México D.F. Sábado 2 de agosto de 2003
Atmósfera prendida
Los ''ángeles de amor'' y los ''oye mi amor'' retumbaron en el domo de cobre del Palacio de los Deportes, que lució extraordinariamente repleto durante el primer concierto de la banda jalisciense Maná.
Fher, Alex, Sergio y Juan explotaron al unísono con voz, batería, guitarra y bajo, respectivamente. Ya iban por la quinta rola y la gente seguía llenando todos los rincones de este recinto. Con un escenario sencillo flanquedo con dos pantallas gigantes, Maná hizo que el público coreara cada una de sus rolas. Atmósfera prendida.
Fher salió ataviado de negro mientras que sus secuaces musicales lo hicieron con ropa ligera para soportar el calor que los miles de cuerpos provocaron; cada grito o gesticulación del vocalista provocaba alaridos colectivos que se trasformaban en altos decibeles.
Maná está en el lugar donde está por sus letras sencillas, directas y bien interpretadas. JUAN JOSE OLIVARES
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