México D.F. Martes 5 de agosto de 2003
Muestra del estadunidense Kevin Appel en el Tamayo
Descripción sin lugar, inspirada por México
Experimenta con elementos arquitectónicos en su pintura
MERRY MAC MASTERS
Los cuatro cuadros que Kevin Appel (Los Angeles, 1967) pintó de manera expresa -los terminó hace dos semanas- para su muestra Descripción sin lugar, que será inaugurada el jueves 7 a las 20 horas en el museo Rufino Tamayo, de alguna manera surgieron de la visita que el artista estadunidense hizo a México el año pasado.
Aquí, señala, se percató de que hay "un ambiente urbano en lo estético, que también existe en Los Angeles, donde se da mucho el collage, a nivel de edificio a edificio, de calle a calle".
Esa experiencia estaba en su mente cuando empezó a trabajar en la obra nueva, no obstante que su "vía de entrada" todavía estaba "atrincherada", en términos arquitectónicos, en el "vernáculo americano temprano". Entonces Appel comenzó a "explorar la perspectiva verdadera de las cosas", para llevar su idea fuera de la computadora, en "una realidad virtual, y más como una especie de efecto collage, mediante su concentración en el plano bidimensional".
En la era actual de la instalación y el video, llama la atención que Appel pinte, lo cual hace desde los 16 años. "Así es como pienso", dice a manera de explicación: "si se me ocurre una idea, aunque sea espacial, por lo general es procesada de modo bidimensional. Además me apasiona desarrollar herramientas y maneras de proceder".
Al conceptualizar la pieza, llega un momento en que "tengo que dejar todos los libros y demás bagaje en la puerta del estudio y meterme en lo físico de hacer los objetos, que es lo que me motiva en primer lugar y me hace seguir pintando".
Appel trabaja con elementos arquitectónicos desde hace una década. Al principio retomó ornamentos victorianos, por ejemplo, que colocaba en un campo abstracto y plano. Con el tiempo le dio la impresión que el trabajo se había vuelto demasiado iconográfico, es decir, "cuando quitas algo de su contexto, entonces tu relación con ello es puramente lingüística. Así que quise recobrar el sentido del cuerpo penetrando el plano del cuadro, que viene de una especie de tradición en la pintura que perdimos de vista por causa del modernismo. Me interesa crear algo impuro en ambos niveles, como ilusión y abstracción, si es que uno sigue los principios de la ideología modernista".
(El museo Tamayo tiene una colección de arte con muchos cuadros modernistas, como anotó el curador de la muestra, Tobías Ostrander. Por ello les interesó exhibir a un pintor como Appel, que "critica o investiga" la tradición pictórica.)
Desde hace un lustro Appel ha trabajado en un proyecto con un despacho de arquitectos en Nueva York, llamado Oficina abierta, al cual 10 artistas fueron invitados para diseñar casas. Emplean dibujos, modelos y videos.
Eso, dice el entrevistado, influyó en su trabajo personal, ya que "satisfizo cualquier necesidad que pude haber tenido hacia el realismo o un ambiente constructivo. Empecé a pensar que un pintor no necesita adherirse a ese tipo de integridad estructural, ya que ésta se puede volver fantástica, explotar, desintegrarse, sin que desplace en realidad el espacio".
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