México D.F. Sábado 2 de agosto de 2003
José María Aznar buscará
frenar una ley que reconoce las "parejas de hecho" en Euskadi
Desata críticas la ofensiva papal contra los
matrimonios entre gays
La Iglesia vive un sueño medieval de hegemonía
política, censura Leonardo Boff
AGENCIAS
La Iglesia vive un sueño medieval de hegemonía
política, afirmó ayer el brasileño Leonardo Boff,
artífice de la Teología de la Liberación, respecto
al reciente comunicado papal contra el matrimonio entre homosexuales.
En una dura crítica, el ex fraile franciscano aseveró
que no corresponde a la Iglesia católica juzgar la naturaleza de
la homosexualidad. El papa Juan Pablo II -comentó en entrevista
con la radio brasileña CBN- comete una equivocación al ubicar
la homosexualidad como desvío de la naturaleza y al impedir que
dos personas del mismo sexo puedan ejercer una relación de amor.
Dijo que el pontificado actual se ha caracterizado por
reforzar la autoridad de Roma, de conferir al Papa una autoridad plena
sobre todos los asuntos de doctrina y moral.
Boff, quien abandonó los hábitos tras haber
sido castigado varias veces por la Iglesia debido a sus opiniones, señaló
que no compete a la Iglesia opinar en torno a la ciencia. "La Iglesia debe
hablar de la cualidad de una relación y si esa cualidad es de amor,
fidelidad y respeto, se trata de algo tan profundo que tiene que ver con
Dios", dijo.
Reacciones
El comunicado papal generó también reacciones
entre diversos colectivos homosexuales; en Salvador de Bahía, un
grupo anunció que el lunes próximo, frente a la basílica
de esta ciudad, sede de la arquidiócesis primada de Brasil, quemarán
una copia del documento de la Santa Sede.
Luiz Mott, antropólogo y escritor, explicó
que la protesta será "una especie de ritual de purificación,
como ocurría con las hogueras de la Inquisición". La campaña
del Vaticano, dijo, es una "bravata", como aquellas con las que condenó
la píldora anticonceptiva, el preservativo o el divorcio.
En Canadá celebrarán el día del orgullo
gay con aires de victoria, porque en Canadá pronto podrán
casarse legalmente, aun cuando el presidente de Estados Unidos, George
W. Bush, y el Vaticano hayan lanzado una cruzada contra iniciativas similares.
Lo anterior será también en honor de la
pareja formada por Joe Varnel y Kevin Bourrassa, el primer matrimonio gay
en la historia mundial, celebrado en enero de 2001 en Toronto, semanas
antes de la entrada en vigor en Holanda de la ley que autoriza los matrimonios
entre homosexuales.
En La Haya, el presidente de la sección juvenil
del Partido Cristiano Demócrata, Pim Walenkamp, dijo que el Vaticano
"debe ocuparse de otros temas más importantes como la mejora de
la situación de los países en vías de desarrollo y
no en lo que hace la gente en el dormitorio".
La campaña del Papa y de Bush no convenció
a mucha gente en Holanda. "Ese llamado no nos afecta", dijo la responsable
del grupo cristiano-demócrata en el Parlamento para asuntos familiares,
Kathleen Ferrier.
"Besazo" en Sao Paulo
En Sao Paulo, homosexuales efectuarán este domingo
un "besazo" frente a un centro comercial en el que una pareja gay fue reprendida
por un policía cuando se besaba frente a un cine, en el centro comercial
Frei Caneca.
En Nueva York, dos nuevas series televisivas destacarán
la cultura gay en Estados Unidos. Como abanderado de esta posición
regresa a la televisión la serie Queer eye for the straight guy
(Un ojo homosexual para un tipo heterosexual). Además se difunde
la serie Bachelor, en la que un hombre seleccionaba a una pareja
entre varios varones.
El gobierno vasco opina que en la derecha española
priman los intereses del Opus Dei
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 1º de agosto. La ofensiva que inició
ayer el Vaticano, en la que instó a los "políticos de todo
el mundo" a luchar contra las leyes que reconocen los derechos históricamente
cercenados al colectivo de los homosexuales, ya obtuvo una primera respuesta
del gobierno español, del derechista José María Aznar,
que hoy anunció que presentará un recurso judicial para evitar
que se aplique una ley aprobada recientemente por el Parlamento del País
Vasco, en la que además de reconocer la figura de las "parejas de
hecho" se abre la vía para que éstas puedan adoptar niños.
El gobierno vasco consideró que en la derecha española priman
los intereses del Opus Dei y los criterios de Tomás de Torquemada,
figura clave de la Inquisición que llevó a la hoguera a miles
de personas durante la Edad Media.
El
cardenal ultraconservador Joseph Ratzinger, una de las personas con más
poder del Vaticano y líder de una de las órdenes más
intransigentes con la homosexualidad, el Opus Dei, anunció ayer
que la jerarquía católica está manifiestamente contra
las leyes aprobadas recientementes en países como Holanda, Bélgica
y Cánada, en las que se reconocen derechos exigidos desde hace décadas
por los colectivos de homosexuales de todo el mundo, entre ellos los derechos
al matrimonio y la adopción. Según la Congregación
para la Doctrina de la Fe, firmante del documento religioso, "el matrimonio
sólo existe entre un hombre y una mujer y es sagrado, mientras que
los actos homosexuales son contrarios a la ley moral natural".
La ofensiva emprendida por el Vaticano causó la
inmediata reacción de cientos de colectivos de homosexuales de todo
el mundo, de manera destacada en Italia y España, donde llevan años
exigiendo una mejora en la legislación para que se conviertan en
ciudadanos de pleno derecho. Sin embargo, la reacción del gobierno
español fue aprobar hoy en el Consejo de Ministros la presentación
de un recurso de inconstitucionalidad contra la legislación más
vanguardista en esta materia, en este caso aprobada en el País Vasco.
El derechista Partido Popular (PP, que goza de mayoría absoluta)
ha sido el único que se ha opuesto de forma sistemática a
la regulación de los derechos de los homosexuales, colectivo que
sólo en España supera los 2 millones de personas.
El gobierno de Aznar argumentó su decisión
de oponerse al artículo octavo de la ley vasca que regula a las
parejas de hecho, el que se refiere a la adopción, en que éste
"excede las competencias asumidas por dicha comunidad sobre conservación,
modificación y desarrollo del derecho civil foral o especial", al
tiempo que sostiene que esta posibilidad es "contraria a la doctrina constitucional
en la medida en que desconoce la prevalencia del interés del menor,
que debe prevalecer sobre el interés de adopción por la pareja
de hecho". Aznar argumentó diversos tratados internacionales ratificados
por España, entre ellos el Convenio de las Naciones Unidas sobre
los Derechos del Niño y el Convenio de La Haya sobre la Protección
del Niño y la cooperación en materia de adopción internacional.
El consejero de Vivienda y Asuntos Sociales del gobierno
vasco, Javier Madrazo, consideró que la decisión del gobierno
español demuestra el "carácter más retrógrado
y homófobo de la derecha española", pero además es
un "intento más de asfixiar el autogobierno vasco y de cualquier
iniciativa legislativa que se adopte en Euskadi". Madrazo, procedente de
Izquierda Unida-Esker Batua, añadió que "el PP pretende,
mediante la judicación de la vida política vasca y de cualquier
medida progresista, cercenar el marco vasco", al tiempo que destacó
la "coincidencia" de este anuncio con la "ofensiva" emprendida por el Vaticano
contra los homosexuales. "Esto pone de manifiesto que quien manda en el
PP es el sector más opusino y torquemadesco".
Los colectivos de homosexuales en el País Vasco
también criticaron la intención del gobierno español.
Txema Gonzalo, de la Asociación Vasca Hegoak de Gays, Lesbianas
y Transexuales, señaló que el citado recurso "no se apoya
en ningún argumento jurídico", sino en "las declaraciones
homófobas de la jerarquía católica", por lo que a
su juicio se trata de una "mala noticia no sólo para los gays y
las lesbianas, sino para toda la sociedad, ya que supone un retroceso en
relación con las conquistas conseguidas por [esos] colectivos [...]
en el sentido de libertad, tolerancia, de respeto a las ideas y de profundizar
en los derechos humanos".
Mientras, el vocero de la Asociación Gehitu, David
Montero, expresó que "resulta cada vez más evidente que el
Ejecutivo del PP se está situando en el espacio de la derecha radical
y que está alineándose con Bush y Ratzinger en los temas
referidos al reconocimiento de derechos fundamentales básicos a
los ciudadanos y ciudadanas de orientación homosexual".
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