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México D.F. Martes 5 de agosto de 2003
Tocará en una fiesta el jueves, por el
estreno de la cinta; sólo asistirán algunos afortunados
Vuelve Botellita de Jerez; graba temas para Corazón
de melón
Los cortes tienen que ver con sus corazonadas: Son
del corazón y De tripas, cuajo y corazón,
adelanta el grupo Un falso documental de la banda y una guaca-ópera,
entre sus planes
CHAVA ROCK ESPECIAL
Bien podría ser la pinta de una barda, como la
que se hizo en la película Un toque de roc: El roc ha muerto.
Viva el roc. Sólo que ahora a las pintas se les dio categoría
de arte y se nombran graffiti, aunque a veces no se entiende lo
que dice la pinta. A quien sí se entiende es a Botellita, que ha
pasado por varias muertes y siempre escucha una voz que le susurra levántate
y anda. Primero fue una muerte moral, cuando Sergio Arau (guitarra) dejó
la banda, se quedó Armando Vega-Gil (bajo) y Francisco Barrios (batería)
con la agrupación, en la que estuvieron rolando varios músicos.
Le siguió una muerte, digamos civil, en el momento en que grabó
el disco Busca amor, cumbias discotequeras y erratas por doquier.
Después
de mancharse en el pantano, la banda se limpió con otros álbumes
y decidió separarse: el 19 de junio de 1997 dio lo que dijo sería
su último guaca rock. Pero después vino otro último...
en Cuba, en Rockotitlán, para la estación de radio Orbita
y así siguieron las despedidas. Por fortuna, el tan sobado "último..."
no se ha dado.
Lo más reciente de los botellos es el tema que
grabaron para la película de Angel Flores, Piedras verdes,
en el álbum Tributo a Los Tigres del Norte, y ahora en el
disco de la película Corazón de melón, filme
de Luis Vélez, que se estrenará este 7 de agosto.
Los botellos no han cambiado mucho: Paco Barrios es el
gandallón, por eso es El Mastuerzo; Armando Vega-Gil es el
Cucurrucucú, porque "no'más se le iba en puro llorar",
y al carita de la banda siempre se le dice el Uyuyuy, como a Sergio
Arau. Llenaron la botella de jerez en 1983 y desde entonces tocan con sus
tres efes: feo, fuerte y fregón. Los localizamos en el lugar de
ensayo, una de las azoteas de las calles aledañas a la estación
del Metro General Anaya. Paco y Armando lucen igual que siempre, aunque
20 años después; Sergio viste su pantalón de mezclilla
con estoperoles a los lados, como los mariachis sus adornos, lleva su hermosa
guitarra en forma de águila con los colores patrios. Arau confiesa
que hay rolas que hace años que no toca y de memoria le salen las
pisadas en los trastes de la lira. Así empiezan a desoxidar las
viejas canciones.
Hay grupos que tocan una vez al año: los chidos
Los ensayos de esta semana son para tocar en el estreno
del filme, en una fiesta en la que sólo algunos afortunados estarán.
El Uyuyuy comenta que cada vez que se les invita a hacer algún
trabajo como Botellita de Jerez pocas veces se pueden reunir, por las distintas
actividades que tienen, pero finalmente logran cuadrar las cosas. "Es seguro
que también estaremos en la película Un día sin
mexicanos, la cual ya estoy terminando", señala el también
monero Arau.
Corazón de melón es dirigida por
Luis Vélez, quien por el momento ha hecho más telenovelas
que películas, su pareja es la productora, Rossana Arau, hermana
de Sergio y en sus años mozos novia de Vega-Gil. Al ser un trabajo
prácticamente entre familia, se invitó a Botellita de Jerez
a que grabara el tema de la película, Corazón de melón
(la versión original es de Carlos Rigual). Se le comenta a Arau,
que si ya encarrerado el ratón no cabría la posibilidad de
que los botellos estuvieran en Zapata, cinta de su padre, Alfonso
Arau, a lo que respondió: "No, yo creo que no, ni de chiste. Yo
no quiero; además tampoco quiero entrar en complicaciones familiares".
Al
grupo no se le presentó el guión, se les platicó la
idea central de la película, el único que lo conocía
era Sergio, "sabía que era una gorda que cocinaba". Corazón
de melón es una comedia en la que se muestra la tenacidad de
los jóvenes por lograr lo que les proponen. Armiados, como
también se conoce al Cucurrucucú, relata que es la
historia "de un cocinero que tiene un programa de televisión, Corazón
de melón, y la gorda lo ve todo el tiempo". Esto fue inspiración
para que la banda grabara otro tema, Cha cha chá de mi gorda,
la cual aparecerá al final del filme, mientras se dan los créditos.
La banda de Monte Alto
La música original de la película es de
Eduardo Gamboa, quien también trabajó en la música
de Zurdo. Varias de las tomas incidentales aparecerán en
la banda sonora, lo demás serán los cortes de los botellos
"que tienen que ver con las corazonadas, como Son del corazón,
Corazón, Guarda mi corazón y De tripas,
cuajo y corazón", adelanta el grupo.
Eduardo Gamboa señala que en el filme hay "dos
secuencias importantes, una es en la plaza del pueblo, donde reciben a
la protagonista, una heroína gorda, Rosita (Christina Pastor); ahí
hay una banda de músicos en el quiosco, como la de cualquier pueblo
mexicano, pero con toques especiales: tiene arpa, salterio y guitarra,
instrumentos generalmente no usados en las bandas de vientos de pueblo.
El director, Luis Vélez, tenía la idea de que buscáramos
la música típica del lugar de la película, Monte Alto,
que no fuera identificable con un lugar específico de México,
que fuera más ecléctica, con influencias o toques de otros
países, por eso hice esa combinación.
En la otra secuencia importante, en la que hay música,
es en la que Rosita enamorará a Tomás (Daniel Martínez),
el famoso chef de la ciudad México: "el conjunto ahí
es muy especial, se incluyeron instrumentos que no suelen combinarse, como
pandero veracruzano, maracas venezolanas, cajón peruano, piano,
metales, salterio, arpa, guitarra, clarinete y violín. El reto fue
sacarle una bonita sonoridad a esa combinación. Me tardé
como tres meses porque estuve involucrado en el rodaje, además el
tiempo que dedique al soundtrack". Eduardo trabajó en los
primeros discos de Botellita, así que el guacamole con rock tampoco
le es ajeno.
El tema Corazón de melón fue hecho
sobre la versión de Carlos Rigual, la tocó primero El
Mastuerzo con su sobrino Josué, después la grabaron con
Armando y se la enviaron por Internet a Sergio; mientras Eduardo Gamboa
trabajaba por su lado. Al final se concluyó en el estudio, aunque
ese día Sergio se quedó afónico y tuvo que grabar
posteriormente sobre las pistas.
El
grupo no tiene intención de hacer una gira, tampoco existe el plan
inmediato de reunirse y entrar a la dinámica normal de una banda.
Los botellos saben que ya no están con la disposición de
buscar una casa disquera y enfrentarse a empresarios que los quieran contratar,
porque como ha dicho Armiados son el grupo más famosamente
desconocido. Arau opina que debe haber una oferta para que hagan una serie
de conciertos, y que debe considerar los tiempos de los músicos.
Cucurrucucú explica que desde hace mucho
tiempo "queremos hacer un disco, un falso documental de Botellita de Jerez
y una guaca-ópera, pero no hemos tenido tiempo". Ahora que Sergio
trae una inercia bien cabrona con lo de su película, Un día
sin mexicanos, creo que el siguiente paso sería el falso documental".
Paco Barrios habla sin pelos en la lengua, aunque tenga
barba y bigote abundantes: "Como Botellita yo no iría a pedir espacios,
la neta no los necesitamos. En un programa de radio, el de Javier
Solórzano, nos decían que nos merecíamos hacer un
zocalazo, pero entrar al Zócalo es también avalar todo ese
rollo que sucede en México, a lo mejor jamás llegamos allá,
ojalá que no, es una gran tentación, pero ahora sería
muy feo. No vamos andar buscando a Semo (Enrique, secretario de Cultura
capitalino)".
Arau reitera que en Botellita "no hay ningún plan,
digo, el plan es que queremos hacer las cosas, así en general".
Y Vega-Gil concluye que ya no es su papel "entregar currículum
y esperar en la sala de un empresario o un funcionario, ¡qué
güeva!"; remata El Mastuerzo, "yo lo podría hacer con
mi banda, pero con Botellita ni madres".
Carta a...
Por último, Francisco Barrios, El Mastuerzo,
manifiesta su disgusto por la persecución que se ha hecho a la gente
del País Vasco en México. "Me preocupan no sólo los
vascos, sino la extranjería, con la que nunca había tenido
tanto contacto como desde hace unos años para acá. Te das
cuenta que la policía migratoria mexicana es una mierda, que te
persigue, rapta, etcétera, etcétera, y que procede de una
manera absolutamente ilegal. Creo que es parte de la mecánica de
Aznar y de Vicente Fox. Es abominable. Es necesario hacer un llamado a
toda la comunidad artística, concretamente en el caso del Foro Alicia,
en el que hay un tipo de hostigamiento, y en general a la banda vinculada
con compas extranjeros, que además muchos de ellos hacen
cosas importantes aquí en México. Es importante que los vascos
en particular sepan que mucha banda está con ellos."
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