México D.F. Martes 5 de agosto de 2003
Demandan sindicatos investigar el cuantioso saqueo
Cinco millones, al margen del crédito en el Infonavit
La institución sólo otorgará 275 mil apoyos; ningún retorno a ''esquemas populistas'': Borrás
FABIOLA MARTINEZ /II Y ULTIMA
A 31 años de la creación del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), el "pastel de recursos" sigue sin alcanzar. En toda su existencia, el organismo ha otorgado 2.6 millones de créditos para una lista de poco más de 12 millones de trabajadores inscritos al Instituto Mexicano del Seguro Social, según las cifras de este año, de los que al menos 5 millones cubren los requisitos (puntaje) para obtener un préstamo, pero no pueden obtener el crédito necesario para vivienda.
De 1992 a la fecha, diversas reformas legales y criterios de asignación prevén que al término de 2003 el acumulado histórico de beneficiados apenas se eleve de 2.6 a 2.87 millones, es decir, una diferencia de aproximadamente 275 mil créditos que son los que la actual administración pretende otorgar este año. La dirección general del instituto busca otorgar viviendas de ''buena calidad'' y garantizar rendimientos de por lo menos 2.5 por ciento en las subcuentas individuales de vivienda de cada derechohabiente, a fin de evitar las millonarias pérdidas del pasado.
Y es que aun con las aportaciones de 5 por ciento del salario de cada trabajador que por ley canalizan los patrones, en 1988 el entonces director, Emilio Gamboa Patrón, aseguraba que hasta esa fecha el organismo había beneficiado a 700 mil trabajadores, aunque reconoció también ''el reto enorme'' ante un déficit de 6 millones de viviendas para el año 2000.
En ese mismo 1988, diversos analistas señalaban que con una inversión de un billón 750 mil millones de pesos (23 por ciento del presupuesto nacional dedicado a la vivienda), el Infonavit había otorgado 57 mil 504, mientras que otras entidades públicas, como el Fondo Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo), con un pequeño presupuesto de 267 mil millones de pesos, promovió 61 mil casas.
Inclusive, en los primeros seis años de vida del Infonavit el entonces director del sector empresarial del organismo, Julio A. Millán, abogó por ''mecanismos más justos'' para la asignación de créditos a fin de que no dominara el criterio de los líderes sindicales porque, según afirmó, ''el pastel no alcanza para todos''.
Víctor Manuel Borrás Setién, actual director general del organismo, afirma que su máxima responsabilidad es cuidar las finanzas y articular un sistema financiero ''sano y muy eficiente''. Para el funcionario, lo más importante es colocar salvaguardas ante eventuales crisis económicas y, en especial, eliminar los criterios discrecionales para repartir los beneficios.
No obstante, continúan los reclamos de los trabajadores para ser partícipes en el reparto del pastel; solicitan que los créditos ''les toquen aunque sea una vez en su vida laboral'' y que éstos sean superiores al tope vigente (180 veces el salario mínimo, esto es, cerca de 230 mil pesos). En respuesta, el director general ataja: ''Tenemos que cuidar las finanzas. No prestaremos a diestra y siniestra en afán de protagonizar un relumbrón que nos retorne a la bancarrota''.
Dirigentes como Leonardo Rodríguez Alcaine, líder del Congreso del Trabajo (CT) y de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), otrora máxima beneficiaria de los recursos del Infonavit, asegura que éste ''ya perdió su sentido social porque definitivamente ahora es manejado como un banco''.
Borrás, ex ejecutivo de Bancomer, responde en entrevista a la postura de los dirigentes obreros con una frase corta: ''Prestaremos exclusivamente lo que (el trabajador) nos pueda pagar... por ningún motivo regresaremos a los esquemas populistas'' que llevaron al instituto a una cartera vencida de más de 40 por ciento.
De igual forma hace un recuento de los nuevos criterios y modalidades para acceder a un crédito y, en particular, se enorgullece de la promoción de la llamada ''vivienda económica'', es decir, ''casas básicas'' de 50 metros cuadrados, con terreno para la ampliación de las mismas, que venden algunas de las mil constructoras que aceptan los créditos Infonavit a 150 mil pesos o menos.
Actualmente, en su papel de la hipotecaria más grande del país, el instituto administra una bolsa total de 243 mil millones de pesos, cifra que alcanza para otorgar 300 mil créditos de 220 mil pesos en promedio cada uno, con una tasa de interés fija de entre 4 y 9 por ciento, 7 puntos menos respecto de lo que aplica la banca privada en un préstamo hipotecario. En ese contexto abona rendimientos anuales de 2.5 por ciento a cada trabajador que hasta ahora no ha ejercido un crédito.
La cartera vencida se ubica -a junio- en 11.2 por ciento, equivalente a unos 40 mil millones de pesos, por lo que mantiene un fondo de 50 mil millones ''para asumir quebrantos potenciales''. Además, pretenden fortalecer con criterios de riesgo y de mercado ''con el fin de compensar los quebrantos potenciales de los créditos que pudiesen no amortizarse en su totalidad''.
Así, 50 por ciento de los ingresos del organismo provienen de las cuotas patronales y el resto de las derramas que proveen 1.8 millones de créditos vigentes.
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