México D.F. Martes 5 de agosto de 2003
ENTREVISTA /ENRIQUE RUELAS
BARAJAS, SUBSECRETARIO DE INNOVACION Y CALIDAD
DE LA SSA
De largo plazo, solución a los males del sector
salud
TODO QUEDARA EN PALABRAS MIENTRAS NO SE ESCUCHE A LOS
MÉDICOS
conforme se incrementa la complejidad de las enfermedades,
las fallas en la atención se hacen más evidentes, reconoce
el funcionario, quien admite que la ssa nunca desarrolló la capacidad
suficiente para brindar la atención de alta especialidad
ANGELES CRUZ
No habrá calidad en los servicios médicos
mientras persistan las carencias económicas que durante muchos años
ha padecido el sector salud. Revertir el franco deterioro en que se encuentran
los hospitales generales de la Secretaría de Salud (Ssa) y crear
la red de atención de alta especialidad, consistente en cinco hospitales
regionales y 55 Unidades de Especialidades Médicas (Unemes) requiere
de cuantiosos recursos, una parte de los cuales se supone que empezarán
a fluir en 2004, con la reforma financiera aprobada en abril pasado por
el Congreso de la Unión.
Enrique Ruelas Barajas, subsecretario de Innovación
y Calidad de la Ssa, afirma que aun así, el daño crónico
de las unidades médicas de primer y segundo nivel, que atienden
a la población que no tiene acceso a las instituciones de seguridad
social, se resolverá en el largo plazo.
En entrevista con La Jornada, el funcionario resalta
que la prioridad del actual gobierno se concentra en el Plan Maestro de
Infraestructura en Salud, el cual implica un gasto de 7 mil 970 millones
de pesos durante el sexenio. En ese monto se incluyen los recursos necesarios
para crear la red de alta especialidad, hasta ahora inexistente.
Por otra parte, reconoce que "hablar de calidad al cien
por ciento es utópico", porque siempre habrá algún
nuevo equipo y tecnología que deberá adquirirse para mejorar
los servicios. Ruelas admite que mientras no se tome en cuenta la opinión
de médicos y enfermeras, "todo se quedará en plática
y no pasará de ahí".
-¿Dónde están las principales necesidades
de infraestructura en salud?
-En la atención de alta especialidad. Aunque no
podemos decir que tenemos la mejor cobertura en los niveles básicos,
sí es buena. En vacunación somos de los países con
mayor cobertura en el mundo, pero conforme aumenta la complejidad vamos
perdiendo eficiencia, y ocurre que un paciente que requiere una cirugía
de corazón abierto tiene muy pocas opciones en el país dentro
de la Ssa.
"La secretaría nunca desarrolló esta capacidad
de atención de alta especialidad, por lo que los Institutos Nacionales
de Salud están saturados y lo peor son los casos de las personas
que ni siquiera pueden venir."
-¿Cuántos vienen y cuántos
se quedan?
-No sabemos. Son pacientes que a veces ni siquiera podemos
detectar y, mientras, los institutos llegan a tener ocupaciones por arriba
de 100 por ciento en algunos servicios, lo que hace muy ineficiente la
atención médica.
-¿Cómo se resolverá el problema?
-Con la aplicación del Plan Maestro de Infraestructura
en Salud, que considera la creación de cinco hospitales regionales
de alta especialidad, dos de los cuales ya iniciaron su construcción
en Mérida, Yucatán, y León, Guanajuato. El primero
deberá empezar a funcionar en año y medio. Además
se instalarán 55 Unemes para dar servicios del tercer nivel de atención
que no requieren la hospitalización de los enfermos. Es el caso
de las hemodiálisis, cirugías de corta estancia y tratamientos
de quimioterapia. Todavía están por definirse los lugares
en los que se ubicarán dichas unidades. Estos servicios que deberán
estar listos para el final del sexenio, se prestarán de manera organizada
entre los tres niveles de atención y eso implica una coordinación
entre los estados.
-¿Qué plantea el proyecto respecto al equipo
médico?
-Forma parte del inicio de una nueva etapa de planeación
en salud, que evitará lo que ha sucedido aquí y en otros
países, que hay equipo subutilizado por falta de personal entrenado
en su empleo o porque funciona sólo en determinados horarios.
-¿Eso significa mejorar la eficiencia de los hospitales?
-Sí. También estamos localizando las unidades
que pueden ser rehabilitadas para subirles el nivel, tal vez centros de
salud que pueden atender partos, u hospitales en los que se puedan realizar
cirugías más complejas. En estos casos no se requieren inversiones
cuantiosas, pero sí se suma a la infraestructura nueva.
-¿Cómo y con qué se financiará
el proyecto?
-Con el Seguro Popular y todo el Sistema de Protección
en Salud, incluido en la reforma a la Ley General de Salud aprobada por
el Congreso de la Unión en abril pasado. Ahí está
la opción para contar con los recursos económicos que permitan
ampliar los horarios de unidades médicas que hoy trabajan medio
tiempo. En el largo plazo habrá servicios intercambiados con el
IMSS y el ISSSTE.
-Desde el sexenio pasado se reconoció la insuficiencia
de los hospitales de segundo nivel en la Ssa, ¿cómo se abordará
este aspecto?
-Salvo los Institutos Nacionales de Salud, que son de
alta especialidad, prácticamente todos los hospitales de la Ssa
pertenecen al segundo nivel, alrededor de 500 en el país, los cuales
están en franco deterioro. Esto es resultado de muchos años
de carencias económicas y presupuestos muy bajos para inversión
en infraestructura. Los deterioros son muy importantes en todo el país,
pero con el nuevo esquema de financiamiento del sector, la intención
es asignarles más presupuesto para reforzar prácticamente
a todos. Así está en la ley.
"Cabe aclarar que de acuerdo con esta legislación,
la nueva Cámara de Diputados tendrá que autorizar los recursos
necesarios para la red de atención de alta especialidad."
-¿Cuáles son los problemas o carencias de
los hospitales de segundo nivel?
-Existe un desbalance inercial por el que en algunos estados
de la República hay saturación de los servicios hospitalarios,
mientras que en otros existe subocupación. También están
los que carecen de este tipo de unidades. Todo derivado de políticas
que no necesariamente tuvieron un fundamento técnico. En consecuencia,
algunos nosocomios registran una ocupación de 30 por ciento y otros,
los que están en las ciudades, andan en 110, aunque el promedio
es de 60 por ciento. Enderezar esto va a requerir un tiempo largo y una
cuantiosa inversión.
-¿Hasta entonces tendremos calidad en los servicios
de salud?
-Esta es la parte de estructura de la calidad. El programa
de dignificación del primer nivel de atención forma parte
de la Cruzada Nacional por la Calidad de los Servicios de Salud. Va de
la mano con el Seguro Popular. Hoy las instalaciones son muy deficientes,
los baños están muy dañados, las salas de espera igual
y simplemente el aspecto ya no es digno.
-Entonces, ¿veremos la calidad al final del sexenio?
-Hablar de calidad al cien por ciento es utópico.
El desarrollo tecnológico avanza con tal velocidad que cuando uno
siente que ya llegó, se da cuenta que no es así. Ahorita
podemos tener el equipo más moderno pero dentro de dos años
será obsoleto. Entonces habrá que pensar en uno nuevo y en
generar el recurso para comprarlo. Además, hay muchas cosas que
se pueden hacer sin necesidad de inversión, reconociendo que necesitamos
mejor infraestructura física y equipamiento, así como garantizar
la calidad de los medicamentos.
-¿En qué situación está el
desabasto de medicamentos?
-Se han logrado mejoras importantes, pero no a expensas
de un mayor presupuesto, que sí lo ha habido, sino de entrenar al
personal de salud para identificar las necesidades reales de medicinas.
Antes se compraba lo mismo del año pasado, se ocupara o no. Actualmente
el abasto está llegando a 88 por ciento en el IMSS e ISSSTE y en
la Ssa estamos cerca de 85 por ciento.
-Otro asunto no atendido es la desmotivación de
médicos y enfermeras, ¿la Ssa lo ha considerado?
-Sí. Tenemos sistemas de evaluación del
desempeño. Parte de la desmotivación es que a veces se percibe
que los sueldos no son los adecuados, aunque en general, está habiendo
un incremento sustancial, pero lo que sí nos ha faltado es el reconocimiento
a la gente por lo que hace, sin demeritar el valor del dinero como motivador.
A veces es muy importante que el jefe felicite a los médicos, a
las enfermeras, luego de haber atendido a algún paciente. Por eso
se estableció el Premio Nacional de Calidad de la Ssa, así
como el sistema de investigación operativa, que consiste en financiar
las iniciativas innovadoras para mejorar la calidad de los servicios de
salud.
"Es cierto, ya alguien lo ha señalado de manera
muy clara: si no entramos con los médicos y las enfermeras desde
su trinchera, todo lo demás es plática y no pasa de ahí.
El asunto es cómo llegar con ellos, porque para ir de arriba hasta
abajo hay que pasar por todos los filtros. Ese es parte del reto en que
estamos y tenemos que llegar."
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