ASTILLERO

Julio Hernández López

Un PAN sin levadura

Extravíos, olvidos y miopías

Esquites y elogios del pie

EL PARTIDO ACCION NACIONAL parece no darse cuenta de que le urge hacer política seria y en serio, y que el derrumbe del producto de mercadotecnia que aceptó como candidato presidencial y que siguió apoyando como mandatario federal -a veces hasta niveles de ignominia similares a los habidos en los peores periodos del priísmo clásico- le está llevando a niveles tragicómicos de sobrevivencia ética y política, convertido ese partido de larga y esforzada tradición en simple arena de combates electoreros, abandonados los principios doctrinales que tanto gustaba lucir en el pasado, huérfano en términos ideológicos, coleccionista de pésimos ejemplos de distorsión, perversión y corrupción al llegar al ejercicio crudo del poder.

NI SIQUIERA PORQUE vio decaer escandalosamente sus índices de votación en densas zonas urbanas en las que antaño solía fundamentar su fuerza, asumiéndolos como producto de la ilustración y oponiéndolos a las cifras provenientes de las ignorantes y manipulables demarcaciones rurales o de precariedad citadina. Ni siquiera porque diariamente sus presuntos representantes en el gabinete escriben páginas de vergüenza ajena (como sucede con Fernando Canales Clariond, el electoralmente reprobado ex gobernador de Nuevo León, que al ser trasladado a la capital del país para que dejara de causar estropicios locales fue convertido en depredador nacional, ya generando problemas con China, ya apareciendo en los carísimos noticieros radiofónicos del presidente Vicente Fox para emocionar a los desempleados con sus ofertas de apoyar económicamente a quien "tenga una idea, la más simple, pero no por ello menos importante", como una taquería, una peluquería, un salón de belleza, una fábrica casera de pasteles o "utilizar los elotes que producimos en nuestro campo para venderlos, no como elotes, sino como granos complementados con crema, con productos con adiciones que le den mayor valor agregado", sugería, impulsaba, animaba el riquísimo empresario regiomontano habilitado como secretario de esquites del gobierno federal).

PANISMO ENTRAMPADO EN una crisis de crecimiento que amenaza con ser vergonzosamente efímera: décadas peleando con banderas puritanas por delante en demanda de un poder que, alcanzado, les ha corroído: hasta Felipe Calderón Hinojosa cayó en la tentación de aceptar un préstamo hipotecario jurídicamente legítimo, pero política y éticamente tan inaceptable que el mismo michoacano representante del panismo "doctrinario" hubo de rechazarlo para que no creciera un escándalo de poca monta económica ante el cual los pruritos históricos sucumbieron. No se hable de los alcaldes panistas del estado de México y sus sueldos exagerados, o de los nuevos ricos de la política que son los miembros del blanquiazul habilitados mediante criterios facciosos como delegados de secretarías federales, o miembros del Servicio Exterior Mexicano o mandos burocráticos medios que rápidamente adquirieron y mejoraron los hábitos sucios de sus antecesores priístas. O de la otra forma de corrupción que es la ineficacia: la demagogia color rosa de Creel, el pragmatismo negociador del Barrio-Salinas, que como contralor solamente pudo pescar una diputación federal; el rollo mareador de la secretaria Vázquez Prestas convertida en Terminator de pobres, o los enroques de politiquería menor que no hallan dónde poner al Negro Durazo o a Poncho Elizondo, perdón, al revés.

ALLI SIGUE EL PAN sin saber qué hacer. No es gobierno, pero tampoco oposición. Pierde votos, pero no gana poder. Puso a un aventurero en la Presidencia de la República y ahora se asombra al ver que al timón está un marinero que no pudo o no quiso ser capitán. Apostó a la antipolítica emocionadamente postulada por un ejecutivo de trasnacional que se financió con fondos extranjeros, y hoy se duele del bajo nivel político que se vive en México. Tiene como dirigente nacional formal a alguien que forecejea en lo subterráneo con Los Pinos y como líder extraoficial, pero real, a un comandante salinista de nombre Diego.

LO MALO PARA ese partido, y para el esquema partidista a partir del cual se pretende gobernar a México, es que parece no darse cuenta de lo que a su alrededor sucede. Ni oposición leal ni gobierno virtual: confusión y desgano, frivolidad y falta de fósforo, creatividad en blanco y futuro entre azul y buenas noches.

ASTILLAS:COMO NO SE iba a apresurar el presidente Fox a felicitar a la selección mexicana de futbol que ayer ganó la Copa Oro (colocándose en situación de martirologio parecida a la que sufrieron los jugadores y su estratega. Presidente incomprendido en su función de entrenador nacional, que sin embargo se la juega con sus muchachos del gabinetazo, y más delante habrá de recibir reconocimiento popular como hoy los balompédicos personajes: "Lucharon contra todo, contra todos los obstáculos, contra todos los que no creían en ustedes", declamó el hoy mal apreciado mandatario federal que cree tener en una parte mayoritaria del electorado a su machaconamente crítico Hugo Sánchez personal). Presidente de la República que de inmediato recibirá en Los Pinos a los jugadorazos y su entrenador sin botas, con el mismo entusiasmo oportunista con que se les habría desdeñado si hubieran fracasado en sus empeños pateadores de balones... (Eso sí, en diplomática reivindicación por el fracaso futbolero de ayer en el estadio Azteca, Brasil sustituirá el próximo año a México en el asiento no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Sustituida la estrella de Fox por la de Lula, ya se verá si aquel país convierte en epopeya nacional la llegada a la silla esa que, en el caso mexicano, trajo más dolores de cabeza, vergüenzas y desvelos que las glorias prometidas por el foxismo que ya se asumía como factor decisorio mundial de primer orden)... Y ya que líneas arriba se hablaba de los naufragios panistas en zonas urbanas importantes, en San Luis Potosí el blanquiazul está en camino de romper una larga secuencia de gobiernos del municipio de la capital. A pesar de que un empresario local, Jacobo Payán, accionista entre otros rubros del equipo profesional de futbol de primera división y del estadio Alfonso Lastras Ramírez, dejó el PRI para afiliarse a Acción Nacional y buscar la candidatura a la alcaldía capitalina (invitado por Marcelo de los Santos, entonces candidato a gobernador y ahora electo para tal cargo), las turbulencias grupales (que van pareciendo copia del PRD) pretenden dejarle fuera, lo que abriría el paso al impensado retorno del PRI a esa presidencia municipal, e inclusive al crecimiento del sol azteca si este partido postula al todavía priísta Juan Carlos Barrón, notario público, ex secretario general de Gobierno.