México D.F. Lunes 11 de agosto de 2003
Concierto en el Museo Nacional de Culturas Populares
Grupo mixe pide a ritmo de punk fin al racismo
ARTURO JIMENEZ
Gritos de ira contra la discriminación, a ritmo
de punk, resonaron en el patio del Museo Nacional de Culturas Populares
con la presentación el sábado, Día Internacional de
las Poblaciones Indígenas, del grupo mixe Fuerza y Resistencia Indígena.
Proveniente de Santa María Tlahuiltoltepec, población
fundamental de las reconocidas bandas de música mixe, esta agrupación
la integran Enrique Vargas (guitarra), Félix Vázquez (vocalista),
Dagoberto Gallardo (batería) y Bartolo Vázquez (bajo), de
entre 20 y 24 años.
Con rolas creadas de manera grupal, como Mercenarios
de la muerte, que critica la masacre de Acteal, los cuatro años
de experiencia de Fuerza y Resistencia Indígena fueron compartidos
a un público nutrido pero tranquilo de adultos y jóvenes,
de entre quienes surgió un solitario -y solidario- slamero.
Otras rolas abordaron temas como el rechazo al neofascismo,
pues, dice Bartolo Vázquez en entrevista, "hay que luchar y buscar
la forma de que no nos discriminen tanto". Y agrega:
"Nuestra
música es contra el gobierno que no nos cumple, y cantarla en mixe
es para que no se olvide nuestro idioma, ya que hay muchos indígenas
que prefieren hablar el español y se están olvidando de su
propia lengua.
"Nuestra música también tiene el propósito
de decirle a los jóvenes que las drogas no son buenas, que no sólo
dañan a la familia sino a la sociedad."
Bartolo cuenta la historia de Fuerza y Resistencia Indígena:
"Tenemos casi cinco años juntos, cuando estábamos
en la escuela, y desde ahí surgió nuestra inconformidad porque
nos querían manera a su antojo: se hace lo que dicen los maestros,
pero eso no puede seguir pasando porque los estudiantes tienen derecho
a decidir lo que está bien o mal para ellos mismos."
Y este bajista y maestro bilingüe agrega: "En nuestro
pueblo, Tlahuiltoltepec, en donde vivimos, nos inculcan la música
desde niños, pues ahí se encuentra el Centro de Capacitación
Mixe".
"No estamos locos"
Bartolo platica sobre cómo trabajan: "Primero escuchábamos
grupos de rock metálico, como Transmetal, pero no nos identificamos
hasta que reapareció el punk. Entonces compramos más casetes
y nos gustó aún más porque es el grito. Para nosotros
ese grito es sacar la ira que llevamos dentro por la discriminación
hacia nosotros, porque se ríen de nuestro idioma."
Fuerza y Resistencia Indígena ha tocado en su pueblo,
en algunos lugares de Oaxaca y es la primera ocasión que se presentan
en México.
"Al principio en el pueblo nos rechazaban, nos veían
vestidos así -como cualquier rokero urbano- y decían: esos
chavos están mal, son los que roban, se drogan, son asesinos, pero
no es así.
"En nuestras familias hemos tenido que explicar que no
es así, que no porque toquemos esta música estamos locos
o vamos a golpear a quien se nos ponga enfrente. Después lo entendieron
bien."
Reconoce avances: "Ahora tenemos contacto con otros pueblos
que también les gusta el movimiento y ya nos sentimos más
apoyados, pero al principio fue muy difícil. Es la primera vez que
venimos a la ciudad de México y, aunque no bailaron, creo que sí
se prendieron".
Las influencia que reconocen son sobre todo del punk europeo:
Sin Dios, Escorbuto, Reincidente y Polla Récords. "El punk gringo
no da porque desde que empezó, con los Sex Pistols, no hay ni que
mencionarlo, sus letras no tienen ningún mensaje y nuestro objetivo
es dar mensajes".
Los de Fuerza y Resistencia Indígena pretenden
grabar un disco, pero reconocen que apenas cuentan con seis o siete rolas.
Sin embargo, tienen ya un demo que incluye dos de sus canciones.
"Los ritmos los sacamos sólo escuchando la música.
Cuando uno quiere hacer algo se puede. En nuestros conciertos a veces le
metemos ska o reggae, depende de lo que nos lata."
Aparte de Bartolo, que es maestro bilingüe de primaria,
Dagoberto estudia música en la ENBA de Veracruz y los otros dos
tocan con la banda de música tradicional mixe de Tlahuiltoltepec.
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