horas y media, dos mujeres se sumaron a la ya larga lista de usuarias del transporte público que resultan agredidas sexualmente.

Caso idéntico al ataque ocurrido tan sólo 24 horas antes. Las coincidencias entre ambos casos: la misma ruta -la 1, en su ramal que va de San Angel a Acoxpa-; la misma hora -entre las 22 y 23 horas- e igual modus operandi.

En esta ocasión, las víctimas, seis hombres, cuatro mujeres y un menor, acudieron la madrugada del lunes a la 48 Agencia del Ministerio Público, ubicada en la colonia Doctores, para levantar el acta correspondiente.

"Seguro estos tipos nos vigilan"

"El recorrido de la Ruta 1 -en su ramal Tenorios- va de avenida Insurgentes Sur hasta la zona de Villa Coapa. El primer punto de parada obligado es el estadio de Ciudad Universitaria, lugar donde, a decir de los operadores de las 122 unidades que conforman la ruta, "abordan muchos estudiantes" de la UNAM.

"Cuando no hay clases disminuye bastante el pasaje y es poco lo que recogemos en el derrotero. Ahora están de vacaciones, pero mientras haya clases casi siempre andamos con puro joven, hombres y mujeres por igual, pero la mayor parte son puros universitarios", dijo Julio Luna Martínez, chofer de la ruta.

-ƑCree que ustedes sean vigilados por los asaltantes?

-Seguro que estos tipos nos vigilan, nos conocen bien a cada uno de nosotros. Siempre ven las mismas caras. Asaltos hay a cada rato, pero no se había dado lo de las violaciones. No estoy bien enterado de lo que sucedió ayer, pero lo del sábado si estuvo cabrón. Conozco muy bien a El Chicles -Ricardo Loza, chofer de la unidad secuestrada el sábado por la noche- y la verdad no tienen madre esos hijos de puta.

-ƑPiensan hacer algo al respecto?

-Nuestro delegado Hugo Aguilar anda viendo eso. El casi nunca esta aquí (paradero de San Angel); pasa más tiempo en Tenorios. Pero esta difícil que nos defendamos en el momento del asalto, violación o lo que sea. Te inmovilizan de inmediato. Pero sí nos vamos a reunir para ver qué podemos hacer.

"Venían hasta cantando"

Ricardo Loza Caballero, El Chicles, acaba de cumplir 32 años. El sábado,"por primera vez en la vida", fue víctima de una agresión de este tipo. "Esos hijos de la chingada se subieron en el estadio Azteca. Eran cuatro: tres venían con gorra blanca y uno más con gorra negra. Fue en la esquina de Acoxpa y Prolongación División del Norte donde el primero corrió desde la última fila. Venía en el asiento que da al pasillo, así que nadie le estorbaba. Ya aquí adelante me encañonó y dijo: 'ya chingaron a su madre todos'. No me acuerdo de muchas cosas, pero en ese momento creo que le contesté: 'pues toma todo lo de la marimba'.

"No avanzamos ni 30 metros cuando me quitaron del volante: 'vete de aquí, vales para pura madre, no sabes ni manejar rápido como te lo estoy pidiendo".

Loza Caballero está formado en la fila de choferes que esperan el banderazo de salida, lo cual ocurrirá hasta las 16:30 horas en la esquina de Doctor Gálvez e Insurgentes. Se queja de un dolor en las costillas y dice que el próximo miércoles va a ir al hospital de Xoco para que lo revisen; "de la agencia del MP me mandaron para allá", expresa.

"Traía a los 24 pasajeros sentados y el pasillo siempre estuvo libre. Primero acostaron a todos boca abajo para quitarles lo que traían. A mí al principio me tenían agachado en el lado izquierdo del asiento del chofer, pero después me acostaron con todos los demás. Todos estábamos abrazados debajo de los asientos, sin voltear siquiera, no podíamos vernos los unos a los otros y por ello nadie se dio cuenta del recorrido que hicimos. Cada uno de esos güeyes traía arma y los cabrones venían hasta cantando.

"Da coraje, porque uno no puede hacer nada. Quisiera que hubiera sido uno solo para poder meter las manos, pero así en bola te quedas con el coraje y con el miedo. No me di cuenta de nada. De las violaciones nada más escuché a la que se quejaba, que creo que era la menor.

"La ropa me la aventaban a mí, allá atrás. La desnudaron; esos fueron los quejidos que oí. Pero ya no me acuerdo bien."

Ricardo no es dueño de las unidades que maneja. Explica que el Alfa que traía en esa ocasión se quedóen las oficinas del Ministerio Público para realizar el peritaje correspondiente y que los violadores se llevaron todo: "se perdieron los papeles, los tarjetones, la póliza de seguro, la tarjeta de circulación".

Loza Caballero se confiesa nervioso, incluso estira el brazo derecho para comprobar la falta de estabilidad de su mano, pero a pesar de ello asegura: "voy a seguir trabajando en esto y primeramente Dios los lleguen a encontrar y paguen todo lo que hicieron. Yo les comenté (a las autoridades) que venían con gorras blancas, nada más uno traía la gorra de color negro y creo que él era el que violaba a las muchachas".

"ƑSabes que...?"

"Cuando se acabó la gasolina dijeron: 'Ƒsabes qué, chofercito?, ya nos vamos y en 10 minutos nadie se levanta para que nos dejen ir'. Nos amenazaron, nos dijeron que si nos levantábamos nos baleaban el micro, y nadie se levantó. Yo empecé a levantarme despacito y luego les prendí la luz y ya levanté a todo el pasaje. Al principio me preguntaban Ƒseguro?, y yo les respondía sí, seguro, y poco a poco se empezaron a parar.

"Luego ya llamaron a una patrulla, pero no todos fueron a la delegación a denunciar. Incluso un pasajero que me acompañó por gasolina para echarle al micro y que se quedó ahí en la calle América me comentó que alcanzó a alzar la cara porque el camión se iba parando a cada rato y que vio cómo los cabrones éstos se bajaban a los cajeros automáticos para sacar el dinero de las tarjetas que les quitaron a los usuarios".

AGUSTIN SALGADO RICAÑO