Presentan 16 senadores panistas propuesta para prohibir que legisladores litiguen

Diego Fernández se declara dispuesto a entregar la coordinación y su escaño

ANDREA BECERRIL

El descontento y las diferencias de buena parte de los senadores del PAN con su coordinador Diego Fernández de Cevallos quedaron ayer de manifiesto cuando Luisa María Calderón presentó ante la Comisión Permanente el proyecto para reformar el artículo 62 constitucional, encaminado a evitar que los legisladores incurran en tráfico de influencias y se dediquen a litigar en lugar de cumplir con sus responsabilidades parlamentarias.

La iniciativa se presentó con la firma de 16 de los 46 senadores panistas, lo que provocó la reacción inmediata de Fernández de Cevallos, cuyo suplente en la Permanente ya incluso había pasado lista en la sesión, pero al saber de la iniciativa, Diego se presentó en la sede de Xicoténcatl para asegurar que está "preparado para lo que venga" y dispuesto a entregar, "en el momento que se me pida, la coordinación y mi escaño, si fuera conveniente para la unidad del grupo".

Fernández de Cevallos reconoció que la presentación de esa reforma se da "con diferencias internas que hay en el grupo parlamentario y en la vida del PAN, que son inocultables". En ese contexto se dará hoy la reunión de los senadores blanquiazules, en Querétaro, encuentro al que no asistirán varios legisladores, entre ellos Luisa María Calderón, debido a que el coordinador de la bancada impuso la agenda y en la misma no figura la discusión sobre su desempeño lo que sí era buscado por varios senadores.

La senadora Calderón no quiso entrar al terreno de la descalificación, ni precisar si su propuesta lleva dedicatoria, pero dejó claro el malestar que le provocó el escándalo que se provocó cuando salió a la luz pública el litigio que el despacho de Fernández de Cevallos ganó a la Secretaría de la Reforma Agraria. Sobre todo, dijo, porque poco antes el coordinador panista pidió a los senadores no votar una reforma para mejorar las pensiones de los jubilados del país.

Ayer, durante la conferencia de prensa a la que convocó temprano, Fernández de Cevallos desechó que en la reunión de su bancada se decida proponer su remoción. "Lo que sí les puedo asegurar es que voy a una reunión de compañeros, no a Chinameca".

Trataba de parecer sereno, pero su rabia era visible. Dijo que felicita a la senadora Calderón por haber presentado esa iniciativa, de la que tendría mucho que opinar, pero se mantendrá al margen, "para no incidir, influir y ser motivo de nuevas acusaciones por ignorantes y perversos".

La propuesta plantea que los diputados y senadores propietarios no podrán desempeñar comisiones o empleos remunerados para la Federación o los estados y tampoco trabajar como abogados, apoderados, representantes o asesores de particulares en negocios o asuntos judiciales por sí o por interpósita persona, cuando la contraparte o el contratante sea una autoridad ratificada, nombrada, no objetada o cualquier otra forma de designación por cualquier cámara, comisión u órgano del Congreso.

Fernández de Cevallos frunció el ceño cuando Calderón leyó la parte de la iniciativa que alude a las ventajas que pueden tomar legisladores que al mismo tiempo llevan a cabo negocios: "Como contratista o como proveedor o como litigante frente a un miembro de la Corte o del Tribunal Agrario; o puede forzar a algún miembro o funcionario de la Secretaría de Hacienda a proveerle información privilegiada o retener algún documento necesario como prueba en un juicio; o lo que sería más grave, promover reformas que beneficien a sus litigios".

La iniciativa propone, asimismo, que en caso de que un diputado o senador pretenda litigar o representar jurídicamente a particulares, pida licencia para retirarse del cargo mientras lleva a cabo esas tareas. La reforma propuesta al artículo 62 plantea además que en caso de infringir tal disposición, el legislador en cuestión sea removido.