México D.F. Jueves 31 de julio de 2003
La gestación de su nuevo libro se vincula con el levantamiento zapatista
Después de 15 años, Oscar Oliva vuelve a la poesía con Lienzos transparentes
Pugnar por la paz en Chiapas, desde la Conai, le permitió recuperar el deseo de escribir
Quise recoger mediante imágenes y metáforas la memoria acumulada, expresa
CESAR GÜEMES
Luego de 15 años de silencio editorial, el poeta Oscar Oliva, en su momento integrante de la Comisión Nacional de Intermediación (Conai) y actualmente director del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes del gobierno del estado de Chiapas, da a conocer el volumen Lienzos transparentes, publicado por Aldus, poemario que tiene su origen en el regreso del escritor a su estado natal y en la necesidad de escribir motivada por los acontecimientos sociales luego del movimiento zapatista.
Si bien Oliva pasó tres lustros sin dar a conocer una obra nueva, el tiempo creativo no se detuvo para él, según explica: ''Cada día que pasa en mi vida trabajo en la poesía, la pienso, la medito y leo a los grandes poetas que me han emocionado o que voy descubriendo".
El acontecer histórico, motivo para escribir
La resonancia poética de su labor tiene una relación directa con la historia, como narra Oliva: ''Lo que me motiva a escribir es el acontecer histórico, independientemente de que la historia se mueve para bien o para mal. Los primeros textos que hice, muy joven, tuvieron alrededor y en el fondo de ellos a la problemática de México a finales de los años 50. Así que las huelgas ferrocarrileras de entonces marcaron la pauta de mi escritura.
''Motivado por esos movimientos de independencia y dignidad fue como empezaron a salir de mi mano los trabajos que conformarían La voz desbocada y Aspera cicatriz". Y aclara: ''Eso no significa que me dedique a escribir poemas políticos o sociales, sino que los acontecimientos que se dan alrededor de la vida de los mexicanos hacen que vuelva a la poesía una y otra vez".
En esa lógica, la gestación de Lienzos transparentes está vinculada al levantamiento zapatista en 1994: ''Tuve la fortuna de ser miembro titular de la Conai, y de esa manera regresar a Chiapas después de muchos años de ausencia. Regresé para incorporarme al trabajo y la lucha por la paz. Esta labor, por su parte, me hizo recuperar no sólo el deseo de escribir y el temblor de encontrarme de nuevo con la página en blanco, sino que también recuperé en Chiapas elementos que había perdido o mantenía reservados: los aromas, el sabor y los colores de mi estado.
''Desde el inicio me di cuenta que la rebelión zapatista no se queda solamente en ese territorio, sino que lo fundamental del movimiento es su universalidad. Ante esa característica sentí la necesidad de escribir un libro que no fuera un relato, ni un resumen de poesía coloquial o anecdótica en el que aparecieran los nombres de las personas que encabezan el zapatismo ni de los grupos sociales que lo apoyan. Quise hacer un libro que recogiera a través de imágenes y metáforas la memoria acumulada."
Ni mitificación ni alabanza
Las concordancias entre la vida social y la propuesta poética son incluso de orden formal, como explica Oscar Oliva, también autor de Estado de sitio:
''Tenía muy claro el hecho de no mitificar a las comunidades indígenas y no caer en la alabanza, porque esas comunidades no lo buscan ni la quieren. Cuando comencé a realizar el descenso que va de Las Margaritas hacia La Realidad, me di cuenta que fundamentalmente era una labor de conocimiento. Me percaté de que el mundo alterado por los zapatistas implicaba que mi trabajo poético fuera también modificado, de manera que cada poema fuera distinto y que los órdenes sintácticos dieran cuenta de la alteración que les dio impulso."
-ƑCómo hace para que coexistan el poeta consecuente con el zapatismo y el titular del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes?
-El poeta y el hombre son uno solo. En mi caso, jamás me he sentido salvador ni voz de los zapatistas. Participo como mestizo, intelectual y poeta en diversas acciones que incluso en el terreno cultural pueden ser paralelas a las que manejan los zapatistas. No hay conflicto. Existe la ventaja del respeto profundo hacia la población indígena por parte del gobierno actual de Chiapas, y es por eso que no tengo ningún prurito al colaborar con la actual administración.
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