México D.F. Domingo 27 de julio de 2003
En dos años y medio su audiencia creció más de 200 por ciento
Canal Once demuestra que calidad cultural y rating pueden convivir
Acaban de salir al aire varios programas y hay más en fase de proyecto
ANTONIO MALACARA ESPECIAL
La nota es de llamar la atención: a dos años y medio de haber entrado en funciones, la nueva administración de Canal Once, con Julio Di-Bella en la Dirección General y Enrique Quintero-Mármol en la Dirección de Producción, ha logrado elevar en más de 200 por ciento el rating de la emisora del Instituto Politécnico Nacional.
El aumento en los números de audiencia no deja de ser impresionante, pero lo más sorprendente del caso es que Canal Once lo ha logrado sin abandonar un instante la mística de calidad cultural que le diera origen en marzo de 1959. Antes bien, sus contenidos se han depurado y vuelto más atractivos; sus ritmos se han agilizado; sus formatos se han renovado, apostando siempre a la inteligencia del teleauditorio.
Hubo un tiempo en que esta señal se perdía en el limbo sin que nadie le hiciera caso, pa' qué más que la verdad; pero los cambios se empezaron a dar con el arribo de Alejandra Lajous a la Dirección General, en 1981, y se fortalecieron durante los 10 años que permaneció marcando el rumbo. Aunque bueno, todavía muchos no sabemos por qué decidió sacar del aire Hoy en la cultura, uno de los mejores noticiarios culturales que teníamos en estas tierras.
El caso es que hace unas semanas, entrevistada en Canal 40, la licenciada Lajous declaró que era una verdadera tristeza lo que los actuales directivos estaban haciendo con Canal Once, así que fuimos a pedirle su opinión a Enrique Quintero-Mármol, productor en jefe del canal.
"Opino que... no en respuesta a lo que dijo ella Ƒeh?, pero creo que (ella) ha hecho un trabajo muy muy bueno, muy respetable. No olvidamos que aquí había una base muy sólida, que fortaleció Canal Once y que lo convirtió, en buena parte, en lo que ahora es. Pero (al canal) había que darle otro rostro, y ese otro rostro es esta forma de ver la televisión, como lo está haciendo la nueva administración. No demeritamos en nada el trabajo que se hizo antes, pero también hay cosas muy claras: Canal Once ha ganado lo que nunca en 10 años en estos tres anteriores, de premios, de reconocimientos, inclusive a escala internacional; pero sobre todo hemos ganado la aceptación del público, que ha crecido en un porcentaje enorme. Y eso tampoco se dio gratis. Hay un trabajo que tiene que ver con la nueva opción de televisión. Hay un comentario generalizado, que la gente siente que Canal Once está cambiando, que estamos haciendo las cosas diferentes y bien. Habrá a quien no le guste, gente que no esté de acuerdo, pero a la gran mayoría le parece bueno e interesante. Hemos crecido enormemente."
Entre los programas que se acaban de estrenar en el canal del Politécnico figuran:
Larga vida a la comedia. Serie documental de 13 capítulos que se centra en biografías de los grandes comediantes de México: Pardavé, Palillo, Mauricio Garcés, etc. (Lunes, 20:30 hs.)
Recicla2. Concepto original que se propone demostrar lo divertido y económico que resulta intervenir los espacios habitacionales con materiales de desecho y muebles en desuso. (Miércoles, 20 hs.)
A la vuelta de la esquina. Reality show poco convencional en que se muestran las diferentes posibilidades de entretenimiento y las opciones culturales en esta gran ciudad. (Jueves 20 hs.)
Abrelatas. (Único programa en televisión abierta que presenta una revisión de los corto y mediometrajes mexicanos. Además de las películas, hay entrevistas y comentarios. (Jueves, 22 hs.)
Pero hay mucho más; consulten la cartelera. Solamente en Cine del Once, por ejemplo, están programadas películas como Hola, mamá, de Brian de Palma; Sin compasión, de Francisco J. Lombart; El placer de la seda, de Ivonne Marciano; El camino del samurai, de Jim Jarmusch, o El regreso, de Takeshi Kitano.
Y en cuanto a proyectos musicales, ya se está cocinando un programa sobre jazz mexicano. Ni hablar, las cosas se están haciendo bien. Y qué bueno, por todos nosotros.
|