México D.F. Sábado 26 de julio de 2003
La amistad entre los dos artistas será
narrada en un documental dirigido por Hébert
Orozco enseñó a Cosgrove cómo
atrapar la luz de México
El pintor canadiense plasmó en los muros de una
escuela el único mural de la región de Quebec
Exhibirán en la FIL Bocetos de un nuevo mundo,
filme en español, francés e inglés
MONICA MATEOS-VEGA ENVIADA
Montreal, 25 de julio. Casi en secreto, la cálida
luz de México destella desde los muros de la Escuela de Filosofía
y Ciencias del Colegio de San Lorenzo, cerca de esta ciudad, donde está
plasmado el único mural que existe en la región, realizado
por Stanley Cosgrove (1911-2002), uno de los pintores quebequenses más
reconocidos aquí y quien fue cercano colaborador del mexicano José
Clemente Orozco (1883-1949).
La relación entre ambos creadores floreció
en los años 40, cuando Cosgrove prácticamente se enamoró
de los colores que con tanto afán eran usados por los muralistas
mexicanos. Llegaba de una Europa en guerra y de Nueva York, donde no encontró,
''visualmente, nada interesante", según sus propias palabras. Decidido
a estudiar en la Academia de San Carlos, Stanley pronto se identificó
con el trabajo de Orozco, quien le pidió lo ayudara a realizar un
mural en el hospital Jesús de Nazareno, en el Centro Histórico
de la ciudad de México.
Producción de Canal 22
La historia completa de esta amistad será narrada
en el documental Bocetos de un nuevo mundo, que este mes comenzará
a rodarse por Ciné Qua Non Film, bajo la producción de Canal
22, de México; TV5 de Quebec, el canal Bravo!, de Toronto; ARTV
de Montreal, y la Sociedad para el Desarrollo de las Empresas Culturales
(Sodec), institución esta última dedicada a financiar la
industria fílmica quebequense.
El
material deberá estar listo para ser estrenado en diciembre, en
el contexto de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara. Tendrá
una duración de una hora y estará conformado por 20 fragmentos,
de unos dos minutos, a manera de estampas que darán cuenta del viaje
del pintor quebequense por la obra de su colega, y viceversa.
''Serán 20 cortometrajes de arte, ensamblados a
la manera del trabajo que realizó François Girad en su cinta
32 short films about Glenn Gould", explicó Bernar Hébert,
guionista, director y productor de Ciné Qua Non Film.
Aunque es la primera vez que trabaja con la producción
de Canal 22, esa empresa tiene estrecha relación con la televisión
cultural mexicana, la cual ha difundido sus realizaciones, entre ellas
El pequeño museo de Velázquez.
Para Hébert, la música es un elemento importante
en sus filmes, que en realidad son conjuntos de videoclips. En Bocetos
de un nuevo mundo ''recurriré a piezas, o segmentos de canciones
de los años 20 a los 50, tanto clásicos, boleros, rumbas
o mambos. Se trata de crear cuadros con un alto contenido poético,
que no sólo expresen la visión de los pintores ni que se
convierta en un análisis de su obra, sino que muestre, por ejemplo,
cómo enseñó Orozco a Cosgrove a atrapar la luz de
México o que eran dos hombres que si bien hablaban poco entre ellos,
se comunicaban de manera amplia mediante su pasión por la pintura",
señala el realizador.
Cosgrove empleó 10 años para convencer a
las autoridades de Montreal de que lo dejaran pintar una pared. No se entendía
el concepto de arte público.
Finalmente, en 1953, concluyó el mural Philosophie
scholastique venant au se cours du materialisme, el cual realizó
con la misma técnica utilizada por Orozco.
Clemente, el hijo del muralista mexicano, le ha proporcionado
material a Hébert para su proyecto, el cual también cuenta
con la participación de la familia de Cosgrove, quien falleció
en 2002 a los 91 años.
Misterio y poesía
La obra ''mexicana" de Stanley está compuesta por
paisajes, calles y mercados, sin faltar los retratos de mujeres indígenas
que, según los críticos de arte canadienses, son una mezcla
''de pureza técnica, con una bien lograda transparencia y profundidad
del color y la textura que provoca una sensación mística".
Pero lo más importante que reconocen los biógrafos
de Cosgrove, es que el encuentro de éste con Orozco ''lo dotó
de una riqueza interior que le permitió imprimir profundidad y sutileza
espiritual a su obra, composiciones llenas de misterio y de poesía."
En 1945, Cosgrove firmó un contrato de exclusividad
con la galería Dominion, que concluyó en 1964. En 1951 fue
nombrado miembro de la Academia Real de las Artes de Canadá. Hasta
sus últimos años de actividad artística se mantuvo
fiel a su estilo y al gran secreto que le obsequió México:
la luz.
El documental será editado en tres versiones: español,
francés e inglés, y se sumará a trabajos de Hébert
como ¡Viva la Frida!, estrenado en Quebec el pasado abril,
durante el Festival de Cine Panamericano Imágenes del Nuevo Mundo.
Entre sus producciones, Bernar Hébert cuenta con
la serie de cuatro episodios El niño de la música,
dedicado a Mozart; Impresiones, sobre Claude Debussy; La música
de un coleccionista de sueños, sobre dos obras de Bela Bartók,
y El perro de Luis y Salvador, acerca de la amistad entre Buñuel
y Dalí.
|