México D.F. Miércoles 30 de julio de 2003
Ríos Montt y los suyos, parados sobre cadáveres:
Petrich
Señora directora: Qué bonita forma
de describir al presidente de Guatemala Alfonso Portillo, como un "demócrata
sin demócratas alrededor", utiliza Edgar Gutiérrez, ministro
de Relaciones Exteriores de ese país vecino nuestro. Qué
gentil es cuando elogia las buenas maneras de las fuerzas del orden público
al dejarles las manos libres a los grupos paramilitares del partido oficial
que asaltaron la capital el jueves 24. Pero, sobre todo, qué sutil,
qué exquisito su trato al general Efraín Ríos Montt,
el padre de la tierra arrasada, que bien podría volver en breve
a la silla presidencial de ese país.
Según Gutiérrez, el militar golpista es
controversial y tiene un pequeño problema de reputación internacional.
Que yo recuerde, Ríos Montt y otros generales -no se trata de restarle
méritos a nadie- viven parados sobre una montaña de cadáveres.
Y entre las miles de víctimas de esta historia está el nombre
de la antropóloga Mirna Mack, cuyo asesinato, como todos los demás,
sigue impune.
Blanche Petrich
Plantea Cencos un observatorio ciudadano ante
el feminicidio
Señora directora: Agradecemos, como siempre,
el espacio que nos abre La Jornada para el debate, la reflexión
y la generación de propuestas para promover condiciones de vida
más dignas y justas en nuestro país, sabiendo que su medio
es parte de todos estos procesos.
El sábado 26 de julio en El Correo Ilustrado la
Red Ciudadana de No Violencia y Dignidad Humana de Ciudad Juárez
colocó en el centro del debate la importancia de llevar a cabo una
evaluación de las acciones del Programa Integral de Seguridad en
Ciudad Juárez, y nos invita a ser "testigos de calidad" de este
proceso, invitación que aceptamos honrados. Sin embargo, consideramos
que si bien es importante que la sociedad civil que se preocupa y se ocupa
de defender de manera integral los derechos humanos, estamos obligados
a ser coadyuvantes para que estas políticas públicas impulsadas
por el gobierno federal sean apegadas a los estándares internacionales,
con la finalidad de que los contenidos de estas acciones sean verdaderamente
acordes con las diversas realidades que subyacen en el territorio de Ciudad
Juárez y, de esta manera, se puedan promover reformas estructurales
que remonten aquellos hechos de impunidad que tanto nos duelen en lo cotidiano.
Si bien en el "acto" se presentó de manera general
esta iniciativa, a la fecha no hay un desglose pertinente de las 40 acciones
en los ámbitos de seguridad, procuración de justicia, derechos
humanos y desarrollo social; aún no se han aclarado los indicadores
de evaluación, de impacto concreto y los actores específicos
de sociedad civil que se verán involucrados en el mismo.
Por ello vemos como algo necesario la conformación
de un observatorio ciudadano, integrado por diversas organizaciones sociales,
civiles y académicas tanto nacionales e internacionales, así
como líderes de opinión; que monitoreen con indicadores claros
y concisos para dar seguimiento a esta tarea que han impulsado los tres
niveles de gobierno, donde las organizaciones locales en Chihuahua definan
los perfiles y las características de la conformación del
mismo.
No podemos seguir siendo cómplices de la impunidad,
no nos podemos quedar con "actos de relumbrón", es urgente que nos
ocupemos verdaderamente en erradicar que el feminicidio es un "hecho cotidiano",
no permitamos que la violencia sea un fenómeno "natural", y que
el "miedo" sea un factor de complicidad y de impunidad, no aceptemos que
el "fenómeno de culpabilización de inocentes" continúe.
Estamos obligados a atender los problemas desde su orden estructural.
Ratificamos nuestro compromiso ciudadano de ser corresponsables
en este Programa de Seguridad Pública en Ciudad Juárez.
Quedamos a sus órdenes.
Eréndira Cruzvillegas, directora del Centro
Nacional de Comunicación Social (Cencos)
Difiere del análisis de Petras sobre estadio
del imperio estadunidense
Señora directora: En su artículo
para La Jornada "Construcción imperial y dominación"
(domingo 27 de julio), nuestro querido amigo James Petras se cuestiona
si el imperio estadunidense está en ascenso o en decadencia, pregunta
que además considera que no es la cuestión central referente
a las relaciones entre las economías y políticas nacionales
y el imperio. Su respuesta es contundente y sorprendente: "El hecho indiscutible
es que el imperio económico estadunidense es dominante y está
en frase ascendente..." Sin detrimento de la gran admiración que
siento por el maestro Petras, difiero de su análisis por razones
como las siguientes:
Si su principal argumento -no expone otro- para apoyar
la cabal salud del "imperio" estadunidense (para la izquierda marxista,
como para Hardt-Negri, no es lo mismo imperio que imperialismo) es su actual
preminencia en la economía mundial, Petras parece no tomar en cuenta
ni el rápido ascenso de otros polos adversarios del imperialismo
estadunidense ni las grandes contradicciones de todo tipo que hoy enfrentan
a Estados Unidos con Japón y la UE, por un lado, pero también
con China, Rusia y países islámicos y latinoamericanos, de
lo cual él mismo ha hablado con enorme sentido de la solidaridad.
Pero el imperialismo no es sólo un fenómeno económico,
determinado por la mecánica expansiva de una nación, por
muy poderosa que ésta sea, sino un proceso mundial profundamente
político y surcado por profundas contradicciones, que inciden sobre
la economía. Prueba de ello es la política militar que el
gobierno imperialista de Bush ha adoptado como salida a problemas económicos
domésticos, reflejados en gigantescos déficit presupuestario
y comercial, consecuencia a su vez de la pérdida de competitividad
de su aparato productivo, a pesar de las ganancias obtenidas por sus más
poderosas empresas multinacionales. ¿Se podría pensar, por
ejemplo, que el desplome del mercado interno de Estados Unidos, como consecuencia
del desempleo, la caída en los salarios y políticas fiscales
profundamente regresivas, no afecta la evolución presente y futura
de tales empresas? La misma "capacidad de la clase gobernante imperial
de continuar reasignando recursos de la economía nacional al imperio"
tiene su contraparte en la necesidad de las finanzas nacionales de recibir
un flujo constante de inversión extranjera superior a los mil millones
de dólares diarios. ¿Puede hablarse de un pujante imperio
en fase ascendente, en el marco de la "peor crisis económica de
Estados Unidos desde la Gran Depresión" (Clinton dixit)?
Eso sería tanto como confundir riqueza con dinero, que no es el
caso del brillante teórico Petras. Dadas las implicaciones políticas
para la conformación de un proyecto estratégico alternativo,
que salve a la humanidad del ogro imperial no sólo estadunidense,
considero que es indispensable abrir este debate a la sociedad.
Raúl Villegas Dávalos, Fundación
Cultural Tercer Milenio
Denuncia negligencia con un enfermo de cáncer
en el Hospital General
Señora directora: Me dirijo a usted, con
la atención de siempre para solicitarle que incluya esta carta en
la sección de El Correo Ilustrado de su prestigiado diario.
Hace cuatro meses que mi padre, Luis Mora Morales, de
70 años de edad, se encuentra enfermo. Sus primeros síntomas
fueron un aumento constante de temperatura y falta de apetito, con la consiguiente
pérdida de peso. Ya que es desempleado y no es derechohabiente de
ninguna institución médica, acudimos al centro de salud más
cercano a su lugar de residencia en Santa Marta Acatitla, delegación
Iztapalapa, donde nos recomendaron acudir al área de oncología
del Hospital General para que le realizaran estudios especializados.
En dicho hospital le han practicado estudios generales,
una endoscopia y solicitaron un ultrasonido abdominal (en un laboratorio
particular); sin embargo, no me han comunicado los resultados ni el diagnóstico
mucho menos un tratamiento.
Dado que la única cita con la que contamos es hasta
el 13 de agosto, y como observo un deterioro cada vez mayor, acudí
a la Conamed para agilizar el diagnóstico y el tratamiento. Por
intermediación de esta comisión, me dirigí a la dirección
general de ese hospital con Rafael Gutiérrez Vega. Me entrevisté
con Leonardo Flores, subdirector de Atención Médica, quien
me recomendó hacerle un ultrasonido transrectal con biopsia que
ya habían solicitado en Oncología que se realizara en un
laboratorio particular.
Nos presentamos con los resultados de una tomografía
abdominal computarizada el viernes 25 de julio y nos entrevistamos con
Eduardo Arana R., jefe del servicio de oncología, quien a su vez
nos remitió al consultorio 3 con Martín del Campo; este doctor
no auscultó a mi papá, revisó la tomografía
y nos solicitó que le mostráramos los resultados de la endoscopia
realizada en este hospital el 27 de mayo por el doctor Carreño.
Sin embargo, los resultados de la endoscopia no aparecieron y el doctor
Martín del Campo no nos dio diagnóstico ni tratamiento y
se limitó a comunicarnos que a mi papá le quedan tres meses
de vida.
Ante el desgaste económico, físico y emocional
de mi familia y el sufrimiento de mi padre, solicito a las autoridades
correspondientes se atienda cuanto antes a mi padre y mediante un tratamiento
mejore su salud y se haga llevadero y digno el tiempo que le quede de vida.
Profesor Simeón Mora Parra
El
Correo Ilustrado
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