.. |
México D.F. Lunes 28 de julio de 2003
TEATRO
Mariana Norandi
La puerta negra
LA OBRA DE cualquier creador es el reflejo de su
origen, vivencias y referencias culturales. El actor y director teatral
Felipe Nájera, natural de Cerritos Namiquipan, Chihuahua, en su
incursión como dramaturgo arranca un pedacito de su tierra natal
y lo expone ante los espectadores como si fuera una fotografía viviente.
La puerta negra (Delgadina), opera prima de este autor, acerca
de una forma asombrosa a la vida cotidiana de las mujeres que viven en
los pueblos del norte. Entre flores de tela, manteles de plástico,
estufas de leña y candiles de pálida lumbre, Nájera
hace que el público se enfrente a una realidad cruda, lejana y,
para la mayoría de los citadinos, desconocida.
ESCRITA
Y DIRIGIDA POR Nájera, la obra narra la historia de Delgadina
(Ana Bertha Espín) una mujer, de más de 40 años, que
vive junto a su madre (Angelina Peláez) y un criado tarahumara llamado
Gabriel (Javier Ruán) en un pueblo cercano a la sierra. Un sábado
santo, muere su madre y llega de Estados Unidos su hermana Rita (Zaide
Silvia Gutiérrez). Este encuentro desata una lucha tenaz entre el
recuerdo y el olvido.
DELGADINA, MUJER DE pueblo, de sueños rotos,
esposa y madre frustrada, sedienta de hombre y víctima de una educación
católica recalcitrante busca en el recuerdo lavar su soledad. Rita,
inmigrante en Estados Unidos, quien se dejó raptar por un hombre
para huir de los miedos y costumbres de los pueblos, se refugia en el olvido
para sanar sus heridas ancladas en su origen y en su memoria.
Encuentro con uno mismo
FELIPE NAJERA COMENTA la génesis de la obra:
"La empecé a escribir al darme cuenta que, cuando emigré
al Distrito Federal hace 18 años, había renegado de mi historia.
Cuando entré a la escuela de teatro, me daba pena usar botas, decir
que era de Chihuahua y que me gustaban Los Tigres del Norte. Entonces,
la obra es un proceso de encontrarme a mí mismo, por eso tardé
10 años en escribirla. En ella dejo cachitos del alma y sublimo
mi origen. De cierta manera, soy el personaje de Rita".
EL LENGUAJE DE Nájera es espeso y consistente.
La palabra adquiere un valor altamente complejo, pletórico en poesía
y metáforas, y bañado de un humor inteligente, a veces negro,
otras irónico, pero siempre fiel a la realidad de los pueblos norteños.
Nájara comenta al respecto: "En esta obra la palabra vuelve a tomar
vida. No sé si fue demasiado, pero creo que así debe ser
el teatro".
Personajes vivenciales
DURANTE EL PROCESO de preparación actoral
y de producción, los actores se desplazaron a la zona chihuahuense,
donde se desarrolla la historia para conocer a fondo su realidad. El autor
explica: "Los personajes que aparecen en esta obra son vivenciales. Sus
caracteres son los de mis tías, mis hermanas, mi madre y mi familia.
El de las mujeres del pueblo donde nací. El de la gente que emigra
a Estados Unidos, que se queda o que sufre una sequía de 12 años.
Por ello nos desplazamos a mi pueblo y allí convivimos con mis tías
y sobrinos, estuvimos en las casas, cocinas y patios para conocer su cotidianidad".
Esta experiencia se refleja en la escrupulosidad de la escenografía,
pero también en el gran trabajo de las actrices, que supieron perfectamente
captar la idiosincrasia, el acento y la expresividad de las mujeres chihuahuenses.
CON ESTA PUESTA Felipe Nájera erige un homenaje
a su tierra natal y sus mujeres, las cuales, a pesar de sus opresiones
y herencias, son imaginativas, fuertes y valientes. Es una invitación
a ensalzar nuestros orígenes y asumir las raíces culturales
como esencial cimiento de identidad.
LA PUERTA NEGRA (Delgadina):
Teatro Helénico. Av. Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn.
Lunes y martes, 20 horas. Entrada: 120 pesos.
|