México D.F. Miércoles 30 de julio de 2003
Bajar la venta de droga al menudeo, mayor éxito del programa federal de seguridad: Esther Chávez
Asesinarán a más mujeres en Juárez de no aplicarse medidas serias: ONG
Mientras continúe la violencia doméstica no van a frenarse los crímenes, advierte la líder de Casa Amiga
La relación con el gobernador, más lejos que nunca de un acuerdo; teme que el PRI pierda el poder, dice
JENARO VILLAMIL ENVIADO
Ciudad Juarez, Chih., 29 de julio. Desde julio de 2000, cuando Vicente Fox era presidente electo, Esther Chávez le entregó una lista de crímenes contra mujeres de esta ciudad. Pasaron tres años para que el gobierno federal reaccionara con el Programa Integral de Seguridad en Ciudad Juárez, pero, hasta la fecha, "todavía no se sabe exactamente cuántas víctimas hay"; incluso, existen "19 esqueletos que no sabemos ni dónde están, nunca fueron identificados y los dieron por perdidos. Para las autoridades se trataba de 'huesitos'", destaca Esther Chávez, dirigente de la organización Casa Amiga
Protagonista en los últimos 11 años de la historia del feminicidio que ha conmocionado a esta ciudad, Esther Chávez hace un balance de la historia del propio movimiento civil juarense y de sus relaciones conflictivas con los dos gobernadores a quienes le ha tocado confrontar: Francisco Barrio, del PAN, y Patricio Martínez, del PRI. Del primero señala que hasta 1996, después de tres años de protestas y presiones, creó la agencia especializada en delitos sexuales. "Barrio nos recibía con una carota, y si bien no hacía nada, por lo menos nos recibía; así pudimos meter a las familias de las víctimas a hablar con el procurador", recuerda Chávez. Sin embargo, su relación con Patricio Martínez la califica como "pésima, cada vez más alejada de llegar a un acuerdo".
En su balance actual, Esther Chávez considera que la situación no ha mejorado "en absoluto" para las mujeres de Ciudad Juárez. "En estos momentos, cuando se han perdido más de 80 mil empleos en las maquiladoras, se está castigando mucho más a la mujer, no sólo porque continúan los exámenes de ingravidez, ahora en forma simulada, sino porque se les exige más horas de trabajo y mayor rendimiento, además de la presión que existe sobre ellas", subraya.
Frente al actual programa integral de seguridad, la dirigente de Casa Amiga confía que "por salud mental" espera que se haga algo, aunque, escéptica, cree que los mayores éxitos se van a notar en la disminución de venta de droga al menudeo, "pero si no se toman medidas más serias y directas para reducir el feminicidio y la violencia hacia la mujer, los crímenes continuarán".
Los orígenes y las divisiones.
En 1992, año de la llegada al poder de Francisco Barrio, Esther Chávez Cano empezó a participar en el Grupo 8 de Marzo. Junto con otras feministas chihuahuenses, como Mónica Alicia Juárez e Irma Campos, pelea contra el proyecto de reforma legal de la diputada Teresa Ortuño y por incluir en la Constitución el derecho a la vida y reducir en el Código Penal las causales de despenalización del aborto.
En 1993, ante los registros de los primeros crímenes contra mujeres con un patrón similar -violencia sexual, jóvenes cuyos cuerpos eran abandonados en lotes y arenales del desierto-, Esther Chávez convoca, junto con otras mujeres, como Dolores León, Astrid González, Victoria Caraveo (actual titular del Instituto de la Mujer en el gobierno de Patricio Martínez) y Luz María Villalba, a la creación de la Coordinadora del Programa de no Violencia. Fueron 16 grupos los que se integraron a principios de 1995.
"Invitamos a las diputadas federales y a la presidenta de la comisión de Equidad de Género, la diputada Alma Bucovich, del PRD, quien tomó el caso de las mujeres de Juárez como algo muy personal. A ella le dolía como mujer y como madre. Peleó y peleó, y gracias a ella y a todas las demás se abrió en 1996 la primera agencia especializada en delitos sexuales", rememora Esther Chávez.
Después de lograr la creación de la agencia presionaron para que se abriera la fiscalía especial para los delitos contra mujeres. Participaron otras diputadas federales, como Patricia Olamendi. Fue en esa época cuando detuvieron al Egipcio, Abdel Latif Sharif Sharif, como "autor intelectual" de los crímenes. "Cuando hay mucha presión capturan al Egipcio. Siempre han detenido a alguien bajo presión, y ahora es bajo presión internacional", acota la dirigente de Casa Amiga, centro de ayuda de crisis en casos de violencia de género.
-ƑCuándo comienzan a organizarse las madres de las víctimas?
-Nosotros hicimos varias marchas y no las conocíamos, pero siempre veíamos a unas mujeres vestidas de negro. Me acuerdo que la primera vez que estábamos en la Plaza de Armas se acercaron Irma Pérez, Ramona, Berta Márquez y otras. Ellas escogieron el nombre de Voces sin Eco, grupo que se formó cuando desapareció Sagrario González Flores. Su hermana, Guillermina González Flores, una líder natural, las juntó.
Desde 1998, aclara Esther Chávez, ya había una estrategia del gobierno de Patricio Martínez para dividir a las organizaciones feministas y a las de las madres de las víctimas, y considera que les dan recursos por medio de una organización como el Comité Ciudadano de Lucha contra la Violencia (Cociluve).
La segunda organización de madres de víctimas, después de Voces sin Eco, fue Nuestras Hijas de Regreso a Casa, que se formó cuando aparecieron los ocho cuerpos del lote algodonero, en noviembre de 2001. "En esa época -rememora- dos esta-dunidenses, Greg Bloom y Cindy Bejarano, repartieron unos volantes amarillos llamando a organizar a las víctimas de la violencia. Desde el principio las apoyan mucho, con muy buena intención pero con poca lógica. Llegan Irma, Ramona, Berta, Rosario Acosta, Maricela Ortiz y Norma Andrade, madre de otra víctima de 2001. Ese es el núcleo original de Nuestras Hijas de Regreso a Casa.
Esta organización ya registró un cisma interno. Paralelamente, el gobierno del estado creó otro grupo llamado Integración de Madres por Juárez. Para el sociólogo Alfredo Limas, en esta larga historia de desencuentros y divisiones entre los grupos civiles ha influido "el peso de lo clientelar y de lo corporativo". Hasta antes de 1983 -fecha del primer triunfo del PAN en la alcaldía de Ciudad Juárez, con Francisco Barrio-, "todas las formas de participación civil se realizaban por medio del PRI". "El PAN creó otros mecanismos de gestión, pero subordinados al entonces alcalde Francisco Barrio", acota Limas, integrante de la Red de no Violencia.
Esther Chávez relata que en 1998, un periodista de la CNN la convenció de que fundara una organización de atención a las mujeres que sobreviven a la violencia de género. El entonces alcalde electo se comprometió a apoyarla con tres salarios y otras fundaciones, y ocho meses después aportaron fondos por 31 mil dólares que sirvieron para el arranque de la Casa Amiga.
Este centro también vivió un cisma en 2000, del cual surgió el grupo Contigo. Esther Chávez indica que en este tiempo "inició una campaña de seis meses para desprestigiarme junto con el centro. Me acusaron de malversación de fondos, que me robo el dinero, que lo que hago es porque quiero ser protagónica y de que soy panista; curioso, porque antes Barrio me acusaba de priísta".
Sin embargo, en este año Esther Chávez ha recibido reconocimientos internacionales y la propia Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha avalado la labor de Casa Amiga, centro que en su primer año de funcionamiento atendió a mil 50 personas, y en 2002 a 10 mil 320, la mayoría mujeres víctimas de violencia intrafamiliar y doméstica. Hasta junio de 2003 sus reportes indican atención a 5 mil 529 personas.
-ƑCómo evalúa su relación actual con el gobernador Patricio Martínez?
-Pésima, más alejada que nunca de llegar a algún acuerdo.
-ƑSe ha buscado algún acercamiento?
-Sí. En muchas ocasiones varios diputados priístas se han ofrecido como interlocutores. Yo nunca he hablado con Patricio Martínez y no puedo saber qué le molesta tanto. Creo que su inconformidad es porque no me he callado.
-ƑQué es lo que más le afecta al gobierno de Patricio Martínez frente a Casa Amiga?
-Creo que tiene una visión bastante errónea. Piensa que yo hice que Barrio perdiera la elección y que haría lo mismo con el PRI. En el colmo de su locura, cree que tengo tanto poder que con las denuncias voy a hacer que el PRI pierda el poder.
-ƑEstá de acuerdo en esta división entre homicidios seriales y homicidios situacionales que ha hecho la procuraduría estatal?
-No. Ese es un pleito que tengo con el gobierno. Para nosotros en todos los casos se trata de violencia de género. Tiene que considerarse así porque si no se atiende la violencia doméstica no van a frenarse los crímenes. La violencia no nace de la nada, nace del hogar. Se puede detener si se atiende realmente el problema social.
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